– Las tripas, como tu dices, el instinto, no lo es todo en un policia, incluso a veces puede llevar a resultados erroneos, pero tampoco es desdenable. Mas de una vez en el grupo nos hemos dejado llevar por corazonadas y hemos acertado, aunque tambien ha habido algun que otro fracaso, solo que de estos no hablamos. Pero no estas aqui para oirme fanfarronear sobre nuestros exitos. ?En que puedo ayudarte?

– Por lo que sabemos, Ferrer murio a consecuencia de una sobredosis aparentemente inyectada por el mismo en un estupido intento de comprobar que efectos tenia la heroina en su organismo para asi ambientar mejor su reportaje sobre el mundo de la droga.

– Es una teoria perfectamente factible.

– Si, no niego que pueda tener cierta logica, aunque me siga pareciendo estupido arriesgarse a jugar con estas cosas, pero ?y si hubiera algo mas? Quiero decir, esta escribiendo un reportaje sobre las drogas y aparece muerto. No puede ser una fatal coincidencia o un accidente desgraciado. Tiene que haber algo mas y yo quiero saber en que consiste ese algo mas. Necesito saber que tipo de reportaje estaba haciendo en realidad. Quiza tu puedas ayudarme con eso. Javier Moro me ha comentado que hace unos dias Andoni Ferrer estuvo hablando contigo, que te hizo una entrevista.

De Dios miro fijamente a Rojas, intentando penetrar en su interior, queriendo averiguar si habia un doble sentido en sus palabras, con esa paranoia que a veces les entra a los policias y les hace desconfiar de todo el mundo. El sabia que Rojas era un poli honrado, pero no estaba seguro de que Rojas pensara lo mismo acerca de el, trabajando en Estupefacientes. Cuando se es jefe de un grupo antinarcoticos en una epoca de abundantes escandalos por actuaciones de grupos mafiosos policiales, se establece una doble paranoia. Los ciudadanos desconfian de sus guardianes del orden y estos se muestran sumamente irritables ante ciertas actitudes de los ciudadanos -o de colegas suyos, como en este caso-, que en otros momentos pudieran considerarse normales e inocentes. En breves segundos dictamino que podia confiar en Rojas.

– Si, estuve hablando con el hara unos quince dias, aunque no fue una entrevista al uso, para ser publicada, sino una conversacion para comentar ideas que el tenia, concretar aspectos tecnicos, ese tipo de cosas. Buscaba mas asesoramiento que declaraciones espectaculares o noticias.

– Y en el transcurso de esa charla, ?surgio algo que pudiera estar relacionado con su muerte?

– No. Lamento decirtelo asi, pero no hay nada que te pueda ayudar. Y no pienses que es una respuesta precipitada. Al enterarme de su muerte, aunque la investigacion os correspondiera a los de Homicidios, intente fijar mis recuerdos e impresiones por si os servian de algo, pero no encontre nada. Lo siento.

– ?Que opinas de la version aceptada oficialmente? En tu entrevista con Ferrer, ?sacaste tambien la misma impresion?

– Si y no. Me explico. Eso es lo que a mi me conto Ferrer, lo que pasa es que no le crei.

– ?Por que no?

– En parte por ese organo que hemos citado antes, por instinto. Andoni Ferrer era un periodista conocido como investigador, no hacia cronica social, aunque fuera la del submundo de los yonquis. No, no me lo crei. Por otra parte, consideraba totalmente logico que en el supuesto de que estuviera investigando el tema, no me lo confesara. Sabia que no nos gustan los periodistas con infulas de detectives, en gran parte por envidia. -Sonrio al decir esto ultimo-.?Sabes que algunos de los escandalos mas importantes de los ultimos tiempos han sido resueltos, para verguenza nuestra, por periodistas? Y tiene su explicacion. Ellos estan apoyados por unos directores y editores cuyo fin es, entre otros, por supuesto, vender mas ejemplares, mientras que nosotros sufrimos la remora de unos comisarios y unos politicos contemporizadores que nos apremian para que metamos en el talego a pobres desgraciados sin oficio ni beneficio, pero no nos permiten que hinquemos el diente en los negocios de los amigos que suelen salir en las revistas del corazon. Por eso no nos gustan los periodistas, porque hacen el trabajo que nos corresponderia hacer a nosotros dejandonos en evidencia. ?Joder!, hoy me ha dado por filosofar, deben de ser los biorritmos. El asunto es que estaba seguro de que me mentia, aunque ahora tengo mis dudas.

– ?Por que?

– Me pasa como a ti. Las tripas me siguen diciendo que Ferrer estaba metido hasta las cachas en un trabajo de investigacion, pero los hechos no han confirmado esta opinion. Mira, la gente suele tener razon en parte cuando dice que nosotros conocemos a los camellos y no los detenemos. Es verdad, pero es una verdad muy simplificada. ?De que sirve detener a un vendedor cuando al dia siguiente otro ocupa su puesto? Muchas veces es preferible darles carrete y ver hasta donde pueden llevarnos, aunque en cantidad de ocasiones investigaciones fructiferas son paralizadas por ordenes superiores. Eso si, cada cierto tiempo, y previo aviso a bombo y platillo en los telediarios, se produce una operacion Primavera, o Verano, o como cono quieran llamarla, por la que se nos obliga a hacer unas redadas absurdas a fin de detener a miles de infelices que no sirven ni para tacos de escopeta y de los que no vamos a sacar nada en limpio. Quiero recalcarte con esto que, como ya supondras, conocemos muy bien el mundillo de la droga. Pues bien, en este mundillo Andoni Ferrer no era conocido, y eso no es normal. Cuando en ciertos ambientes aparece un extrano, en seguida es avistado y catalogado. Sin embargo, nadie ha visto u oido a Andoni Ferrer, y eso no es logico si ha estado interesado en el tema.

– De modo que vosotros tampoco podeis ayudarme. ?Que se le va a hacer! No voy a tener mas remedio que cerrar el caso.

– Nunca se cierra un caso, y tu debieras saberlo. En lo que a mi concierne no esta cerrado. Sigue habiendo cosas extranas que aun no puedo explicar, ni siquiera me atrevo a afirmar que esten relacionadas con la muerte de Ferrer.

– ?Como cuales?

– De un tiempo a esta parte, dos o tres anos a lo sumo, hemos observado un aumento del consumo en nuestra zona; sin embargo, no se han abierto, o no los hemos detectado, nuevos canales de abastecimiento. Sospechamos que algun nuevo distribuidor, posiblemente un mero intermediario en la sombra, se ha introducido en el mercado, pero se lo ha debido montar tan bien que estamos in albis, y no solo eso, sino que tampoco se ha producido ningun conflicto o guerra entre clanes. Es un asunto francamente raro y sobre el que no tenemos informacion. Supongo que los de la DEA, que son como Dios, por su poder y porque estan en todas partes, sabran lo que se cuece, pero esos cabrones nunca facilitan informacion de balde y nosotros no tenemos con que pagarles. La verdad es que si esto se supiera ibamos a parecer el grupo antidroga mas incompetente de toda Espana, cuando, modestia aparte, siempre hemos sido de lo mas efectivo. Pues bien, alguna que otra vez he fantaseado con la posibilidad de que Ferrer hubiera contactado con ese nuevo grupo distribuidor, pero me temo que no sea mas que una fantasia sin fundamento.

– Tal vez, pero no es una idea desdenable. Podria ser un punto de partida.

– No lo pongo en duda, pero si Ferrer esta muerto y de ese hipotetico grupo no sabemos nada, estamos como estabamos: con el cielo arriba, la tierra debajo y el culo al aire.

– Entonces no hay nada que hacer.

– Si, lo de siempre. Tomarselo con calma, con mucha calma, y trabajar. La rutina diaria. Hablando de eso, no creo que sirva para nada, pero podiamos ir a visitar a un confidente al que no he visto desde la muerte de Ferrer. ?Te viene bien esta noche a las diez?

– Si puede ayudarme en algo me viene bien a cualquier hora.

– ?Ojo!, no te prometo nada, mas bien lo contrario, pero por intentarlo que no quede. Entonces, a las diez aqui mismo. ?De acuerdo?

– Estare contando las horas.

11

Pese a que la noche era fresca, en la frente de Miren se vislumbraban unas rebeldes gotas de sudor. La culpa la tenian, posiblemente, tanto la cinta elastica roja que le sujetaba el pelo por encima de las cejas, como la mochila que acarreaba penosamente su espalda, la cual soportaba un peso mayor de lo aconsejable. Con evidente gesto de alivio se desprendio de ella al llegar junto a la puerta de un chalet. En la vivienda, al fondo, brillaban unas luces, signo inequivoco de que habia aun gente despierta. Cerca de la cancela habia un timbre que Miren uso para anunciar su presencia.

Antes de que en la casa pudiera observarse el mas leve movimiento, como salidos de la nada aparecieron dos enormes perros: un doberman y un pastor aleman. No ladraban. Se limitaban a mirarla fijamente, emitiendo unos

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