haciendo la mayor parte de su vida. Me refiero a que el presidente te dice que hagas algo, y lo haces. Le condenaron a veinte anos, cosa que en mi opinion es una ganga, pero a cambio dio a la fiscalia toda la informacion. Quiza valio la pena. Es probable que salga en libertad cuando cumpla los cincuenta. La mancomunidad decidio no procesarle en reconocimiento a su cooperacion contra Richmond.

– ?Que paso con Russell?

Frank casi se ahogo con la cerveza.

– Bien, la tia canto hasta por los codos. Se gastaron una fortuna en horas extraordinarias para los reporteros asistentes al juicio. No habia manera de hacerle callar. Consiguio el mejor arreglo de todos. Ni un solo dia de carcel. Miles de horas de trabajo comunitario. A prueba durante diez anos. Por conspiracion criminal. ?Se lo puede creer? Entre nosotros, la pobre estaba chalada. Trajeron a un psiquiatra designado por el tribunal. Es posible que pase unos cuantos anos en algun hospital antes de que pueda salir a la calle. Pero tengo que decirlo, Richmond la martirizo. Fisica y emocionalmente. Si la mitad de lo que dijo es cierto, fue algo horripilante. Sacado del mismisimo infierno.

– ?Y que hicieron con Richmond?

– Digame la verdad, estuvo en Marte, ?no? El juicio del milenio y usted tan tranquilo durmiendo.

– Alguien tenia que hacerlo.

– Lucho hasta el final. Eso se lo reconozco. Se debio gastar hasta el ultimo centimo. El tipo metio la pata en el banquillo. Se mostro tan arrogante, sin importarle un rabano mentir como un bellaco. Rastrearon la transferencia hasta la Casa Blanca. Russell habia sacado los fondos de una multitud de cuentas pero cometio el error de reunir los cinco millones en una sola antes de enviarla. Quiza tuvo miedo de que si el dinero no aparecia entero Luther iria a la poli. El plan funciono aunque el no lo vio. Richmond no supo contestar a eso ni a muchas otras cosas. Le hicieron pedazos. Trajo un Quien es quien de la grandeza americana, y no le sirvio de nada. Hijo de puta. Un tipo peligroso y enfermo si quiere saber mi opinion.

– El tipo encargado de los codigos nucleares. Muy bonito. ?Cual fue la condena?

Frank contemplo las ondulaciones del agua antes de responder.

– Le condenaron a muerte, Jack.

– Y una mierda. -Jack le miro atonito-. ?Como se las apanaron?

– Un procedimiento un tanto dudoso desde un punto de vista estrictamente legal. Le acusaron segun el estatuto de contratar a un asesino. Es el unico caso donde no se aplica la regla del autor material.

– ?Como demonios hicieron para sostener la acusacion?

– Argumentaron que Burton y Collin eran subordinados a sueldo cuya unica mision era hacer aquello que les mandaba el presidente. El ordeno los asesinatos. Como si fueran pistoleros de la Mafia. Parece un poco exagerado, pero el jurado dicto el veredicto y la sentencia, y el juez los acepto.

– ?Diablos!

– Eh, solo porque el tipo era el presidente no quiere decir que merezca un trato diferente al de los demas. No veo por que debemos sorprendernos por lo que paso. ?Sabe la clase de persona que se necesita ser para llegar a presidente? No son normales. Empiezan bien, pero cuando llegan a ese nivel venden el alma al diablo y aplastan a tanta gente que acaban por no parecerse en nada a usted y a mi, ni por los pelos. -Frank observo las profundidades de la piscina antes de anadir-: Pero nunca le ejecutaran.

– ?Por que no?

– Los abogados apelaran, los opositores a la pena de muerte haran campana, el gobierno recibira peticiones de clemencia de todo el mundo. El tipo esta hundido a nivel de popularidad, pero todavia conserva amigos muy poderosos. Encontraran algun fallo en el proceso. Ademas, el pais quizas esta de acuerdo en ejecutar a la escoria. Pero no tengo muy claro si los Estados Unidos seran capaces de ejecutar al tipo que votaron como presidente No quedaria muy bien desde una perspectiva global. A mi me inquieta, aunque el cabron se lo merece.

Jack recogio agua en el cuenco de la mano y se la echo por los brazos. Miro a la distancia.

– Tambien han salido algunas cosas positivas de todo esto -continuo el detective, que miro preocupado a su amigo-. Fairfax quiere nombrar al aqui presente jefe de division. Me han hecho ofertas de una docena de ciudades para que sea jefe de policia. El fiscal jefe en el caso Richmond, segun dicen, ganara de calle los comicios para fiscal general. -Frank bebio un trago de cerveza-. ?Que me dice de usted, Jack? Usted fue el que los pillo. Enganar a Burton y al presidente fue idea suya. Muchacho, cuando descubri la linea de telefono pinchada casi me da un ataque. Usted tenia razon. ?Que sacara de todo esto?

– Estoy vivo -respondio Jack-. Ya no soy un abogado para ricos en Patton, Shaw y no me casare con Jennifer Baldwin. Creo que es suficiente.

– ?Tiene alguna noticia de Kate? -pregunto Seth mientras miraba las venas azules de las piernas.

– Esta en Atlanta -Jack acabo la cerveza-. Al menos estaba alli la ultima vez que escribio.

– ?Se quedara alli?

– No esta muy segura. -Jack se encogio de hombros-. La carta no lo decia muy claro. Luther le dejo la casa en herencia.

– Me sorprenderia si la acepta. Comprada con dinero ilicito.

– El padre de Luther se la dejo, comprada y pagada con buen dinero. Luther conocia a su hija. Pienso que le queria dejar alguna cosa. Un hogar no esta nada mal.

– ?Si? Un hogar necesita dos personas, si quiere mi opinion. Y despues, panales sucios y biberones para estar completo. Jack, ustedes estaban hechos el uno para el otro. Se lo juro.

– No estoy muy seguro de que eso tenga importancia, Seth. -Se seco los brazos-. Ha pasado por muchos sufrimientos. Quiza demasiados. Yo estoy vinculado a toda esa historia. No puedo culparla por querer apartarse de todo. Hacer borron y cuenta nueva.

– Usted no era el problema, Jack. Por lo que vi era todo lo demas. Jack miro a un helicoptero que atravesaba el cielo.

– Estoy un poco cansado de ser siempre el que da el primer paso, Seth. ?Sabe lo que quiero decir?

– Lo adivino. -Frank miro su reloj.

– ?Tiene que ir a alguna parte? -le pregunto Jack al ver el movimiento.

– Solo pensaba en que necesitamos algo mas fuerte que la cerveza. Conozco un lugar muy bonito cerca de Dulles. Costillares largos como mi brazo, mazorcas asadas de medio kilo y tequila hasta que sale el sol. Y algunas camareras de muy buen ver si quiere probar suerte, aunque yo como un hombre casado me limitare a observar desde una distancia respetuosa como hace el tonto. Cogeremos un taxi para ir a casa porque los dos estaremos borrachos y tendra que dormir en mi casa. ?Que me dice?

– ?Me firmara un vale? -replico Jack, con una sonrisa-. Suena tentador.

– ?Esta seguro?

– Lo estoy. Gracias, Seth.

– Pues ya lo tiene. -Frank se levanto, desenrollo las perneras de los pantalones y fue a buscar los zapatos y los calcetines.

– ?Que le parece venir a mi casa el sabado? Haremos una barbacoa, hamburguesas, patatas fritas y perritos calientes. Tambien tengo entradas para el Camden Yard.

– Hecho.

Frank acabo de atarse los cordones y se dirigio hacia la puerta. Antes de salir se volvio para mirar a su amigo.

– Eh, Jack, no piense demasiado, ?vale? Algunas veces no es saludable.

– Gracias por la cerveza -respondio Jack levantando la lata.

Se marcho el detective y Jack se tendio en el suelo de cemento. Contemplo el cielo que parecia tener mas estrellas que numeros. Algunas veces se despertaba de un sueno muy profundo, y se daba cuenta de que habia estado sonando las cosas mas extranas. Pero lo que habia sonado le habia ocurrido en realidad. No era muy agradable. Solo aumentaba la confusion que, a su edad, esperaba haber eliminado de su vida.

Un vuelo de una hora y media hacia el sur era, sin duda, el mejor remedio a sus males. Kate Whitney podia o no regresar. Solo tenia claro que no iria tras ella. Esta vez seria responsabilidad de Kate volver a formar parte de su vida. Y no era por resentimiento que Jack lo consideraba necesario. Kate tenia que tomar una decision. Sobre su vida y como queria vivirla. El trauma emocional que habia experimentado con su padre habia sido superado por la culpa y la pena que soporto con su muerte. La mujer tenia que pensar en muchas cosas.

Y Kate habia dejado bien claro que queria hacerlo sola. Llevaba razon.

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