en una estrella.

Me gustaria poder llevarme a Toby conmigo al espacio, y puede que me lo permitieran porque a veces se llevan animales al espacio para los experimentos, o sea que si se me ocurriera un buen experimento con una rata que no le hiciera dano a la rata, podria pedir que me dejaran llevar a Toby.

Pero si no me dejaran iria igualmente porque seria un Sueno Hecho Realidad.

89

Al dia siguiente en el colegio le dije a Siobhan que Padre me habia dicho que ya no podia hacer de detective y eso significaba que el libro se habia acabado. Le ensene las paginas que habia escrito hasta entonces, con el dibujo del universo y el plano de la calle y los numeros primos. Y ella dijo que no importaba. Dijo que el libro era realmente bueno como estaba y que debia sentirme muy orgulloso de haber escrito un libro, incluso aunque fuera mas bien corto, y que habia algunos libros muy buenos que eran muy cortos, como El corazon de las tinieblas, que era de Conrad.

Pero yo le dije que no era un libro propiamente dicho porque no tenia un final propiamente dicho porque no habia descubierto quien habia matado a Wellington, asi que el asesino todavia Andaba Suelto.

Y ella dijo que era como la vida, donde no se resolvian todos los asesinatos y no se atrapaba a todos los asesinos. Como Jack el Destripador.

Dije que no me gustaba la idea de que el asesino aun Anduviese Suelto. Dije que no me hacia gracia pensar que la persona que habia matado a Wellington pudiese vivir en algun sitio cerca y que me la pudiera encontrar dando un paseo por la noche. Y eso era posible porque los asesinos suelen ser conocidos de la victima.

Entonces dije:

– Padre dijo que no debia volver a mencionar nunca el nombre del senor Shears en nuestra casa, que era un hombre malo. Quizas eso significa que fue la persona que mato a Wellington.

Y Siobhan dijo:

– A lo mejor es que a tu padre no le gusta mucho el senor Shears.

Y yo dije:

– ?Por que no?

– No lo se, Christopher -dijo ella-. No lo se, porque no se nada sobre el senor Shears.

– El senor Shears estaba casado con la senora Shears y la dejo, como en un divorcio -dije yo-. Pero no se si en realidad se divorciaron.

Y Siobhan dijo:

– Bueno, la senora Shears es amiga tuya, ?no? Amiga tuya y de tu padre. Asi que a lo mejor a tu padre no le gusta el senor Shears porque dejo a la senora Shears. Porque le hizo algo malo a una persona que es su amiga.

Y yo dije:

– Pero Padre dice que la senora Shears ya no es amiga nuestra.

– Lo siento, Christopher -dijo Siobhan-. Me gustaria poder responder a todas esas preguntas, pero simplemente no se que decirte.

Entonces sono el timbre que anunciaba que acababa el colegio.

Al dia siguiente vi pasar 4 coches amarillos seguidos de camino al colegio, lo que lo convertia en un Dia Negro, o sea que no comi nada en el almuerzo y me quede sentado en un rincon de la clase todo el dia y lei mi libro del curso de Matematicas de bachiller superior. Al dia siguiente, tambien vi 4 coches amarillos seguidos de camino al colegio, lo que lo convirtio tambien en un Dia Negro, asi que no hable con nadie y durante toda la tarde me quede sentado en un rincon de la biblioteca gimiendo con la cabeza apoyada con fuerza en una esquina y eso me hacia sentir tranquilo y seguro. Pero al tercer dia mantuve los ojos cerrados todo el camino al colegio hasta que bajamos del autocar porque despues de haber tenido 2 Dias Negros seguidos me permito hacer eso.

97

Pero no fue el final del libro porque cinco dias mas tarde vi 5 coches rojos seguidos, lo que lo convirtio en un Dia Super Bueno y supe que iba a pasar algo especial. En el colegio no paso nada especial o sea que tenia que pasar algo especial despues del colegio. Y cuando llegue a casa me fui hasta la tienda de la esquina a comprarme unos regalices y una Milky Bar con mi dinero de la semana.

Cuando me habia comprado los regalices y la Milky Bar me di la vuelta y vi a la senora Alexander, la anciana del numero 39, que tambien estaba en la tienda. No llevaba vaqueros. Llevaba un vestido como una anciana normal. Y olia a comida casera.

– ?Que te paso el otro dia? -me dijo.

– ?Que dia? -pregunte.

Y ella dijo:

– Cuando volvi a salir te habias ido. Tuve que comerme yo todas las galletas.

– Me marche -dije.

– Ya lo vi -dijo.

– Pense que podia llamar usted a la policia -dije.

Y ella pregunto:

– ?Por que iba a hacer eso?

Y yo dije:

– Porque yo estaba metiendo las narices en los asuntos de los demas y Padre me dijo que no debia investigar quien mato a Wellington. Y un policia me dio una amonestacion y si vuelvo a meterme en lios sera muchisimo peor a causa de la amonestacion.

Entonces la senora india del otro lado del mostrador le dijo a la senora Alexander:

– ?En que puedo servirla?

Y la senora Alexander dijo que queria medio litro de leche y un paquete de pastelillos de Jaffa y yo sali de la tienda.

Fuera de la tienda vi que el teckel de la senora Alexander estaba sentado en la acera. Llevaba un abriguito hecho de tartan, que es una tela escocesa y a cuadros. Le habian atado la correa a la tuberia junto a la entrada. A mi me gustan los perros, asi que me agache y le dije hola al perro de la senora Alexander y el me lamio la mano. Su lengua era aspera y humeda. Le gusto el olor de mis pantalones y empezo a olisquearlos.

Entonces la senora Alexander salio y dijo:

– Se llama Ivor.

Yo no dije nada.

Y la senora Alexander dijo:

– Eres muy timido, ?verdad, Christopher?

Y yo dije:

– No me esta permitido hablar con usted.

– No te preocupes -dijo ella-. No voy a decirselo a la policia y no voy a decirselo a tu padre, porque no tiene nada de malo charlar un poco. Charlar un poco es solo ser simpatico, ?no?

– Yo no se charlar -dije.

Entonces ella dijo:

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