melena.

– ?Encuentras algo que te guste? Le dijo V secamente.

Rhage asintio y torcio su dedo hacia la mujer. Ella fue cuando la llamo. A el le gustaba eso en un humano.

El rastreo el movimiento de sus caderas cuando su mirada se bloqueo por el prieto cuerpo de otra mujer. El miro hacia arriba y forzo sus ojos a no girar.

Caith era una de su especie, y suficientemente hermosa con su pelo negro y esos ojos oscuros. Pero ella era una Hermana cazadora, siempre buscando, ofreciendose a si misma. El sentia que ella los veia como premios, algo sobre lo que jactarse. Y eso era muy irritante.

En cuanto a el concernia, ella habia puesto el dedo en la llaga.

– Hey, Vishous. -Dijo ella en voz baja, erotica.

– Tarde, Caith. -V tomo un sorbo de su Grey Goose. -?Que pasa?

– Preguntando que estabas haciendo.

Rhage dio una mirada a las caderas de Caith. Gracias a Dios la rubia no estaba fuera de la pequena competicion. Ella todavia iba hacia la mesa.

– ?Vas a decirme hola, Rhage? Lo provoco Caith.

– Solo si te quitas del medio. Me bloqueas la vista.

La mujer se rio. -Otro de tus miles de moldes. Es muy afortunada.

– Ya quisieras, Caith.

– Si, lo hago. – Sus ojos, de depredadores y calientes, los deslizo sobre el.- ?Tal vez querrias unirte con Vishous y conmigo?

Cuando ella extendio la mano para acariciar su pelo, el atrapo su muneca. -Ni se te ocurra.

– ?Como es que siempre lo haces con humanas y a mi me lo niegas?

– Es solo que no estoy interesado.

Ella se inclino, hablandole al oido. -Deberias probarme alguna vez.

El la aparto con fuerza, mientras le apretaba los huesos de su mano.

– De acuerdo, Rhage, aprieta mas fuerte. Me gusta cuando duele. – El dejo de apretar inmediatamente, y ella sonrio mientras se frotaba la muneca. -?Estas ocupado V?

– Me estoy acomodando ahora. Pero tal vez un poco mas tarde.

– Sabes donde encontrarme.

Cuando ella salio, Rhage volvio la mirada hacia su hermano. -No se como la puedes aguantar.

V revolvio su vodka, mirando a la mujer con los ojos entrecerrados. -Ella tiene sus atributos.

La rubia llego, deteniendose delante de Rhage y con una postura impresionante. El puso ambas manos en sus caderas y la atrajo hacia adelante de manera que la puso a horcajadas sobre sus muslos.

– Hola.-Dijo ella, mientras se movia contra su sujecion. Ella estaba ocupada observandole, clasificandolo por sus ropas, mirando el gran Rolex de oro que aparecia a hurtadillas bajo la manga de su abrigo. La mirada calculadora era tan fria como el centro de su pecho.

Dios mio, si hubiera podido marcharse lo hubiera hecho; estaba enfermo de esta mierda. Pero su cuerpo necesitaba la liberacion, la demandaba. Podia sentir como aumentaba y como siempre, es horrible sensacion dejaba su corazon muerto en el polvo.

?Como te llamas? -Le pregunto.

– Tiffany.

– Encantado de conocerte, Tiffany.-Dijo el, mintiendo.

A menos de dieciseis kilometros de distancia, en la piscina de Mary en su patio trasero, ella, John, y Bella tenian un sorprendente momento alegre.

Mary solto una carcajada y miro a John. -Estas bromeando.

Es veridico. Yo trajino por entre los teatros.

– ?Que ha dicho? – Pregunto Bella, sonriendo abiertamente.

– Vio Matrix cuatro veces el dia que se estreno.

La mujer se rio. -John, siento mucho decirte esto, pero eso es patetico.

El le sonrio a ella, sonrojandose un poco.

– ?Viste entero 'El senor de los anillos' tambien?- Pregunto ella.

El nego con la cabeza, hablo por senas, y miro impacientemente a Mary.

– Dice que le gustan las artes marciales. – Tradujo ella. -No los elfos.

– No lo puedo culpar. ?Esa espeluznante cosa de pies? No puede hacerlo.

Una racha de viento llego, jugando con las hojas caidas en la piscina. Cuando le llego la corriente, John extendio la mano y cogio una.

– ?Que llevas en la muneca? – pregunto Mary.

John tendio su brazo de manera que ella pudiese examinar el brazalete del cuero. Tenia marcas ordenadas, alguna mezcla de jeroglificos y caracteres chinos.

– Es magnifico.

Lo hice yo.

– ?Puedo verlo? Pregunto Bella, inclinandose. Su sonrisa se desintegro y sus ojos se estrecharon en la cara de John. -?Donde los has conseguido?

– Dice que lo ha hecho el.

– ?De donde dijiste que eras?

John retrajo su brazo, claramente un poco nerviosos por la repentina atencion de Bella.

– El vive aqui. -Dijo Mary.-Nacio aqui.

– ?Donde estan sus padres?

Mary miro a su amiga, preguntandose por que Bella estaba tan interesada. -No tiene a nadie.

– ?Nadie?

– El me ha dicho que crecio en el sistema de adopciones, ?verdad, John?

John asintio y coloco su brazo sobre el estomago, protegiendo el brazalete.

– Esas marcas.- Lo animo Bella. -?Sabes lo que significan?

El nino nego con la cabeza, luego se sobresalto y se froto las sienes. Despues de un momento, sus manos hablaron por signos lentamente.

– Dice que no significan nada.-Murmuro Mary. -Solo suena con ellas y le gusta como son. Bella, dejemoslo ?Okay?

La mujer parecio refrenarse. -Lo siento. Yo… ah, realmente lo siento.

Mary volvio a mirar a John y trato de quitar presion. -?Que otras peliculas te gustan?

Bella saco sus pies y se metio las zapatillas. Sin los calcetines. -?Me excusais por un momento? Volvere en seguida.

Antes de que Mary pudiese decir nada, la mujer corrio a traves del prado. Cuando ella estuvo fuera del alcance de su oido, John miro a Mary. El todavia estaba sobresaltado.

Deberia irme ahora.

– ?Te duele la cabeza?

John coloco sus nudillos con fuerza en el entrecejo. Me siento como si hubiese comido un helado muy rapido.

– ?Cuando cenaras?

El se encogio de hombros. No lo se.

El pobre nino debia estar hipoglicemico. Escucha, ?por que no entras y comes conmigo? Lo ultimo que tome fue algo rapido en el almuerzo, y eso fue hace aproximadamente ocho horas.

Su orgullo fue obvio en la firme sacudida de su cabeza. No tengo hambre.

– ?Entonces te sentaras conmigo mientras tomo una cena tardia? -Tal vez ella le podria seducir para que comiese de ese modo.

John se puso de pie y tendio su mano como para ayudar a que se levantara. Ella tomo su pequena palma y se apoyo en el lo suficiente de manera que sintiese algo de su peso. Juntos se dirigieron hacia la puerta trasera, los zapatos en la mano, los pies desnudos dejando huellas mojados sobre la losa alrededor de la piscina.

Bella irrumpio en su cocina y se paro, no habia tenido ningun plan en particular cuando habia salido corriendo. Solo sabia que tenia que hacer algo.

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