– No estoy seguro. Una multitud de cosas, supongo -Carlson inclino la cabeza a un lado-. ?Sabia que Beck habia reservado un pasaje para Londres?
Shauna dejo pasear sus ojos por el vestibulo tratando de ganar uno o dos segundos. Entro un hombre que le dedico una sonrisa de admiracion. Pero ella no le hizo el mas minimo caso.
– Macho -se limito a comentar.
– Vengo del aeropuerto -prosiguio Carlson-. La reserva se hizo hace tres dias. Pero el no aparecio, como es natural. Lo realmente extrano del caso es que la tarjeta de credito utilizada para pagar el pasaje estaba a nombre de una tal Laura Mills. ?Significa algo para usted este nombre?
– ?Deberia?
– No, probablemente no. Seguimos investigando, pero parece que es un seudonimo.
– ?De quien?
Carlson se encogio de hombros.
– ?Conoce usted a Lisa Sherman?
– No, ?que pinta en todo esto?
– Habia hecho una reserva para el mismo vuelo a Londres. De hecho, iba a sentarse al lado de nuestro amigo.
– ?Tampoco aparecio?
– No exactamente. Se registro y, cuando anunciaron el vuelo, no embarco. Muy extrano, ?no le parece?
– No se que pensar -dijo Shauna.
– Por desgracia no ha habido nadie que pudiera darnos ningun dato sobre la identidad de Lisa Sherman. No registro equipaje y utilizo una maquina electronica para el pasaje. Esto nos dio pie para iniciar una investigacion sobre sus antecedentes. ?Sabe que descubrimos?
Shauna movio negativamente la cabeza.
– Nada -replico Carlson-. Parece que se trata de otro seudonimo. ?Le suena el nombre de Brandon Scope?
Shauna se puso tensa.
– ?Quien demonios es?
– El doctor Beck, acompanado de un negro, ha visitado hoy a un abogado llamado Peter Flannery. Este habia defendido a un sospechoso del asesinato de Brandon Scope. El doctor Beck le ha hecho algunas preguntas en relacion con este particular y con el papel de Elizabeth en la concesion de la libertad a dicha persona. ?Sabe algo acerca de sus motivos?
Shauna comenzo a hurgar en el bolso.
– ?Busca algo?
– Un cigarrillo -dijo-. ?Tiene usted?
– Lo siento, pero no.
– ?Pues vaya! -dejo de buscar y lo miro a los ojos-. ?Por que me pregunta todo esto?
– Porque tengo cuatro cadaveres y quiero saber que pasa.
– ?Cuatro?
– Rebecca Schayes, Melvin Bartola, Robert Wolf, los dos hombres que encontramos en el lago, y Elizabeth Beck.
– A Elizabeth la mato KillRoy.
Carlson nego con un ademan de cabeza.
– ?Por que esta tan seguro?
Levanto el sobre de papel manila.
– En primer lugar, por esto.
– ?Que es?
– El informe de su autopsia.
Shauna trago saliva. Sintio una oleada de miedo que le recorria el cuerpo, le temblaron las manos. Era la prueba final, en cualquier caso. Hizo un esfuerzo para hablar sin que le temblara la voz.
– ?Puedo echarle un vistazo?
– ?Por que?
Shauna no contesto.
– Y lo que es mas importante, ?por que Beck tenia tanta curiosidad por el informe?
– No se a que se refiere -dijo ella, aunque las palabras sonaron falsas a sus oidos y estaba segura de que tambien a los de el.
– ?Sabe si Elizabeth Beck consumia drogas? -pregunto Carlson.
La pregunta la cogio por sorpresa.
– ?Elizabeth? No, nunca.
– ?Esta segura?
– Completamente segura. Trabajaba con drogadictos. Estaba preparada para hacer ese trabajo.
– Se de muchos polis que se ocupan de perseguir el vicio y que, sin embargo, frecuentan la compania de prostitutas.
– No, Elizabeth no era de esas. No era una santa, pero de ahi a tomar drogas… Ni hablar.
Volvio a agitar el sobre de papel manila.
– El informe de toxicologia declara que habia cocaina y heroina en su organismo.
– Entonces eso quiere decir que Kellerton la obligo.
– No -dijo Carlson.
– ?Por que esta tan seguro?
– Se hacen otras pruebas, Shauna. Le analizaron el tejido, el cabello. Y los analisis demuestran que existia un uso y que se remontaba por lo menos a varios meses.
Shauna sintio que le flaqueaban las piernas. Se apoyo en la pared.
– Mire, Carlson, dejese de tretas conmigo. ?Me deja que vea el informe?
Carlson parecio considerarlo.
– ?Que me dice de esto? -dijo-. Voy a dejar que vea todas y cada una de las hojas que hay aqui dentro. Todos los informes. ?Que me dice?
– ?Que quiere decir, Carlson?
– Buenas noches, Shauna.
– Oiga, oiga, un momentito por favor.
Se paso la lengua por los labios. Penso en los extranos mensajes electronicos. Penso en Beck huyendo de los polis. Penso en el asesinato de Rebecca Schayes y en aquel informe de toxicologia que no podia ser verdad. Y de pronto, aquel convencimiento que tenia de que existia una manipulacion digital de la imagen ya no le parecio tan convincente.
– Una fotografia -dijo-. Dejeme ver una fotografia de la victima.
Carlson sonrio.
– Una cosa muy curiosa.
– ?Que?
– Que aqui no hay ninguna.
– Pero yo me figuraba…
– Yo tampoco lo entiendo -la interrumpio Carlson-. He visto al doctor Harper, que fue el medico forense en este caso. Quiero ver si puede encontrar quien mas firmo el informe. Esta comprobandolo en estos momentos.
– ?Quiere decir que alguien robo las fotografias?
Carlson se encogio de hombros.
– Venga, Shauna. Digame que sabe.
Estuvo a punto de decirselo. A punto de contarle todo lo de los mensajes electronicos y el vinculo de la imagen de una calle. Pero Beck habia sido tajante. Aquel hombre, pese a su talante amable, podia ser el enemigo.
– ?Puedo ver el resto del informe?
El hombre se acerco lentamente a Shauna. «Al cuerno las vacilaciones», penso Shauna. Dio un paso adelante y cogio el sobre. Lo abrio y echo una ojeada a la primera hoja. A medida que sus ojos recorrian la pagina, tuvo la sensacion de que en el estomago se le endurecia una masa de hielo. Tras informarse del peso y talla del cadaver, ahogo un grito.