Se abrio el ascensor y salio Tarasoff.

– Senor, hay algo nuevo. Acabo de oirlo en la radio. Tiros en el edificio Berkman.

Nick y Potter se miraron.

– ?Dios mio! -exclamo el primero-. Sarah…

– ?Donde esta Van Dam? -pregunto el segundo.

– No lo se, senor. Sigue sin contestar al telefono.

– Se acabo. Vamonos, O'Hara -entraron los tres en el ascensor-. No se por que me juego mi carrera por ti. Ni siquiera me caes bien. Pero tienes razon. O nos movemos ahora o, si esperamos las ordenes de Van Dam, acabaremos todos en el hospital -miro a Tarasoff-. Y yo no he dicho eso. ?Entendido?

– Si senor.

Potter examino a su subordinado.

– ?Que talla usas?

– ?Senor?

– De camisa.

– Ah… dieciseis.

– Bien. Prestele la camisa a O'Hara. Estoy harto de verle los pelos del pecho. Y no tema, me ocupare de que no se la manche de sangre.

Tarasoff obedecio, pero no parecia comodo en camiseta y chaqueta. Salieron hacia el aparcamiento.

– Llama por radio y pide que vaya un equipo al edificio.

– ?Debo intentar localizar a Van Dam?

Potter vacilo un instante. Vio la mirada de advertencia de Nick.

– No -dijo-. Por el momento, este sera nuestro secreto.

Tarasoff lo miro perplejo.

– Si, senor.

Nick se colo en el asiento de atras del coche.

– ?Sabes, Potter? Puede que no seas tan tonto como creia.

El otro movio la cabeza con aire sombrio.

– O puede que si -repuso-. Puede que si.

Sarah aterrizo sobre la espalda con un golpe sordo.

Lo primero que sintio fue alegria de estar viva. Vio la ventana a unos cinco metros encima de ella y comprendio que habia caido a un tejado adyacente. Los gritos de Kronen la pusieron en movimiento. Estaba de pie en la ventana, gritando ordenes. Otras voces respondian desde la oscuridad de abajo. Sus hombres registraban el suelo en busca de su cuerpo. Al no encontrarlo, no tardarian en volver su atencion al tejado.

Se puso en pie. Sus ojos se habian adaptado ya a la oscuridad y podia distinguir la linea del tejado contra el cielo. De repente noto que no eran solo sus ojos: el cielo se habia aclarado. Se acercaba el amanecer. Y ella tenia que llegar a un lugar seguro antes de que saliera el sol.

Bajo ella habia luces de linternas. Unos pasos rodeaban el edificio. Los hombres volvieron a gritar. No habian encontrado su cuerpo.

Sarah subia ya una pendiente de tejas. Al llegar arriba, se dejo caer al tejado de al lado. La niebla parecia cerrarse en torno a ella como un velo protector. Tenia el vestido empapado de las tejas mojadas y el raso se pegaba a ella como una segunda piel helada. Paso de las tejas a una superficie plana de grava y corrio hacia una puerta en el tejado. Estaba cerrada. La golpeo con los punos hasta que se hizo dano en las manos, pero no se abrio. Se volvio y busco otra ruta de escape… otra puerta, una escalera… El cielo se aclaraba cada vez mas. Tenia que salir de aquel tejado. Un grito lejano le dijo que ya la habian descubierto.

El tejado siguiente se elevaba ante ella como una pared de teja. Aparte de una ventana alta y una antena en la parte superior, el resto de su superficie era lisa como el hielo. Jamas podria escalarlo.

Los gritos llegaron de nuevo, esa vez mas cerca. Una teja suelta cayo del tejado y se estrello en la acera. Se volvio y vio a Kronen saliendo por la ventana. Iba hacia ella. Rodeo su jaula del tejado como un pajaro atrapado, buscando desesperadamente una salida. En la parte de atras solo habia una caida vertical hasta un callejon. Corrio al otro lado y se asomo por el borde. Mucho mas abajo se veia la calle. No habia terrazas ni escaleras que cortaran su caida si saltaba. Solo el suelo mojado, esperando a su cuerpo.

Oyo un ruido en las tejas y Kronen lanzo un juramento. Su revolver habia caido a la calle. Estaba ya en el segundo tejado. Unos segundos mas y estaria a su lado.

Volvio a mirar el tejado vertical de al lado, una barrera infranqueable entre la libertad y ella. Sintio una llovizna fria mezclandose con sus lagrimas. Entonces, a traves de las lagrimas, vio un alambre negro que bajaba desde la antena. ?Seria lo bastante fuerte para soportar su peso?

El ruido de los pasos de Kronen en la grava acabo con sus dudas. Se agarro al alambre y empezo a subir el tejado empinado. Sus pies resbalaron unos centimetros y luego encontraron apoyo. Subio poco a poco.

El juramento de Kronen resono en los edificios. No se atrevia a volver la vista a ver si la seguia. Su mirada estaba fija delante, en la superficie mojada de la pizarra gris. Los dedos le dolian. Tenia los pies hinchados. El tejado parecia extenderse eternamente. Solo se oia el viento y los gritos de rabia de Kronen.

Siguio avanzando, sin poder ver su objetivo ni cuanto le quedaba. Continuo su esfuerzo hasta que al fin sus dedos se cerraron en torno a la antena. ?El metal parecia tan solido, tan fuerte! Termino de subir los ultimos centimetros y se sento. Tenia que descansar unos segundos.

Pero cuando levanto la cabeza y miro lo que habia al otro lado, vio que no habia nada. Habia llegado al final de la fila. Mas abajo no habia otro tejado, solo una caida hasta la calle.

Lagrimas de desesperacion rodaron por sus mejillas. Bajo la cabeza y sollozo como una nina asustada. El ruido de su llanto ahogo todo lo demas. Luego, percibio otro sonido, debil al principio, pero cada vez mas fuerte: una sirena.

Kronen tambien lo oyo. La miro como un poseido. Busco con frenesi otro modo de subir. No lo habia. Se agarro al alambre con un juramento y empezo a subir hacia ella.

Sarah lo observo con incredulidad. Era alto y se movia como un mono por el tejado de pizarra. La joven tiro con fuerza del alambre, intentando en vano soltarlo de la antena. Intento ponerse en pie y esperarlo. La sirena se olia muy cerca. Solo necesitaba unos momentos.

Los dedos de Kronen se cerraron en la parte de arriba del tejado. Sarah vio su cabeza asomar por alli. Sus ojos la miraron. En ellos no habia ni rabia ni odio, sino algo mas terrible… anticipacion. Esperaba impaciente su muerte.

– ?No! -grito ella-. ?No!

Se lanzo hacia el. Sus dedos se clavaron en sus ojos, obligandolo a retroceder hacia el borde. El hombre le sujeto la muneca y la retorcio de tal modo que ella grito. Al soltarse se tambaleo y estuvo a punto de perder el equilibrio. Kronen subio a la parte superior y avanzo despacio hacia ella.

Se miraron un momento, los dos solos en el tejado. Uno de ellos no sobreviviria. No se dejaria capturar viva.

El hombre saco una navaja de la chaqueta y ella retrocedio un paso mas. La hoja se acerco mas a ella. Ya no pensaba capturarla viva. Queria matarla. Sarah cruzo los brazos delante en un gesto automatico de proteccion. Sintio el dolor en el brazo cuando la hoja toco la carne desnuda. Se dejo caer de rodillas. Los zapatos de el crujieron al acercase a ella. Clavo el tacon en el vestido de ella, sujetandola al tejado. No podia escapar. Ni siquiera podia levantarse. Observo en silencio como volvia a elevarse la hoja en un arco mortal.

Todos sus instintos primitivos se unieron en un ultimo y desesperado acto de supervivencia. Se lanzo a las rodillas de el con un grito. Kronen se tambaleo y ella ataco su pie. El golpe movio el tobillo de su sitio. Kronen trato de buscar un punto de apoyo. La navaja cayo sobre el tejado. Al caer hacia la calle, se agarro al borde del tejado, pero solo un momento. Sus ojos se encontraron con los de ella; era una mirada de infinita sorpresa. Cayo al vacio con los brazos levantados hacia el cielo. La joven cerro los ojos. Los gritos de el resonaban todavia en sus oidos mucho despues de que hubiera llegado a la calle.

Queria vomitar. El mundo daba vueltas a su alrededor. Bajo la cabeza y apreto la mejilla contra la teja fria y mojada para combatir la nausea. Se estremecio. En la calle se oian ruidos de sirenas y voces, pero estaba agotada y tenia demasiado frio para moverse. Solo el grito de Nick consiguio hacerla mirar.

Estaba abajo, en la calle, agitando los brazos en su direccion, sus ojos se llenaron de lagrimas.

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