pero que habian sido dichas demasiado lenta o enrevesadamente para ocupar un espacio de un minuto y medio. Por eso los reporteros de television preguntaban siempre la misma cosa una y otra vez, con la esperanza de conseguir una respuesta clara y simple:
– ?Hay algun sospechoso?
– ?Tienen alguna pista?
– ?Han identificado a la victima?
– ?Puede haber sido un acto terrorista?
Annika suspiro.
La unica razon para acudir a estas ruedas de prensa era estudiar como se comportaban los miembros de la mesa. Todo lo que decian se citaba en los medios, pero las muecas de los que no estaban en pantalla eran generalmente mas ilustrativas que las mismas respuestas. Ahora percibio, por ejemplo, lo enfadado que estaba Kjell Lindstrom con Evert Danielsson por haber hablado de «accion terrorista». Si habia algo que la policia queria evitar era que Estocolmo, los Juegos Olimpicos o este atentado tuvieran un cariz terrorista. Ademas, la hipotesis terrorista era probablemente erronea.
Aunque por primera vez surgian algunos datos nuevos. Annika garabateo algunas preguntas en el bloc. Tenia el dato de la persona vestida de oscuro que estaba junto al estadio, ?cuando y donde? Asi que habia un testigo, ?quien era y que hacia alli? Las muestras de explosivo se habian enviado a Londres, ?por que? ?Por que razon no se encargaban de los analisis los tecnicos de Linkoping? ?Cuando estarian listos? ?Como sabian que el explosivo era de uso civil? ?Que significaba eso para la investigacion? ?La reducia o la ampliaba? ?Era facil conseguir explosivo de uso civil? ?Cuanto tiempo necesitarian para reparar la graderia norte? ?Estaba el estadio asegurado, y si era asi, por quien? ?Sabian quien era la victima en realidad o no? ?Cuales eran las pistas de las que habia hablado Kjell Lindstrom que quiza pudieran ayudar a la identificacion? Suspiro de nuevo. Esta historia podia ser grande y larga.
El fiscal general Kjell Lindstrom se alejo a zancadas por el pasillo al salir de la sala de prensa, con el rostro palido y sujetando convulsivamente el maletin. Si no se contenia, estrangularia al jefe del comite organizador, Evert Danielsson. Detras de el iba el resto de participantes de la rueda de prensa y los tres policias uniformados que habian estado de guardia en la parte trasera. Uno de ellos cerro la puerta y evito a los ultimos y pegajosos reporteros.
– No entiendo por que tiene que ser tan polemico decir lo que todos piensan -dijo ofendido el jefe del comite organizador a su espalda-. Esta claro que se trata de un acto terrorista. En el comite organizador creemos que es importante crear rapidamente una opinion, una fuerza contra el intento de sabotear los Juegos…
El fiscal general se dio la vuelta y se coloco muy cerca de Evert Danielsson.
– Read my lips [1] No-Hay-Ningun-Tipo-De-Sospechas-De- Acto-Terrorista. ?Okey? Lo ultimo que la policia necesita ahora es un jodido debate sobre el terrorismo y la lucha contra los atentados. Un debate asi nos exigiria mayor vigilancia de los estadios olimpicos y edificios publicos y no tenemos personal… ?Sabe cuantos estadios estan relacionados con los Juegos de una u otra forma? Si, por supuesto que lo sabe. ?Se acuerda del jaleo que se monto cuando actuaba Tigern? Explosiono unas pequenas cargas y todos los jodidos reporteros del pais se dedicaron a pasearse en medio de la noche por los estadios sin vigilancia escribiendo articulos sobre la escasez de vigilantes.
– ?Como estan tan seguros de que no es un acto terrorista? -pregunto Danielsson algo asustado.
Lindstrom suspiro y reanudo su camino.
– Tenemos razones, creame -dijo sin volverse.
– ?Cuales? -insistio el jefe del comite.
El fiscal volvio a detenerse.
– Fue un trabajo desde dentro -dijo-. Lo hizo alguien de la organizacion de los Juegos, ?okey? Fue uno de los suyos, tio. Por eso es jodidamente desafortunado que lance frases sin ton ni son sobre actos terroristas, ?entiende?
Evert Danielsson palidecio.
– No es posible.
Kjell Lindstrom siguio caminando.
– Si -contesto-. Y si acompana a los inspectores de la Brigada de Investigacion Criminal podra contarles exactamente quienes, dentro de la organizacion, tienen acceso a todas las tarjetas de entrada, llaves y codigos de alarma del estadio.
En el mismo momento en que Annika entro en la redaccion despues de la rueda de prensa, Ingvar Johansson la llamo con la mano desde el modem.
– ?Ven y mira si entiendes esto! -exclamo.
Annika fue primero a su despacho y colgo el bolso, abrigo, bufanda y el gorro. Sentia el jersey pegajoso bajo los brazos y de repente recordo que no se habia duchado por la manana. Se ajusto la chaqueta y confio en no oler a sudor.
Janet Ullberg, la joven reportera suplente, e Ingvar Johansson estaban inclinados sobre uno de los ordenadores de la redaccion equipados con un modem rapido. Ingvar tecleaba algo.
– Janet no ha conseguido localizar a Christina Furhage en todo el dia -informo-. Tenemos un numero que por lo visto no funciona. Segun el comite organizador de los Juegos deberia estar en la ciudad, seguramente en casa. Por eso queriamos comprobar sus datos en el ordenador, para ir a su casa. Y cuando los introducimos, no concuerdan. Parece como si ella no existiera.
Le mostro los datos en la pantalla del ordenador; ninguna Christina Furhage: «El nombre no existe con estos datos». Annika paso por detras de Janet y se sento en una silla junto al teclado.
– Claro que existe, todos existimos -dijo Annika-. Solo habeis hecho una busqueda incompleta.
– No entiendo nada -aseguro la suplente con un hilo de voz-. ?Que esta haciendo?
Annika explicaba mientras tecleaba.
– Me voy. Llamame luego -dijo Ingvar Johansson y se dirigio hacia la mesa de noticias.
– … y ya hemos entrado. Ahora podemos elegir diferentes funciones, preguntarle al ordenador distintas cosas. ?Ves? F2 si tienes el numero personal de una persona y quieres saber de quien es, F3 si tienes una fecha pero te faltan las ultimas cuatro cifras, F4 y F5 son funciones bloqueadas, lazos familiares, pero podemos usar F7 y F8. Para saber donde vive una persona se aprieta el F8, nombre. Voilal
Annika pidio la informacion y aparecio un formulario de preguntas en la pantalla.
– Buscamos a Christina Furhage, que vive en alguna parte de Suecia -dijo y relleno la informacion necesaria; sexo, nombre y apellido. Anadio el dato de una posible fecha de nacimiento, dejo la letra mayuscula de la region y el codigo postal vacios. El ordenador proceso y despues de algunos segundos aparecieron tres lineas en la pantalla.
Bajo el boligrafo a la linea siguiente.
– «Furhage, Sofia Christina, Kalix, nacida 1993.» Es casi un bebe. Probablemente pariente de la primera. Los apellidos extranos aparecen casi siempre en la misma poblacion.