esa investigacion.

Lo que decia Kurt Wallander era verdad. Pero no fue por consideracion a Rydberg y a su pierna por lo que sugirio que se hiciera a la inversa.

No queria dejar la caza de los asesinos de Lenarp. Aunque el trabajo policial se hacia en equipo, pensaba que los asesinos eran suyos.

– Tambien hay una tercera posibilidad -dijo Bjork-. Que Svedberg y Hanson se encarguen de Rune Bergman.

Kurt Wallander asintio con la cabeza. Estaba de acuerdo con Bjork.

Bjork se levanto de la silla coja.

– Necesitamos muebles nuevos -reconocio.

– Necesitamos mas policias -contesto Kurt Wallander.

Cuando Bjork se marcho, Kurt Wallander se sento a la maquina de escribir y redacto un extenso informe sobre la aprehension de Rune Bergman y Valfrid Strom. Se esforzo por escribir un informe al que Anette Brolin no tuviera nada que objetar. Tardo mas de dos horas. A las diez y cuarto saco la ultima hoja del rodillo, firmo el informe y se lo dejo a Rydberg.

Rydberg se encontraba en su escritorio con cara cansada. Cuando Kurt Wallander entro en su despacho, estaba acabando una conversacion telefonica.

– He oido que Bjork quiso separarnos -dijo-. Me alegro de no tener que ocuparme de ese Bergman.

Kurt Wallander coloco el informe sobre su mesa.

– Leetelo -dijo-. Y si no tienes nada que objetar, se lo entregas a Hanson.

– Svedberg ha hecho otro intento con Bergman esta manana -le conto Rydberg-. Pero todavia no dice nada. Aunque los cigarrillos encajan. La misma marca que habia en el barro al lado del coche.

– Me pregunto que se descubrira -dijo Kurt Wallander-. ?Que hay detras? ?Nuevos nazis? ?Racistas con ramificaciones en Europa? ?Como cono se puede cometer un crimen de esa clase? ?Salir a la carretera y pegarle un tiro a una persona totalmente desconocida? ?Solo porque da la casualidad de que es negro?

– No se -dijo Rydberg-. Pero esto es algo con lo que tendremos que aprender a vivir.

Acordaron verse media hora mas tarde, en cuanto Rydberg hubiera leido el informe. Entonces se concentrarian en la investigacion de Lenarp.

Kurt Wallander se encamino hacia la oficina de la fiscal. Anette Brolin estaba en la audiencia. Dejo el centro floral a la chica de la recepcion.

– ?Es su cumpleanos? -pregunto la chica.

– Algo asi -contesto Kurt Wallander.

Cuando volvio a su despacho, su hermana Kristina estaba esperandole. Ya habia salido cuando el se desperto por la manana.

Le informo de que habia hablado con un medico y con la asistenta social.

– Papa parece mejor -dijo-. No creen que este entrando en una senilidad cronica. Tal vez fuera solo un trastorno temporal. Hemos decidido intentar que vaya una asistenta regularmente a su casa. Queria saber si podrias llevarnos hoy sobre las doce. Si no tienes tiempo, quiza me dejes tu coche.

– Claro que os llevare. ?Sabemos quien sera la asistenta?

– Voy a hablar con una senora que vive bastante cerca de papa.

Kurt Wallander asintio con la cabeza.

– Suerte que estas aqui -dijo-. No habria podido hacerlo yo solo.

Acordaron que el iria al hospital sobre las doce. Cuando su hermana se marcho, ordeno los papeles del escritorio y puso la carpeta gruesa con el material de investigacion sobre Johannes y Maria Lovgren delante de si. Era hora de volver a empezar desde el principio.

Bjork habia dado ordenes de que hubiera cuatro personas en el grupo de investigacion hasta nuevo aviso. Como Naslund estaba en cama con gripe, solo eran tres los que se reunieron en el despacho de Rydberg. Martinson permanecia callado y parecia tener resaca. Pero Kurt Wallander recordaba su actuacion decisiva cuando se ocupo de la viuda histerica en Hageholm.

Empezaron con un escrupuloso estudio de todo el material.

Martinson pudo completarlo con diferentes datos que habia sacado de su trabajo en los registros criminales centrales. Kurt Wallander sintio una gran seguridad ante aquel lento y metodico examen de los diferentes detalles. Para un observador ajeno, aquel trabajo probablemente seria aburrido y agotador. Pero para los tres policias la cosa era diferente. La verdad y la solucion podrian encontrarse bajo la combinacion de los detalles mas insignificantes.

Marcaron los cabos sueltos que debian tratar en primer lugar.

– Tu te ocupas del viaje a Ystad de Johannes Lovgren -le dijo a Martinson-. Debemos saber como llego a la ciudad y como volvio a casa. ?Tendra mas cuentas bancarias que no conozcamos? ?Que hizo durante la hora que transcurrio entre las visitas a los dos bancos? ?Se fue de compras a alguna tienda? ?Quien lo vio?

– Creo que Naslund empezo a llamar a todos los bancos -dijo Martinson.

– Llamale a su casa y preguntaselo -ordeno Kurt Wallander-. Esto no puede esperar hasta que este bueno otra vez.

Rydberg visitaria a Lars Herdin y Kurt Wallander iria de nuevo a Malmo para hablar con Erik Magnuson, el hombre del cual Goran Boman sospechaba que era el hijo secreto de Johannes Lovgren.

– Los demas detalles quedan aplazados de momento -anuncio Kurt Wallander-. Empezaremos con esto y nos vemos de nuevo a las cinco.

Antes de ir al hospital, llamo a Goran Boman a Kristianstad y hablaron sobre Erik Magnuson.

– Esta trabajando en el Consejo General -dijo Goran Boman-. Por desgracia no sabemos en que. Hemos tenido un fin de semana excepcionalmente problematico por peleas y borracheras. Apenas he podido hacer mucho mas que tirar a la gente de las orejas.

– Ya le encontrare -dijo Kurt Wallander-. Te llamare manana por la manana a mas tardar.

Unos minutos despues de las doce se marcho al hospital. Su hermana le esperaba en la recepcion y juntos subieron en ascensor a la planta donde habian trasladado a su padre despues de pasar en observacion las primeras veinticuatro horas. Cuando llegaron, ya le habian dado el alta y estaba esperandolos en el pasillo, sentado en una silla. Llevaba el sombrero puesto y la maleta, con la ropa interior sucia y los tubos de pintura, estaba a su lado. Kurt Wallander no reconocia el traje.

– Se lo compre -dijo su hermana cuando le pregunto-. Hara mas de treinta anos que no se compra un traje nuevo, ?verdad?

– ?Que tal, papa? -pregunto Kurt Wallander cuando estuvo delante de el.

El padre lo miro fijamente a los ojos. Kurt Wallander comprendio que se habia recuperado.

– Tengo ganas de volver a casa -dijo de forma escueta, y se levanto.

Kurt Wallander tomo la maleta y su padre se apoyo en Kristina. Ella se sento con el en el asiento trasero durante el viaje a Loderup.

Kurt Wallander, que tenia prisa por llegar a Malmo, prometio volver hacia las seis. Su hermana se quedaria a dormir y le pidio que comprara comida para la cena.

El padre se cambio el traje por su mono de pintar. Ya estaba delante de su caballete continuando con su cuadro inacabado.

– ?Crees que se arreglara solo con la ayuda de la asistenta social? -pregunto Kurt Wallander.

– Tendremos que esperar para verlo -contesto su hermana.

Eran casi las dos de la tarde cuando Kurt Wallander torcio por delante del edificio principal del Consejo General de la provincia de Malmohus. Antes hizo una parada en el motel de Svedala para comer un plato rapido. Aparco el coche y entro en la gran recepcion.

– Busco a Erik Magnuson -le dijo a la mujer que abrio la ventanilla de cristal.

– Al menos tenemos tres Erik Magnuson trabajando en el Consejo General -contesto-. ?A cual de ellos busca?

Kurt Wallander saco su placa de identificacion y se la enseno.

– No lo se -dijo-. Pero nacio a finales de los anos cincuenta.

La mujer de detras de la ventanilla se percato enseguida de lo que sucedia.

– Entonces tendra que ser Erik Magnuson del almacen central -dijo-. Los otros dos son bastante mayores.

Вы читаете Asesinos sin rostro
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату