– Sirveme un poco, Uffe -pidio sin mirar a Erling.
– Y a mi -dijo Viveca, que habia guardado silencio durante la cena, mirando desafiante a su marido. Erling estallaba por dentro. Aquello era un motin, penso antes de sonreir a la camara.
Faltaba menos de una semana para la boda. Enea empezaba a sentirse un tanto nerviosa, aunque la intendencia estaba bajo control. Anna y ella habian trabajado como animales para organizado todo, las flores, las tarjetas de distribucion en las mesas, el alojamiento de los invitados, la orquesta, todo, todo, todo. Erica observo preocupada a Patrik, que estaba desayunando enfrente de ella y mordisqueaba absorto un bocadillo. Le habia preparado un chocolate y una rebanada de pan acimo con queso y huevas, la combinacion favorita de Patrik, que a Erica le producia nauseas. Pero ahora estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para que Patrik ingiriese algun alimento. Desde luego, no tendria ningun problema para entrar en el frac, se decia Erica.
Los ultimos dias, Patrik habia deambulado por la casa como un espectro. Llegaba, comia, se acostaba y se levantaba al alba para ir a la comisaria. Se lo veia agotado y ojeroso, marcado por el cansancio y la frustracion, y Erica habia empezado a percibir tambien cierta resignacion. La semana anterior Patrik le habia contado que tenia que existir otra victima. Habian vuelto a lanzar una consulta a todas las comisarias del pais, pero sin resultado. Lleno de desesperanza, le explico como habian revisado el material de que disponian una, dos, tres, mil veces, sin hallar nada que les permitiese avanzar en la investigacion. Gosta hablo por telefono con la madre de Rasmus, pero tampoco a ella le sonaban los nombres de Elsa Forsell y Borje Knudsen. Se habian estancado.
– ?Que teneis hoy en la agenda? -pregunto Erica tratando de mantener un tono neutro.
Patrik mordisqueaba como un raton la tostada de pan duro, aunque, despues de un cuarto de hora, solo llevaba la mitad. Presa del abatimiento, le dijo:
– Esperar un milagro.
– Pero ?no podeis pedir ayuda externa? Me refiero a los demas distritos afectados. O de la policia judicial central, ?o algo!
– He estado en contacto con Lund, Nykoping y Boras. Y estan trabajando en ello. Y la central… bueno, es que yo confiaba en que seriamos capaces de resolverlo nosotros solos, pero parece que tendremos que pedir refuerzos. -Absorto en sus pensamientos, dio un mordisco minusculo a la tostada. Erica no pudo por menos de inclinarse y acariciarle la mejilla.
– ?Sigues queriendo que lo hagamos el sabado?
La miro sorprendido, su expresion se dulcifico enseguida y, besandole la palma de la mano, le dijo:
– Carino, ?claro que quiero! El sabado sera un dia precioso, el mejor de nuestra vida, despues del dia en que nacio Maja, claro. Y me sentire feliz y animado, y no pensare mas que en ti y en nuestra boda. No te preocupes por eso, de verdad que tengo muchas ganas.
Erica le dirigio una mirada escrutadora, pero solo vio sinceridad en su semblante.
– ?Seguro?
– Seguro. -Patrik sonrio-. Y no creas que no se lo mucho que habeis trabajado Anna y tu.
– Bueno, tu has estado ocupado con tus cosas. Y, ademas, creo que ha sido muy beneficioso para Anna - repuso Erica echando una ojeada a la sala de estar, donde Anna se habia enroscado con Emma y Adrian para ver un programa infantil. Maja aun dormia y, pese al abatimiento de Patrik, a Erica le parecio un lujo disponer de unos minutos para estar a solas con el-. ?Sabes? Me gustaria… -No termino la frase. Patrik la miro y le leyo el pensamiento.
– Te gustaria que tus padres hubiesen estado con nosotros.
– Si. O, bueno… Si he de ser sincera, me gustaria que mi padre hubiese podido estar aqui. Mi madre, en cambio, habria mostrado el mismo desinteres que siempre mostro por los asuntos de Anna y por los mios.
– ?Habeis hablado Anna y tu de por que Elsy se comportaba asi?
– No -respondio Erica reflexiva-. Pero yo he pensado mucho en ello. En por que sabemos tan poco sobre la vida de mi madre antes de que conociera a mi padre. Lo unico que nos dijo fue que nuestros abuelos maternos llevaban muchos anos muertos. Anna y yo no sabemos mas. Ni siquiera hemos visto nunca una fotografia. ?No te parece extrano?
Patrik asintio.
– Si, desde luego, es muy raro. Podrias investigar un poco en el arbol genealogico, ?no? A ti se te da bien indagar en esas cosas y recabar informacion. No tienes mas que ponerte manos a la obra en cuanto nos hayamos librado de la boda.
– ?En cuanto nos hayamos librado? -pregunto Erica en tono ominoso-. ?Te parece que nuestra boda es algo de lo que haya que «librarse»?
– No -respondio Patrik, aunque no se le ocurrio una respuesta mejor formulada. En silencio, mojo la tostada de queso y huevas en el chocolate. Sabia cuando le convenia callar. Dejar que la comida le cerrase la boca…
– En fin, hoy se acaba lo bueno.
Lars queria verse con ellos en un ambiente menos tenso que de costumbre, y los invito a merendar en el Pappas Lunchcafe, que, naturalmente, se encontraba en la calle Affarsvagen de Tanumshede.
– Ya tenia ganas de largarme de aqui, joder -dijo Uffe antes de meterse en la boca un dulce de mazapan.
Jonna lo miro asqueada y le dio un mordisco a una manzana.
– ?Que planes teneis? -pregunto Lars tomando un sorbo de te. Los chicos vieron fascinados que ponia seis terrones de azucar en la taza.
– Lo de siempre -respondio Calle-. Volver a casa, ver a los amigos. Salir de bares. Las tias del Kharma me echan de menos -dijo con una sonrisa, aunque algo inerte y lleno de desesperanza se apreciaba en sus ojos.
A Tina, en cambio, le brillaron al decir:
– ?No es ahi donde suele ir la princesa Madeleine?
– Si, claro, Madde suele ir al Kharma -confirmo Calle con desinteres-. Antes salia con un amigo mio.
– ?De verdad? -pregunto Tina impresionada. Por primera vez, en algo mas de un mes, miraba a Calle con cierto respeto.
– Si, pero el termino dejandola. Su mama y su papa se metian demasiado a todas horas.
– ?Su mama y…? ?Oooh! -exclamo Tina con los ojos como platos-. ?Que pasada!
– Bueno, y tu, ?que vas a hacer? -le pregunto Lars a Tina. La joven se encogio de hombros.
– Yo me voy de gira.
– De gira -repitio Uffe en tono jocoso y burlon al tiempo que cogia otro mazapan-. Iras con Drinken y cantaras una cancion por noche y luego te pasaras el resto del tiempo en la barra. Yo no lo llamaria irse de gira…
– Oye, que hay un monton de bares interesados en que vaya a cantar
– Ya, claro, y lo que dice Drinken siempre es verdad. -Se burlo Uffe poniendo los ojos en blanco.
– Joder, ?que a gusto me voy a quedar cuando te pierda de vista! Eres siempre tan… negativo -le espeto Tina antes de darle la espalda con desprecio. Los demas disfrutaban del espectaculo.
– ?Y tu, Mehmet? -Todas las miradas se volvieron hacia Mehmet, que no habia abierto la boca desde que llegaron a la cafeteria.
– Yo me quedo aqui -respondio preparado para la reaccion, que no se hizo esperar.
Cinco pares de ojos incredulos lo observaron atonitos.
– ?Que? ?Que te vas a quedar… ?aqui!? -Calle lo miraba como si Mehmet se hubiese transformado en rana delante de sus narices.
– Si, me quedo trabajando en el horno. Voy a alquilar mi apartamento un tiempo, a ver.
– ?Y donde piensas vivir aqui? ?Con Simon…? -Las palabras de Tina resonaron en el local y Mehmet sembro la perplejidad con su silencio-. O sea, que si que te quedas con el… ?Que pasa, que estais juntos?
– ?No, no estamos juntos! -desmintio Mehmet-. Aunque eso no te incumbe a ti, de todos modos. Sencillamente, somos… colegas.
– Oye, deja en paz a Mehmet -dijo Jonna casi en un susurro con el que, curiosamente, hizo callar a los demas-. Yo creo que eres muy valiente, Mehmet. Eres el mejor de todos nosotros.
– ?Que quieres decir, Jonna? -pregunto Lars con la cabeza ladeada en un gesto amable-. ?En que sentido es