convertiria en historiador, como una forma de honrar a su amigo.
Gherkin no continuo, y Jeremy lo miro con curiosidad.
– ?Por que me cuentas todo esto?
– Porque -respondio Gherkin- a mi modo de entender, yo tampoco tenia ninguna otra alternativa. Cada pueblo necesita un elemento distintivo, algo que sea capaz de transmitir a sus habitantes la poderosa idea de que viven en un lugar especial. En Nueva York no teneis que preocuparos por esas tonterias. Estan Broadway y Wall Street y el Empire State Building y la Estatua de la Libertad. Pero aqui, despues del cierre de casi todas las fabricas, reflexione y me di cuenta de que lo unico que nos quedaba era una leyenda. Y las leyendas…, bueno, las leyendas solo son reliquias del pasado, y un pueblo necesita algo mas que eso para sobrevivir. Es todo lo que intentaba hacer: hallar una forma de mantener vivo este pueblo, de no dejarlo morir del todo, y entonces apareciste tu.
Jeremy desvio la mirada, pensando en los comercios cerrados que habia visto la primera vez que piso Boone Creek, y recordo el comentario de Lexie sobre el cierre del molino textil y de la mina de fosforo.
– Asi que has venido para darme tu interpretacion -dedujo Jeremy.
– No. He venido para que sepas que todo esto ha sido idea mia, solo mia; ni de los del Ayuntamiento, ni de la gente que vive aqui. Quiza me haya equivocado. Quiza no estes de acuerdo con mis metodos. Pero quiero que sepas que lo he hecho porque pensaba que era lo mejor para el pueblo y para sus habitantes. Y ahora, todo lo que te pido es que cuando redactes tu articulo, recuerdes que no hay nadie mas involucrado. Si quieres sacrificarme, adelante; podre vivir con esa pena. Ademas, tengo la seguridad de que mi padre me habria comprendido, y eso me llena de orgullo.
Sin esperar una respuesta, Gherkin dio media vuelta, regreso a su coche y desaparecio en la niebla.
La luz del amanecer conferia al cielo unos tonos grises plomizos. Jeremy estaba ayudando a Alvin a cargar el resto del equipaje cuando aparecio Lexie.
Se bajo del coche con el mismo porte enigmatico que la primera vez que la vio, con sus ojos violetas inescrutables, incluso cuando lo miro directamente a la cara. En su mano sostenia el diario de Gherkin. Por un momento, se miraron en silencio, como si no supieran que decirse.
Alvin, de pie cerca del maletero abierto, rompio el silencio.
– Buenos dias -la saludo.
Ella se esforzo por sonreir.
– Ah, hola, Alvin.
– Caramba, estas muy madrugadora.
Lexie se encogio de hombros y volvio a fijar los ojos en Jeremy. Alvin miro primero a uno y luego al otro antes de senalar hacia el bungalo con la cabeza.
– Creo que sera mejor que eche un ultimo vistazo a la habitacion -apunto, a pesar de que nadie parecia prestarle atencion.
Cuando hubo desaparecido, Jeremy suspiro profundamente.
– Pensaba que no vendrias.
– La verdad es que yo tampoco estaba segura de si lo haria.
– Me alegro de que te hayas decidido -dijo el.
La luz gris le recordo su paseo por la playa cerca del faro, y sintio un profundo pinchazo de angustia y desespero al reconocer lo mucho que la queria. Aunque su primer instinto fue romper la distancia que lo separaba de ella, la postura rigida de Lexie hizo que desistiera de la idea.
Lexie senalo hacia el coche.
– Veo que ya lo tienes todo listo para marcharte.
– Si.
– ?Acabasteis de filmar las luces?
Jeremy dudo un instante, sintiendo una creciente irritacion por la banalidad de la conversacion.
– ?Has venido a hablar sobre mi trabajo o a averiguar si ya he hecho las maletas?
– No -dijo ella.
– Entonces, ?por que has venido?
– Para disculparme por la forma en que te trate ayer en la biblioteca. No deberia haberme comportado de ese modo. No te lo merecias.
Jeremy esbozo una sonrisa.
– No te preocupes. Es agua pasada. Yo tambien lo siento.
Lexie levanto el diario.
– He traido esto para ti, por si todavia lo quieres.
– Pense que no querias que lo usara.
– Y asi es.
– No lo entiendo. ?Por que me lo das?
– Porque soy consciente de que deberia haberte comentado lo del pasaje del diario antes, y no quiero que creas que se ha tratado de alguna clase de montaje ni que hay alguien mas implicado. Puedo entender que hayas llegado a pensar que todo el pueblo estaba detras de una supuesta jugarreta, y esto es una forma de demostrarte que no es cierto. De veras, te lo aseguro, no hay ningun montaje…
– Lo se -la interrumpio Jeremy-. El alcalde ha venido a verme esta misma manana.
Ella asintio, y clavo los ojos en el suelo para recuperar fuerzas antes de volverlo a mirar a la cara. En ese instante, Jeremy penso que Lexie iba a decir algo, pero fuera lo que fuese, al final se contuvo.
– Bueno, pues nada mas -manifesto Lexie al tiempo que ocultaba las manos en los bolsillos de su abrigo-. Supongo que sera mejor que me marche, para que puedas ponerte en camino. Jamas me han gustado las despedidas largas.
– ?Esto es un adios? -inquirio el, intentando sostener la mirada.
Lexie parecia tener el semblante triste cuando aparto la vista hacia un lado.
– Es lo que toca, ?no?
– ?Ya esta? ?Eso es todo? ?Solo has venido a decirme que se acabo? -Jeremy se paso los dedos crispados por el pelo-. ?Yo no puedo dar mi opinion sobre el tema?
Lexie respondio con voz calmosa.
– Ya hemos hablado de esto. Mira, no he venido aqui para pelearme contigo, ni tampoco para hacer que te enfades. He venido porque me arrepiento de como te trate ayer. Y porque no quiero que te vayas pensando que este fin de semana no ha significado nada para mi. Porque no es cierto.
Aunque le costo horrores, Jeremy consiguio expresar sus temores.
– Pero tu intencion es poner punto y final a lo nuestro.
– Mi intencion es ser lo mas realista posible acerca de lo nuestro.
– ?Y si te digo que te quiero?
Durante un largo momento, Lexie lo miro sin decir nada, hasta que finalmente giro la cara.
– No lo digas.
Jeremy avanzo un paso hacia ella.
– Pero es la verdad. Te quiero. No puedo evitarlo; es lo que siento.
– Jeremy…, por favor…
El se movio con mas rapidez, notando que finalmente estaba logrando erosionar las defensas de Lexie, sintiendo como crecia su coraje a cada paso.
– Quiero que lo nuestro funcione, quiero que…
– No podemos -replico ella.
– Claro que podemos -afirmo el, rodeando el coche-. Hallaremos una forma, ya lo veras.
– No -dijo ella tajantemente. Despues retrocedio un paso.
– ?Por que no?
– Porque voy a casarme con Rodney, ?esta claro?
Jeremy se quedo paralizado.
– ?Se puede saber de que diantre estas hablando?
– Ayer por la noche, despues del baile, Rodney vino a verme y estuvimos hablando durante mucho rato. Es un chico honesto, trabajador, me ama, y vive aqui. Tu no.