Se sentaron en los confortables sofas junto a la pared y escucharon la radio. Annika miro la embajada rusa. El dia se consumia casi antes de comenzar, la neblina gris hacia que las ventanas pareciesen sucias. Alguien habia decorado el despacho del director con macetas llenas de estrellas de Navidad rojas y dos candelabros de adviento.

– Hoy he tenido un encontronazo con Ulf Olsson -comenzo Annika con un hilo de voz.

Anders Schyman espero.

– Se quejo de que no llevaba la ropa adecuada para el trabajo en Hammarbyhamnen y creia que era culpa mia, que deberia haberle avisado que iria conmigo.

Enmudecio. Anders Schyman la observo durante un momento antes de responder.

– Annika, no eres tu quien decide adonde van los fotografos. Eso lo hace el redactor grafico. Ademas, tanto los reporteros como los fotografos deben vestir de forma que puedan ir a donde sea y cuando sea. Es parte del trabajo.

– Le falte al respeto -anadio Annika.

– No fue muy inteligente. Si yo estuviera en tu lugar le pediria disculpas por tus palabras y le daria algunos consejos sobre como vestir. Y echale un vistazo a nuestras ideas sobre el sabotaje, no quiero que caigamos en la trampa de la teoria terrorista si no encaja todo a la perfeccion.

Schyman se levanto, dando a entender que la conversacion habia terminado. Annika se sentia aliviada por dos razones: por un lado el director habia respaldado su posicion con respecto a la investigacion sobre los Juegos y por otro, ella misma le habia contado al jefe que se habia enfadado. Es cierto que la gente se enfadaba diariamente en el periodico, pero ella era mujer y jefa por primera vez; tenia que estar preparada ante los que se la quisieran comer.

Fue directamente a recoger una gran bolsa con el logotipo del periodico y despues se dirigio a la sala de fotografia. Ulf Olsson estaba solo, sentado, y leia una revista para hombres.

– Te pido disculpas por haberte ofendido -dijo Annika-. Mete en esta bolsa unos calzoncillos largos, zapatos calientes, gorro y guantes y guardala en tu armario o en el maletero del coche.

El hombre la miro enfadado.

– Deberias haberme dicho antes donde ibamos a ir…

– Eso discutelo con el redactor grafico o el redactor jefe. ?Has revelado las fotos?

– No, yo…

– Entonces hazlo.

Salio y sintio los ojos de Olsson en su espalda. De camino a su despacho se dio cuenta de que no habia comido nada en todo el dia, ni siquiera habia desayunado. Paso por la cafeteria y compro un sandwich y una Coca-Cola light.

La noticia de la explosion en el estadio olimpico habia dado la vuelta al mundo. Las principales cadenas de television y los periodicos internacionales habian tenido tiempo de enviar a alguien a la rueda de prensa de las dos de la tarde en la jefatura central de la policia. CNN, Sky News, BBC y los canales nordicos, los corresponsales de Le Monde, European, Times, Die Zeit y muchos otros estaban ahi. Los autobuses con antenas parabolicas de los canales de television bloqueaban gran parte de la entrada a la jefatura de policia.

Annika llego junto a cuatro companeros del periodico, los reporteros Patrik y Berit y dos fotografos. La sala desbordaba de material y personas. Annika y los otros reporteros se sentaron en unas sillas cerca de la salida; los fotografos avanzaron a codazos hacia delante. Como de costumbre, los de la television se habian colocado en medio del estrado, de forma que nadie podia ver nada, todo el mundo tropezaba con los cables kilometricos que serpenteaban por la sala, todos se resignaban a que los de la television hicieran las preguntas en primer lugar. Los focos de las camaras iluminaban a uno y otro lado de la sala, aunque la gran mayoria apuntaba hacia el escenario provisional, desde donde la policia se dirigiria a ellos al cabo de unos instantes. Muchas de las cadenas emitian en directo, entre ellas CNN, Sky y el sueco Rapport. Los periodistas ensayaban sus actuaciones y escribian sus guiones, los fotografos de prensa cargaban sus camaras, los reporteros de radio controlaban sus grabadoras: «Probando uno dos, uno dos». El zumbido de voces sonaba como una catarata. El calor ya era insoportable. Annika resoplo y dejo la ropa de abrigo amontonada en el suelo.

Varios hombres entraron por una puerta lateral hacia el estrado. El murmullo ceso y fue sustituido por el chasquear de las camaras. Eran cuatro: el responsable de prensa de la policia de Estocolmo, el fiscal general Kjell Lindstrom, un inspector de la brigada criminal del que Annika no recordaba el nombre y Evert Danielsson, del comite organizador de los Juegos. Se sentaron meticulosamente frente a la mesa y bebieron al unisono de los vasos con agua mineral.

El responsable de prensa comenzo con el relato de los hechos ya sabidos; una explosion habia tenido lugar, una persona habia muerto, los danos materiales ocasionados y senalo que la investigacion tecnica proseguia. Parecia agotado. «?Como estara cuando hayan pasado unos dias?», penso Annika.

Luego continuo el fiscal general.

– Todavia no hemos podido identificar a la victima del estadio -informo-. El trabajo se ha visto dificultado debido al mal estado del cuerpo. Si bien tenemos otras pistas que investigar. El explosivo esta siendo analizado en Londres. Aun no hemos recibido ninguna respuesta segura, pero parece ser que se trata de un explosivo de uso civil. Esto quiere decir que no se han utilizado ni explosivos ni armas militares.

Kjell Lindstrom bebio un poco de agua. Las camaras chasqueaban.

– Buscamos al hombre que fue condenado por los dos atentados con bomba que hace siete anos danaron otros dos estadios. No es sospechoso de ningun crimen, solo sera interrogado.

El fiscal general miro sus papeles como si dudase un momento. Cuando hablo de nuevo lo hizo directamente a la camara de Rapport:

– Una persona con ropa oscura fue vista en las proximidades del estadio momentos antes de la explosion. Queremos pedirle a la gente que llame para ayudarnos con todas las observaciones que puedan esclarecer los hechos acaecidos en el estadio Victoria. La policia quiere entrar en contacto con todas las personas que se encontraban en Sodra Hammarbyhamnen entre media noche y las tres y veinte de la manana. Aunque los datos no parezcan importantes, pueden ser de gran ayuda para la policia.

Recito de memoria unos numeros de telefono que mas tarde Rapport mostraria en la pantalla.

Cuando el fiscal general acabo, Evert Danielsson, del comite organizador de los Juegos Olimpicos, carraspeo.

– Esto es una tragedia -dijo nervioso-. Tanto para Suecia, pais organizador de los Juegos Olimpicos, como para el deporte en general. Los Juegos representan la competicion bajo las mismas condiciones, sin importar raza, religion, ideologia politica o sexo. Por lo tanto, es lamentable que alguien ataque a un simbolo como es el estadio, el escenario mismo de la competicion.

Annika se alzo cuanto pudo para poder ver mejor por encima de la camara de la CNN. Observo como los policias y el fiscal reaccionaron ante la parrafada sobre los Juegos de Danielsson. Se sobresaltaron, como era de esperar: alli estaba el jefe del comite organizador proponiendo un motivo y una descripcion del delito: que la explosion era un acto terrorista dirigido contra los mismos Juegos Olimpicos. Sin embargo todavia no sabian quien era la victima, ?o si lo sabian? ?El jefe del comite organizador no sabia lo que ya le habian confirmado a Annika, que probablemente era la accion de un miembro de la organizacion?

El fiscal interrumpio e intento hacer callar a Danielsson, que aun no habia terminado.

– Les pido -continuo el jefe del comite organizador-, a todos los que crean haber visto algo que se pongan en contacto con la policia. Es muy importante que el culpable sea detenido… ?que pasa?

Miro sorprendido al fiscal general, quien seguramente le habia pellizcado o dado una patada.

– Solo quiero anadir -dijo Kjell Lindstrom y se inclino sobre ios microfonos-, que no podemos senalar ningun motivo en estos momentos. -Miro con grandes ojos a Evert Danielsson-. No hay nada, repito, nada, que indique que esto sea una accion terrorista contra los Juegos Olimpicos. No se han recibido amenazas contra las instalaciones ni contra la misma organizacion de los Juegos. En estos momentos trabajamos con todas las pistas y motivos.

Se echo hacia atras.

– ?Alguna pregunta?

Los reporteros de television estaban preparados. En cuanto tuvieron la palabra lanzaron directamente sus preguntas. «Confrontacion» lo llamaban. Las primeras preguntas siempre tenian que ver con cosas ya sabidas,

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