– Tom me lo pidio. No se cuando aprendere a estar alerta para que ese dichoso manipulador no me pille desprevenido; a ver si de ese modo no me dejo convencer tan facilmente.

– Vamos, hombre, no sera tan terrible -comento ella-. Quiero decir que ya ves como va la gente esta noche. Todo el mundo quiere hablar con el. Lexie y el no podran estar juntos todo el rato, separados del resto de los invitados. Me apuesto lo que quieras a que ni siquiera podran intercambiar mas de diez palabras durante toda la velada. Venga, animate. Ah, por si te sirve de algo, te he guardado un plato de comida, por si te quedas sin probar bocado.

Rodney dudo unos instantes antes de sonreir. Rachel siempre se mostraba atenta con el.

– Gracias, Rach. -Por primera vez, se fijo en el traje que ella lucia, y sus ojos se detuvieron en los pequenos aros dorados que guarnecian los lobulos de sus orejas. Entonces anadio-: Estas muy guapa esta noche.

– Gracias.

– ?Te apetece hacerme compania durante un rato?

Rachel sonrio.

– Sera un placer.

Jeremy y Lexie se abrieron paso hacia la mansion entre la aglomeracion de coches aparcados, emitiendo pequenas nubes de vaho por la boca cada vez que exhalaban. En las escaleras de la entrada, Jeremy vio como cada pareja se detenia unos instantes en la puerta antes de entrar, y necesito solo un par de segundos para distinguir a Rodney Hopper, de pie, cerca de la puerta. Los ojos de Rodney toparon con los de Jeremy en ese mismo momento, y su sonrisa se torno rapidamente en una mueca de desagrado. Incluso a distancia, tenia toda la pinta de un ogro celoso, y lo peor de todo: iba armado. Jeremy se sintio particularmente incomodo. Lexie siguio su mirada.

– Oh, no te preocupes por Rodney -lo tranquilizo-. Ahora estas conmigo.

– Eso es precisamente lo que me preocupa -aclaro el-. No se por que, pero tengo la impresion de que no le ha hecho ni pizca de gracia que lleguemos juntos a la fiesta.

Lexie sabia que Jeremy tenia razon, aunque se sintio aliviada al ver que Rachel estaba al lado de Rodney. Ella siempre sabia como calmarlo, y hacia mucho tiempo que pensaba que seria la mujer perfecta para el. No obstante, todavia no habia encontrado la forma de exponerselo a el sin herir sus sentimientos. No era la clase de comentario que pudiera sacar a colacion mientras estaban bailando en la fiesta benefica que cada ano organizaban los Shriner, la familia mas rica del pueblo.

– Deja que hable yo con el -se ofrecio ella.

– Mira, precisamente estaba pensando que eso seria lo mejor.

Rachel se puso visiblemente contenta cuando los vio subir por las escaleras.

– ?Eh! ?Vosotros dos! -exclamo cuando los tuvo mas cerca. Luego se abalanzo hacia delante y agarro a Lexie carinosamente por el brazo-. Me encanta tu abrigo, Lex.

– Gracias, Rachel. Tu tambien vas muy elegante -respondio Lexie.

Jeremy no dijo nada. En lugar de eso, se limito a examinarse las unas de los dedos, intentando evitar la mirada asesina con la que Rodney lo estaba acribillando. A continuacion se hizo un repentino silencio, y Rachel y Lexie se miraron incomodas. Rachel no tuvo problemas para interpretar la cara de Lexie, y enseguida dio un paso hacia delante.

– Y usted, senor periodista famoso -grito-. Solo hay que mirarlo una vez para comprender por que las mujeres no pararan de suspirar durante toda la noche. -Esbozo una amplia sonrisa-. Siento pedirtelo, Lexie, pero ?verdad que no te importa si escolto a este rompecorazones hasta dentro? El alcalde lleva rato esperandolo.

– Oh, no te preocupes -repuso Lexie, consciente de que necesitaba hablar un minuto a solas con Rodney. Miro a Jeremy y asintio con la cabeza-. Adelante, en un minuto estoy contigo.

Rachel se agarro al brazo de Jeremy, y antes de que el pudiera darse cuenta, ella lo estaba guiando hacia el interior de la mansion.

– Veamos, cielo, ?habias estado antes en una plantacion del sur tan chic como esta? -le pregunto Rachel.

– La verdad es que no -contesto Jeremy, preguntandose si lo estaban conduciendo hacia la boca del lobo.

Lexie hizo un gesto en senal de gratitud hacia su amiga, y Rachel le guino el ojo. Despues se volvio hacia Rodney.

– No es lo que piensas -empezo a decir, y Rodney levanto las manos para indicarle que no continuara.

– Mira, no tienes por que darme ninguna explicacion. No es la primera vez que pasa, ?recuerdas?

Lexie sabia que se referia al senor sabelotodo, y su primera reaccion fue decirle que se equivocaba. Queria decirle que esta vez no iba a dejarse llevar por sus sentimientos, pero sabia que ya habia hecho esa misma promesa con anterioridad. Eso fue lo que le dijo a Rodney cuando, con mucho tacto, el intento prevenirla de que el senor sabelotodo no albergaba ninguna intencion de quedarse en el pueblo.

– Me encantaria saber que responder -declaro Lexie, odiando la nota de culpabilidad en su voz.

– Ya te lo he dicho; no tienes que decir nada.

Sabia que no tenia que hacerlo. No era como si fueran una pareja o si lo hubieran sido alguna vez, pero tenia la extrana sensacion de enfrentarse con un ex marido despues de un reciente divorcio, cuando las heridas todavia no habian cicatrizado. De repente deseo que el no estuviera tan claramente enamorado, aunque era consciente de que ella era culpable de haber alimentado la llama durante los dos ultimos anos, si bien lo habia hecho mas por motivos de seguridad y comodidad que por una mera cuestion romantica.

– Bueno, solo para que lo sepas, tengo muchas ganas de que todo vuelva a su cauce habitual -acerto a decir finalmente.

– Yo tambien -respondio el. Los dos se quedaron callados durante unos instantes. En el silencio, Lexie desvio la vista hacia un lado, deseando que Rodney fuera mas sutil a la hora de mostrar sus sentimientos.

– Rachel esta guapisima esta noche, ?no te parece?

Las comisuras de la boca de Rodney apuntaron hacia arriba antes de mirar a Lexie de nuevo. Por primera vez, lo vio sonreir levemente.

– Si, es cierto -respondio el.

– ?Todavia sale con Jim? -pregunto ella, refiriendose al chico que regentaba el Terminix, un negocio de fumigacion de cosechas. Lexie los habia visto juntos una noche durante las vacaciones, mientras se dirigian a Greenville probablemente para cenar en la camioneta verde de Jim que lucia un enorme insecto de carton.

– No, no salio bien -replico el-. Solo salieron juntos una vez. Rachel me conto que su coche olia a desinfectante, y que se paso toda la noche estornudando sin parar.

A pesar de la tension latente, Lexie se echo a reir.

– Eso me suena a la clase de historietas que solo le pueden pasar a Rachel.

– Ella lo tiene mas que olvidado, y no parece que le haya dejado mal sabor de boca; por mas coces que recibe, no se da por vencida.

– A veces pienso que necesitaria encontrar a un buen tipo, o por lo menos a alguien que no se pasee por el pueblo con un insecto gigante en lo alto del coche.

Rodney solto una risotada, como si estuviera pensando lo mismo. Sus ojos coincidieron un instante, y luego Lexie aparto la vista y se aderezo el pelo detras de la oreja.

– Creo que sera mejor que entre -anuncio ella.

– Lo se -dijo Rodney.

– ?Y tu? ?Vas a entrar?

– No lo se. No pensaba quedarme demasiado rato. Y ademas, estoy de servicio. El condado es demasiado grande para una sola persona, y Bruce es el unico que esta patrullando esta noche.

Lexie asintio.

– Bueno, por si no nos vemos mas esta noche, ve con cuidado, ?de acuerdo?

– Lo hare. Hasta luego.

Lexie empezo a dirigirse hacia la puerta.

– Oye, Lexie. Ella se dio la vuelta.

– ?Si?

Rodney trago saliva.

– Tu tambien estas preciosa esta noche.

El tono triste en que lo dijo casi le partio el corazon, y sus ojos se humedecieron durante un instante.

– Gracias.

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