mirandola con ojos ausentes, con sus ojos que veian y no veian. Sacudia la cabeza, atras y adelante, hasta que Rowan no pudo mas. Se incorporo y salio disparada hacia la puerta. Estaba cerrada, y no pudo salir. Golpeo la puerta con los punos, hasta que se acerco John y le puso el brazo sobre los hombros. El doctor Christopher los dejo salir.
El medico estaba emocionado.
– Jamas pense que vendria a visitarlo, pero le ha ayudado a dar un paso muy importante. Increible. -El doctor Christopher se balanceaba sobre los talones-. ?Vendra de nuevo? Podemos trabajar juntos para sacarlo de su postracion mental. Es la primera vez que veo la posibilidad de llegar a el.
Rowan se lo quedo mirando, boquiabierta, con los ojos muy abiertos.
– ?Me esta hablando en serio? Espero que se pudra en el infierno.
El medico fruncio el ceno y parpadeo.
– Es un enfermo mental, senorita Smith. No sabia que hacia cuando mato a su madre.
– Yo no creo eso. Espero que este sufriendo en ese mundo que se ha creado. Siempre golpeaba a mi madre. La golpeaba hasta dejarle moretones y hacerla sangrar. Ella se quedaba a su lado porque decia que lo amaba - dijo, con una sonrisa amarga-. Y ahora esta muerta. El la mato. Espero que cuando finalmente muera se queme en el infierno. -Callo y se quedo mirando al medico con expresion desafiante.
– Nunca pense que hubiera peor castigo que la muerte. Pero quiza si lo hay.
– ?Te encuentras bien? -pregunto John, mientras esperaban una mesa en el restaurante del hotel.
Despues de dejar Bellevue, se dirigieron a las oficinas del FBI, donde Collins habia establecido un cuartel de operaciones provisional para coordinarse con Los Angeles y Washington. La prioridad numero uno era distribuir la foto de Bobby MacIntosh al personal de las lineas aereas en todo el pais. Despues del once de septiembre, se habia creado un mecanismo precisamente con ese fin, aunque su eficacia dependia de los funcionarios locales.
Despues de que Rowan le conto a Collins lo que habia dicho su padre, se encerro en si misma. John no podia culparla. El tambien habria querido estar a solas despues de una experiencia como esa. Ahora estaban solos. Collins se habia retirado a su habitacion, aunque John dudaba que pudiera conciliar el sueno. La culpa era un poderoso elemento para mantenerse insomne.
– Estoy bien -dijo Rowan.
– Sabes que puedes hablar conmigo, ?no?
Ella lo miro como intrigada, y John fruncio el ceno. ?Acaso no confiaba en el? ?Despues de todo lo que habian vivido juntos?
Sin embargo, el la habia tratado como un trapo despues de la muerte de Michael el viernes por la noche.
El viernes. Habian pasado tres noches, setenta y dos horas desde que Michael muriera acribillado. Y John estaba alli, en un elegante restaurante de Boston con la mujer de la que se habia enamorado su hermano.
– ?John? -pregunto Rowan, preocupada.
El no tenia ganas de hablar de Michael, pero ella tenia derecho a saber que pensaba.
– No te culpo por la muerte de Michael. Por favor, creeme. No estaba en mis cabales, y dije cosas que no queria decir. Me he pasado de la raya.
Ella asimilo sus palabras y John la vio sacudir lentamente la cabeza.
– Puede que no me culpes, pero eso no quita que siga siendo culpa mia.
– Rowan, tu ni siquiera sabias que el asesino era tu hermano. Tenias toda la razon del mundo para pensar que estaba muerto.
A Rowan se le llenaron los ojos de lagrimas, que no llegaron a derramarse.
– No puedo creer que Roger me haya ocultado esto tanto tiempo.
Una camarera se les acerco.
– Su mesa esta lista -aviso-. Para tres.
– Gracias -dijo John, y asintio con la cabeza.
– ?A quien esperamos? Espero que no sea Roger. No… no puedo estar con el en este momento.
– No es Roger. Es Peter.
Rowan lo miro con expresion de sorpresa.
– ?Peter? Pero se supone que tiene que seguirse manteniendo en el anonimato. ?Que pasara si…?
El le sello los labios con el dedo.
– Rowan, Roger me ha dado su numero y lo he llamado. Quiere verte. Creo que te haria bien, sobre todo despues de lo que has vivido hoy.
La indecision que se adivinaba en su rostro era palpable. Queria a su hermano, pero temia por el.
– Tiene una escolta del FBI, si eso te hace sentir mejor.
– Un poco -confeso ella.
Se sentaron a la mesa y Rowan no dejaba de girar la cabeza buscando a su hermano.
Respiro hondo y, cuando hablo, su voz era tensa.
– John, llegue a apreciar mucho a Michael. Me gustaba. Lamento mucho que ya no este.
– No sigas. -Su voz era mas ruda de lo que hubiera deseado-. Yo no te culpo, Rowan. Tienes que dejar de culparte.
John respiro largo y profundo. Tenia los punos apretados y los relajo lentamente, intentando aliviar la tension acumulada desde la muerte de Michael. Era culpa suya mas que de nadie.
No queria gritarle a Rowan, pero tenia que hacerle entender.
– Soy tan responsable como tu del hecho de que Michael estuviera donde estaba. No deberia haber insistido en que se fuera a casa esa noche. Me porte como un egoista, y lo criticaba por su manera de llevar el caso. - Vaya, costaba decirlo con palabras, pero ya lo habia dicho.
– ?Quien es Jessica?
John fruncio el ceno ante el inesperado giro de la conversacion.
– Una mujer con la que Michael tuvo una relacion.
– Un dia oi que tu y Tess deciais que yo era una segunda Jessica. ?Que queriais decir con eso?
John se quedo pensativo. No podia contarselo todo sin traicionar a Michael en algun sentido, pero no queria mentirle. No podia mentirle. Opto por una version ligera de la verdad.
– Michael era poli, y le toco ocuparse del caso. El ex de Jessica la acosaba. Un maton de la mafia del tres al cuarto. Michael le ayudo, y siguio viendola. La cosa no funciono. Jessica volvio con su tipo, y el la acabo matando. -Guardo silencio y luego anadio-: Michael tenia una debilidad por las damiselas en apuros.
– A mi dificilmente se me podria llamar una damisela en apuros -dijo ella y, cuando bajo la mirada, John no pudo verle la cara. Ya era bastante dificil con todas aquellas barreras que se habia impuesto a si misma, pero si no podia verle los ojos, no podia saber en que pensaba.
– No, pero eres una mujer guapa y necesitabas que alguien se ocupara de ti -dijo el, con voz suave. Estiro la mano para coger la de Rowan-. Rowan, yo no me recuperare tan facilmente del golpe que significa la muerte de Michael. Fue culpa mia que estuviera solo. No pense… nadie penso… que Bobby iria a por el. -Alzo la mano que tenia libre cuando ella hizo ademan de interrumpirle-. Sin embargo -siguio-, lo superare, con tiempo y a mi manera.
Ella asintio, y en sus bellos ojos se atisbaba la comprension.
– Rowan -dijo una voz a sus espaldas.
Rowan sintio que John se ponia tenso. Le solto la mano y se levanto.
– Peter -murmuro ella, y se giro para saludar a su hermano pequeno.
Peter llevaba un jersey por encima de su alzacuellos de clerigo, y en sus ojos grises asomaba un brillo de inquietud. Le ofrecio los brazos y ella se entrego a su calido saludo, respirando su olor seguro y familiar, apoyando la mejilla en su pecho. Peter era bastante alto, mas alto que John, y mas bien delgado.
Dio un paso atras y lo miro de arriba abajo. En las incipientes arrugas del rostro placido y bello de su hermano se veia claramente su inquietud. Su pelo oscuro ya tenia algunas canas, aqui y alla. Solo tenia treinta anos. ?De donde habian salido esas canas? Le acaricio la cara.
– Me alegro tanto de verte. -Y era toda la verdad. Era mas que alegria, era casi como una curacion.
El la beso en la frente, dio un paso atras y le tendio la mano a John, que se habia puesto de pie y asumido su talante de guardaespaldas, situandose al lado de Rowan, un poco por detras.