llevo por las calles nevadas a nuestra lectura abortada en 1975), tal vez la habria olvidado por completo. Pero dado que ese libro esta lleno de referencias a la Estatua de la Libertad es dificil ignorar la posibilidad de una relacion; como si la experiencia infantil de presenciar el panico de su madre estuviese de algun modo en el fondo de lo que escribio veinte anos mas tarde. Se lo pregunte aquella noche cuando volviamos en su coche a la ciudad, pero Sachs se rio de mi pregunta. Ni siquiera se acordaba de esa parte de la historia, dijo. Luego, desechando el tema de una vez por todas, se lanzo en una comica diatriba contra las trampas del psicoanalisis. En ultima instancia, nada de eso importa. El hecho de que Sachs negase la relacion, no significa que esta no existiera. Nadie puede decir de donde proviene un libro, y menos que nadie la persona que lo escribe. Los libros nacen de la ignorancia, y si continuan viviendo despues de escritos es solo en la medida en que no pueden entenderse.
Acabo de pasar la manana examinandolo de nuevo (hay varios ejemplares aqui, en la cabana), y estoy asombrado por lo poco que han cambiado mis sentimientos respecto al libro. Creo que no necesito decir mucho mas. El libro continua existiendo, se encuentra en librerias y bibliotecas y cualquiera que desee leerlo puede hacerlo sin dificultad. Aparecio en edicion de bolsillo un par de meses despues de que Sachs y yo nos conociesemos y desde entonces ha estado casi siempre a la venta, viviendo una vida tranquila pero saludable en los margenes de la literatura reciente. Un libro excentrico que ha conservado un pequeno sitio en las estanterias. La primera vez que lo lei, sin embargo, entre en el en frio. Despues de escuchar a Sachs en el. bar, supuse que habia escrito una primera novela convencional, uno de esos intentos apenas velados de novelar la historia de la propia vida. No pensaba reprocharselo, pero el habia hablado tan despectivamente del libro, que senti que tenia que prepararme para una especie de decepcion. Me dedico un ejemplar aquel dia en el bar, pero en lo unico en que me fije entonces fue que se trataba de un libro grueso, de mas de cuatrocientas paginas. Empece a leerlo la tarde siguiente, tumbado en la cama despues de beberme seis tazas de cafe para aliviar la resaca de la juerga del sabado. Como Sachs me habla advertido, era el libro de un hombre joven, pero no en ninguno de los sentidos que yo habia supuesto.
Como todos los lectores saben,
Entre los personajes que aparecen en la novela estan Emma Lazarus, Toro Sentado, Ralph Waldo Emerson, Joseph Pulitzer, Bufalo Bill Cody, Auguste Bartholdi, Catherine Weldon, Rose Hawthorne (la hija de Nathaniel), Ellery Channing, Walt Whitman y William Tecumseh Sherman. Pero tambien aparece Raskolnikov (sacado directamente del epilogo de
Esta la extrana historia de Catherine Weldon, la mujer de clase media que se va al Oeste para convertirse en una de las esposas de Toro Sentado. Hay un relato burlesco del viaje del gran duque ruso Alexis por los Estados Unidos, cazando bufalos con Bill Cody, bajando por el Mississippi con el general George Armstrong Custer y su esposa. Esta el general Sherman, cuyo segundo nombre rinde homenaje a un guerrero indio, recibiendo un nombramiento en 1876 (solo un mes despues de la ultima resistencia de Custer) “para asumir el control militar de todas las reservas en territorio de los sioux y tratar a los indios que alli se encuentren como prisioneros de guerra” y luego, solo un ano mas tarde, recibiendo otro nombramiento del Comite Americano para la Estatua de la Libertad “al objeto de decidir si la estatua debe colocarse en la isla Governor o en la de Bedloe”. Esta Emma Lazarus muriendose de cancer a los treinta y siete anos, atendida por su amiga Rose Hawthorne, la cual se transforma de tal modo a causa de la experiencia que se convierte al catolicismo, entra en la orden de Santo Domingo como la hermana Alfonsa y dedica los ultimos treinta anos de su vida a cuidar enfermos terminales. Hay docenas de episodios semejantes en el libro, todos autenticos, todos basados en hechos reales, y sin embargo Sachs los hilvana de tal manera que se van volviendo cada vez mas fantasticos, casi como si estuviese delineando una pesadilla o una alucinacion. A medida que el libro avanza adquiere un caracter mas inestable -lleno de encuentros y partidas imprevisibles, caracterizado por cambios de tono que se hacen cada vez mas rapidos-, hasta que uno llega a un punto en el que le parece que todo empieza a levitar, a elevarse milagrosamente del suelo como un gigantesco globo meteorologico. Al llegar al ultimo capitulo, uno esta tan arriba que se da cuenta de que no puede volver a bajar sin caerse, sin quedar aplastado.
Tiene defectos claros, sin embargo. Aunque Sachs se esfuerza por enmascararlos, hay veces en que la novela parece demasiado construida, demasiado mecanica en su orquestacion de los sucesos y solo en raras ocasiones los personajes cobran vida plenamente. Hacia la mitad de mi primera lectura, recuerdo haberme dicho que Sachs era mas un pensador que un artista, y a menudo me molestaba su torpeza, la forma en que insistia en algunos puntos, manipulando los personajes para subrayar sus ideas en lugar de dejarles que creasen la accion ellos mismos. No obstante, a pesar de que no estaba escribiendo sobre si mismo, comprendi lo profundamente personal que el libro debia de ser para el. La emocion dominante era la ira, una ira madura y lacerante que surgia casi en cada pagina: