canciones populares. Son poemas epicos.
Me senti un poco decepcionado. Esperaba alguna especie de documento historico raro, algo acerca de Dracula.
– ?Alguna habla de nuestro amigo?
– No, me temo que no. No obstante, una cancion se me quedo grabada y pense en ella otra vez cuando me hablaste de lo que Selim Aksoy queria que vieramos en el archivo de Estambul, ya sabes, ese pasaje sobre los monjes de los Carpatos que entran en la ciudad de Estambul con sus carretas y mulas, ?te acuerdas? Lamento no haberle pedido a Turgut que nos escribiera la traduccion.
Empezo a pasar las paginas del volumen con mucho cuidado. Algunos de los largos textos estaban ilustrados en la parte superior con xilografias, la mayoria adornos con aspecto de bordados populares, pero tambien algunas toscas representaciones de arboles, casas y animales. La tipografia era muy nitida, pero el libro en si era chapucero, como hecho en casa. Helen siguio con los dedos las primeras lineas de los poemas, mientras sus labios se movian poco a poco, y meneo la cabeza.
– Algunas de estas baladas son muy tristes -dijo-. En el fondo, los rumanos somos muy diferentes de los hungaros.
– ?Por que?
– Bien, existe un proverbio hungaro que dice: «El magiar vive los placeres con tristeza». Y es verdad. Hungria esta plagada de canciones tristes, y en las aldeas hay violencia, alcoholismo y suicidios.
Pero los rumanos son aun mas tristes. Creo que no nos hace tristes la vida, sino que somos tristes por naturaleza. -Inclino la cabeza sobre el libro-. Escucha esto. Es tipico de estas canciones.
Tradujo despacio, y el resultado fue algo parecido a esto, aunque esta cancion en concreto es diferente y procede de un pequeno volumen de traducciones del siglo XIX que se encuentra ahora en mi biblioteca privada:
La nina que ha muerto fue siempre dulce y bondadosa.
Ahora la hermana menor exhibe la misma sonrisa.
Dijo a su madre: «Oh, madre querida,
mi buena hermana muerta me dijo que no temiera.
La vida que no pudo vivir me entrega,
para darte renovada felicidad».
Pero no, la madre no pudo levantar la cabeza,
y siguio llorando por la hija que estaba muerta.
– Santo Dios -dije estremecido-. No cuesta creer que una cultura capaz de crear una cancion semejante creyera en vampiros e incluso los engendrara.
– Si -dijo Helen, y meneo la cabeza, pero ya estaba pasando mas paginas del volumen-.
Espera. -Hizo una repentina pausa-. Podria ser esto.
Estaba senalando un breve verso con una vistosa xilografia debajo que parecia plasmar edificios y animales enmaranados en un bosque espinoso.
Soporte la tension durante varios minutos, mientras Helen leia en silencio, y por fin levanto la vista. Habia un brillo de entusiasmo en sus ojos.
– Escucha esto. Traducire lo mejor que pueda.
Reproduzco aqui una traduccion exacta, que he guardado durante estos veinte anos entre mis papeles.
Llegaron a las puertas, llegaron a la gran ciudad.
Llegaron a la gran ciudad desde el pais de la muerte.
«Somos hombres de Dios, hombres de los Carpatos.
Somos monjes y hombres santos,
pero solo traemos malas noticias.
Traemos noticias de una epidemia en la gran ciudad.
Serviamos a nuestro amo, y venimos a llorar por su muerte.»
Llegaron a las puertas y la ciudad lloro con ellos cuando entraron.
El siniestro verso me produjo un escalofrio, pero tuve que poner las debidas objeciones.
– Esto es muy general. Se mencionan los Carpatos, pero deben aparecer en docenas, incluso centenares, de textos antiguos. Y la «gran ciudad» podria significar cualquier cosa.
Quiza signifique la Ciudad de Dios, el reino de los cielos.
Helen meneo la cabeza.
– No lo creo -dijo-. Para los pueblos de los Balcanes y la Europa Central, tanto cristianos como musulmanes, la gran ciudad siempre ha sido Constantinopla, a menos que cuentes a la gente que peregrino a Jerusalen o a La Meca a lo largo de los siglos. Por otra parte, la mencion de la epidemia y los monjes me parece relacionada con la historia del parrafo de Selim Aksoy. ?El amo al que se refieren no podria ser Vlad Tepes?
– Supongo -dije dudoso-, pero ojala tuvieramos mas datos. ?Que antiguedad crees que tiene la cancion?
– Es algo muy dificil de precisar cuando se trata de letras tradicionales. -Helen compuso una expresion pensativa-. Este volumen fue impreso en el ano 1790, como puedes ver, pero no consta el nombre del editor ni el del lugar en que se imprimio. Las canciones tradicionales pueden sobrevivir doscientos, trescientos o cuatrocientos anos sin problemas, de modo que esta podria ser varios siglos mas antigua que el libro. Podria datar de finales del siglo quince, o podria ser incluso mas antigua, lo cual daria al traste con nuestros propositos.
– La xilografia es curiosa -dije, y la mire con mas detenimiento. -El libro esta lleno de este tipo de xilografias -murmuro Helen-. Recuerdo que me sorprendio la primera vez que lo examine.
Esta no parece relacionada con el poema. Me recuerda a un monje orando o a una ciudad de elevadas murallas.
– Si -dije-, pero acercate mas. -Nos inclinamos sobre la diminuta ilustracion, y nuestras cabezas casi se tocaron-. Ojala tuvieramos una lupa -dije-. ?No te da la impresion de que en este bosque o arboleda hay cosas escondidas? No se ve ninguna gran ciudad, pero si te fijas bien, aqui se ve un edificio similar a una iglesia, con una cruz en la punta de la cupula, y al lado…
– Un animal pequeno. -Helen entorno los ojos-. Dios mio -exclamo-. Es un dragon.
Asenti, y nos acercamos mas, casi sin respirar. La forma tosca y diminuta era
espantosamente familiar: alas extendidas, cola ensortijada. No tuve que sacar mi libro del maletin para comparar.
– ?Que significa esto?
Aquella imagen, aunque fuera en miniatura, acelero mi corazon.
– Espera. -Helen examino la xilografia acercando su cara a dos o tres centimetros de la pagina-. Maldicion. Apenas se ve, pero aqui hay una palabra, espaciada entre los arboles,
de letra en letra. Son muy pequenas, pero estoy segura de que son letras.
– ?Drakulya? -pregunte en voz muy baja.
Ella nego con la cabeza.
– No, pero podria ser un nombre. Ivi… Ivireanu. No lo conozco. Nunca lo habia visto escrito, pero muchos nombres rumanos acaban en «u». ?Que demonios debe significar este nombre aqui?
Suspire.
– No lo se, pero creo que tu instinto no te engana: esta pagina esta relacionada con Dracula. De lo contrario, no saldria el dragon. Ese no, al menos.
Nos miramos, impotentes. La sala, tan placida e invitadora media hora antes, se me antojaba deprimente ahora, un mausoleo de conocimientos olvidados.
– Los bibliotecarios no saben nada de este libro -dijo Helen-. Recuerdo que ya pregunte sobre el, porque es una rareza.
– Bien, esto tampoco lo podemos solucionar -dije por fin-. Llevemonos al menos una traduccion, para acordarnos de lo que hemos visto.
