circunstancias. Esta usted fichado como colaborador de banda armada y hace tan solo tres dias que han asesinado a un companero de los dos policias que le han visitado hace un rato.

– Lo siento mucho, pero no tengo nada que ver con ese suceso. Yo ya he cumplido mi condena y estoy limpio.

– Lo se, hemos comprobado a fondo su historia y sabemos para quien esta trabajando. ?Desea poner una denuncia contra los policias que le han maltratado?

– Para que vay a ponerla.

– Necesitamos la colaboracion ciudadana para acabar con cierto tipo de practicas que la mayoria de los policias rechazamos.

– Venga, hombre, no me haga reir, que si me muevo me duele todo el cuerpo. ?Para eso ha venido, para hacer el papel de poli bueno? Le advierto que esa pelicula ya me la conozco.

– Estaba hablando completamente en serio, pero quiza sea mejor asi. Por lo que sabemos ha sido usted ertzaina.

– Lo fui, pero uno de los extremos de mi condena consistio, precisamente, en la inhabilitacion total para el ejercicio de mi profesion.

– Tambien lo se del mismo modo que se que en estos momentos esta trabajando de detective. Sin licencia - anadio.

– Si, soy un hombre sin licencia -Artetxe sonrio tristemente- y ya se sabe que en esta sociedad andar por la vida sin licencias es como estar muerto civilmente. ?Cual es mi castigo?, ?me van a poner una multa o tal vez me devolveran a la prision acusado de ser un terrorista por trabajar sin el debido permiso de la autoridad competente?

– Deje de decir chorradas durante un momento -gruno Rojas-, me importa una mierda que usted no tenga licencia. He estado hablando con su abogado y me ha confirmado su historia. Por suerte o por desgracia tiene usted fuertes agarraderas donde asirse y, por otra parte, estoy de acuerdo con que ya ha cumplido su condena y que los hechos pasados no tienen que influir en las situaciones actuales.

– Muy amable por su parte -ironizo Artetxe.

– Le repito que deje de quedarse conmigo. Usted ha sido policia, asi que tiene que saber que no todos somos tontos. Se por que se le acuso de colaboracion con banda armada, conozco a fondo su caso y he sacado mis propias conclusiones; creo que hasta cierto punto puede ser una persona de confianza. Se tambien que esta trabajando como detective, pese a no estar autorizado para ello, y sinceramente le digo que esa falta de permiso, al menos para mi, no significa nada. Si yo no tomo en cuenta esos datos no se por que tiene que mencionarlos usted constantemente. Deje ya de hacerse la victima y atiendame durante unos minutos.

– De acuerdo, admito que me estoy pasando, pero sinceramente lo que me ha ocurrido no es como para echar cohetes. De todos modos le escuchare, aunque no se exactamente a que viene todo este rollo paternalista.

– Es muy sencillo: quiero ofrecerle la posibilidad de que colaboremos en beneficio mutuo.

– Ultimamente voy de sorpresa en sorpresa. ?He entendido bien, quiere que colaboremos nosotros dos? ?Una persona que acaba de cumplir condena por ayudar a un terrorista huido y un policia?

– Eso es lo que he dicho. Ya le he comentado que he analizado su caso y creo que puedo confiar en que estoy haciendo lo correcto al darle un voto de confianza. Usted ha sido ertzaina y, segun mis informes, no precisamente de los peores. En estos momentos esta trabajando como detective pese a no tener autorizacion para ello y aunque, como ya le he dicho, se que cuenta con la proteccion de uno de los bufetes mas influyentes de Bilbao, no estaria de mas que contara tambien con cierto tipo de proteccion policial.

– Me parece que poco a poco voy comprendiendo. Si usted me ofrece su proteccion, ?que debo hacer yo en contraprestacion?

– Usted sabe que muchas veces, debido a las presiones y reglamentos a los que estamos sujetos, los policias no podemos llegar a todos los sitios que estimamos convenientes. Ahi seria donde usted podria ayudarme.

– Entiendo, necesita alguien que pueda hacerle los trabajos sucios.

– No mas sucios que los que pueda encargarle el senor Uribe. ?Que me contesta?

– ?Por que no? Si vay a ganarme la vida con este oficio, no me vendra nada mal tener un contacto con la policia.

– Es usted inteligente, senor Artetxe, y me alegra su decision. Ademas, quiero comunicarle que nuestra colaboracion empieza ahora mismo.

– Me lo estaba imaginando, ?de que se trata?

– Como usted ya sabe, estoy destinado en el Grupo de Homicidios. Recientemente me han retirado de un caso al que han considerado muerte por accidente. Un periodista que murio como consecuencia de inyectarse una dosis de caballo en mal estado.

– Si, lei algo en los periodicos.

– Y ahora aparece muerta esta joven que, segun todas las apariencias, ha fallecido tambien por sobredosis.

– Habra que esperar el informe de la autopsia, pero creo que tiene razon. De todos modos, ?adonde le lleva eso? Desgraciadamente, todos los anos mueren jovenes por ese motivo, sin que haya nada raro ni se produzca ninguna conexion entre unas muertes y otras.

– Lo se, pero se me ha prohibido seguir con la anterior investigacion y esto es lo mas cercano que tengo. El periodista muerto, Andoni Ferrer, no era drogadicto. Esta joven, en cambio, por las marcas que tenia en el cuerpo, parece que si, lo que los diferencia algo mas todavia, pero pudiera haber ocurrido que les hubiera suministrado la droga la misma persona.

– Si, podria haber ocurrido.

– En ese caso, ?por que ha habido solo dos muertes en este plazo de tiempo? Se supone que el camello en cuestion tendra mas clientes, pero no solo no ha habido mas muertes, cosa que nadie desea, sino que ni siquiera ha habido gente en coma o que haya detectado algo extrano.

– No es normal, lo admito, pero ?que es lo que puedo hacer yo?

– Usted fue contratado por el novio de la chica para encontrarla. Lo ha hecho, pero no tiene por que dejar el caso. Siga en el e intente averiguar si hay alguna conexion.

– Para eso necesitaria que mi cliente quisiera proseguir las investigaciones.

– Por supuesto, pero confio en su capacidad de conviccion.

– Ademas, es una mera hipotesis. Quiza no haya ninguna conexion, despues de todo. Mientras el forense no emita su informe estaremos en blanco.

– De acuerdo, pero en el caso de que haya una posibilidad, por minima que sea, de que ambos asuntos esten relacionados, ?cuento con su ayuda?

– No tengo ninguna alternativa, ya le he dicho que colaborare con usted, aunque no se si soy muy prudente al aceptar su oferta.

– Tal vez no, pero es su oportunidad de volver a hacer un trabajo policial. ?Tiene alguna idea de por donde empezar?

– Supongo que lo primero de todo es redactar el informe para mi cliente y posteriormente intentare conseguir su apoyo para continuar con las indagaciones.

19

Habia sido duro, pero entraba en su salario. Acababa de dar a Carlos Arroniz la noticia de la muerte de su novia. Si ya la muerte en si es una desgracia, la sordidez que la acompanaba en este caso hacia aun mas dificil superar el trago.

– No lo entiendo, senor Artetxe. Es imposible que Begona se drogara.

– Sobre ese aspecto no hay ninguna duda posible. No solo murio como consecuencia de una dosis en mal estado, sino que habia en sus brazos senales clarisimas de que lo hacia habitualmente.

– ?Como he podido estar tan ciego! -se lamento Arroniz.

– No se culpe -contesto Artetxe-. Estas cosas pasan y no hay que darles mas vueltas. Es duro, pero es asi.

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