Mary subio al cuarto de Lisa con un plato. Sentada al pie de su cama, le explico que si queria tener amigas debia mostrarse mas comunicativa en la escuela.
Los primeros dias de primavera trajeron consigo el sol, aunque por la manana el aire todavia era glacial. Era el final de la tarde y desde hacia una hora Joanne y Mary compartian un te en el salon. En ese momento Lisa regreso de la escuela.
La pequena dio un portazo al entrar, murmuro apenas un saludo y comenzo a subir por la escalera a su habitacion. La voz firme de Mary la detuvo en el sexto escalon. Lisa se dio la vuelta, desvelando un pantalon cubierto de manchas que hacia juego con sus mejillas manchadas de barro; el estado de sus zapatos no desentonaba en absoluto con sus ropas.
– ?Como es que vuelves a casa en ese estado? ?Acaso te banas en los charcos de lodo? ?Es que tendre que poner una lavanderia para que vayas limpia? -pregunto Mary, fuera de si.
– Subia a cambiarme -respondio Lisa con un tono impaciente.
– Es la ultima vez que te lo digo -chillo Mary cuando Lisa desaparecio por la escalera-. Y bajaras a hacerte un sandwich. Estoy cansada de que te pases el dia sin apenas comer, ?me has oido?
Del fondo del pasillo llego un «si» indolente, seguido de otro portazo. Mary volvio a sentarse junto a su amiga al tiempo que lanzaba un profundo suspiro. Joanne, de punta en blanco, resplandeciente en su traje de chaqueta beis, paso con delicadeza la mano por su pelo para asegurarse de que ningun mechon estaba desordenado y esbozo una sonrisa amable.
– No debe de ser muy facil soportar esta carga todos los dias - dijo.
– Si. Y cuando haya terminado con ella, sera el turno de Thomas, que no habra dejado de imitarla.
– Pero con ella debe de ser particularmente complicado.
– ?Por que?
– Sabes bien a que me refiero. Todas lo sabemos. Y te admiramos mucho.
– ?De que me hablas?
– Una adolescente siempre es dificil para una madre, pero Lisa viene de otro pais. No es del todo como las demas. Hacer caso omiso de sus diferencias y domesticarla como tu lo haces demuestra una gran generosidad por tu parte, que eres su madrastra.
El comentario resono en el cerebro de Mary como si le hubiesen dado con un martillo en la cabeza.
– ?Las relaciones entre Lisa y yo son objeto de comentarios?
– Hablamos, claro esta. Tu historia no es comun. ?Por suerte para nosotros! Perdona este ultimo comentario, no es generoso de mi parte. No, lo que quiero decir es que te compadecemos. Eso es todo.
La irritacion de Mary ante las primeras palabras de Joanne ahora habia evolucionado a una colera sorda. Estaba que se subia por las paredes. Aproximo su rostro al de Joanne casi con aspecto amenazador, y, parodiando el tono que adoptara su invitada, dijo:
– ?Y donde os compadeceis, querida? ?En el peluquero? ?En la sala de espera del ginecologo, del dietista o en el sofa del psicoanalista? A menos que sea en la camilla de masaje mientras os manosean. Dime, quiero saberlo, ?cuales son los momentos estelares en que hablais de mi? Sabia que vuestras vidas eran un autentico aburrimiento y que los anos no harian mas que empeorarlas. ?Pero no hasta ese punto y tan deprisa!
Joanne retrocedio, hundiendose un poco mas en el sofa.
– No te pongas asi, Mary. Es ridiculo. No habia nada de malo en lo que te he dicho. Lo tomas todo por la tremenda. Al contrario, estaba expresando el carino que todas te tenemos.
Mary se levanto y tomo a Joanne por el brazo, obligandola a incorporarse.
– ?Quieres saber algo mas, Joanne? Tu carino te lo puedes meter donde te quepa. ?Y no voy a ocultarte que todas me dais asco y tu, la presidenta del club de las malqueridas, mas que ninguna! Escuchame, voy a darte una pequena leccion de vocabulario. Si concentras bien la atencion de tu diminuto cerebro en lo que te voy a decir, se lo podras repetir a tus amigas sin equivocarte. ?Se domestica a los animales, a una nina se la educa! Si bien es verdad que cuando veo a tus hijos en la calle soy consciente de que aun no has entendido la diferencia. Pero intentalo de todas maneras. Te aburriras menos. Ahora vete de esta casa, porque si tardas un poco te sacare de una patada en el culo.
– Pero ?es que te has vuelto completamente loca?
– Si -grito ella-. Por eso es por lo que estoy casada desde hace tiempo. Educo a mis dos hijos, y soy feliz haciendolo. ?Fuera! ?Sal de aqui!
Mary cerro violentamente la puerta detras de Joanne, que se alejo a toda prisa por el sendero. Para recobrar el aliento e intentar disipar la migrana que le habia cogido, apoyo la frente contra la pared. Aun no se habia recuperado del sofoco, cuando el crujido de los escalones a sus espaldas la asusto.
Lisa, vestida con un chandal impecable, entraba en la cocina. Salio al poco rato llevando un plato en la mano. Se habia hecho un sandwich de jamon y pollo, con mahonesa y cuatro rebanadas de pan; era tan grande que para que se aguantase habia tenido que clavarle un palillo del restaurante chino al que llamaban cuando Mary no tenia ganas de cocinar. En mitad de la escalera, alli donde poco antes la habian interpelado, Lisa se dio la vuelta y con una gran sonrisa dijo:
– ?Ahora tengo hambre!
Despues se dirigio a su habitacion.
En el mes de julio los cuatro se fueron de vacaciones a las Montanas Rocosas. La montana, donde Lisa volvio a encontrar algo parecido a la libertad que le faltaba, hizo que se uniese mas a Thomas. Ya fuera escalando, trepando a los arboles, observando animales o recogiendo los insectos mas variados sin dejar que la picasen, ella iba siempre al limite de sus fuerzas y provocaba una gran admiracion en quien cada dia la consideraba un poco mas su hermana mayor. Mary, sin atreverse a confesarlo, sufria por la complicidad que se estaba creando entre ambos hermanos, la cual iba en detrimento del tiempo que ella pasaba con su hijo. Por las mananas, temprano, Lisa arrastraba a Thomas a una jornada de aventuras; ella representaba el papel de responsable de un campamento del Peace Corps y el nino el de las diferentes victimas del huracan.
A partir de aquella noche de tormenta, durante la cual se paso una buena parte protegiendo el secreto de los temblores que lo sacudian, Thomas habia sido ascendido a ayudante del campamento. Al dia siguiente, al amanecer, ella cogio un poco de tierra, que aun estaba cubierta de rocio, y la mezclo con agujas de pinos; aspiro profundamente el aroma que la mezcla desprendia. Durante el desayuno se la llevo a Philip, afirmando con orgullo, y para gran desesperacion de Mary, que aquello olia un poco a su pais, aunque mejor.
El mes paso muy deprisa y de regreso al hogar, los ninos experimentaron la sensacion de estar confinados. El retorno los instalo en la monotonia de los dias que se van acortando, cuandos los colores del otono ya no compensan el tono gris del cielo, que solo se ilumina con la promesa de un verano que volvera.
Por Navidad recibio un estuche de pintura que contenia varias cajas de lapices de colores, carboncillos, pinceles y tubos de
La pintura, que demostraba las cualidades artisticas de Lisa, representaba su pueblo. Habia pintado la plaza principal dominada por la pequena iglesia, la calle que conducia a