– ?Cuando vas a volver a trabajar? -le pregunto Lisa a su cunada.

– Abrire el salon el mes que viene.

Maddie miro a Delaney y su liso cabello rubio cortado recto por encima de los hombros.

– ?Un salon de peluqueria?

– Si. Tengo el salon de Main. -Delaney miro el cabello de Maddie y anadio-: Si necesitas un corte de pelo antes del mes que viene, dimelo e ire con las tijeras. Hagas lo que hagas, no vayas al Hair Hut de Helen. Te freira el pelo y hara que parezcas salida de un video malo de rock de los ochenta. Si quieres conservar el pelo, ven a mi.

Lo cual explicaba por que la mitad de la ciudad llevaba el cabello frito y tan mal cortado.

Se abrio la puerta de atras y aparecieron Pete y Travis, cada uno con un panecillo para perritos calientes en la mano. Esperaron con paciencia a que Louie les pusiera una salchicha en cada panecillo y Nick les puso un chorro de ketchup. Al ver a Travis, Maddie se acordo de su tio. Se pregunto donde andaria Mick, y si era probable que apareciera. Si aparecia, ?llegaria solo o con una mujer del brazo, una de esas que esperaban de Mick mas de lo que podia darles? Le habia dicho que la amaba, pero no le creia. Como tan dolorosamente habia aprendido, el amor no desaparece solo porque no quieras pensar en ello.

– Hola, Travis, ?como estas? -pregunto mientras el se acercaba.

– Bien. ?Y tu gato?

– Hoy esta en el veterinario, por eso mi casa esta tan tranquila.

– ?Ah! -Entorno los ojos para evitar el reflejo del sol al levantar la mirada-. Yo voy a tener un perro.

– ?Oh! -Recordo lo que Meg habia dicho de regalarle un cachorro a Travis-. ?Cuando?

– Algun dia. -Dio un bocado al perrito caliente y dijo-: Fui a pescar en el barco de mi tio Mick. Nos marco una mofeta. -Trago y luego anadio-: Estabamos navegando y te vimos, pero no te saludamos.

Claro que no. Se despidio y se fue a casa. La casa estaba demasiado tranquila y se fue a Value Rite Drug a hacer tambien ella un poco de nido. Ya era hora de que Bola de nieve tuviera un transportin como era debido y planeaba buscar una cama mejor para la gatita. Era obvio que la caja de Amazon no era la maravilla del diseno.

Pero Maddie no contaba con que la zona estuviera en plena celebracion del dia de los Fundadores. Recordaba vagamente haber visto algo sobre eso en algun sitio, pero lo habia olvidado por completo. Tardo media hora en recorrer el trayecto desde su casa hasta Value Rite Drug, que normalmente era de diez minutos. El aparcamiento estaba lleno de coches de la feria de artes y oficios del dia de los Fundadores, que se celebraba en el parque del otro lado de la calle.

Maddie tuvo que dar vueltas en circulo al aparcamiento como un buitre hasta que por fin encontro un lugar vacio. Normalmente no se habria molestado, pero se imagino que tardaria otra media hora en llegar a casa.

Una vez en la tienda, encontro una camita para gatos, pero no encontro ningun transportin. La metio en el carro, junto con un juguete y un DVD para gatos cuyo metraje estaba lleno de pajaros, peces y ratones. Le daba un poco de verguenza comprar un DVD para un gato, pero se imagino que Bola de nieve se mantendria alejada de los muebles si se quedaba hipnotizada mirando un pez.

Mientras estaba en la tienda, hizo acopio de papel higienico, jabon para la lavadora y su mas secreta indulgencia: el Weekly News of Universe. Le encantaban las historias sobre saltamontes de veintidos kilos y de mujeres que estaban esperando un bebe del Yeti, pero sus historias favoritas eran siempre las apariciones de Elvis. Dejo caer la revista en blanco y negro dentro del carrito y se dirigio al pasillo de las cajas.

Carleen Dawson estaba trabajando en la caja cinco cuando Maddie puso sus compras en la cinta.

– He oido que es usted la hija de Alice, ?o es solo un rumor como eso de que Brad Pitt venia a la ciudad?

– No, eso es cierto. Alice Jones era mi madre.

Maddie hurgo en el bolso y saco la cartera.

– Yo trabaje con Alice en Hennessy.

– Si, lo se -dijo, y se preparo para las proximas palabras de Carleen.

– Era una buena chica. Me gustaba.

La sorpresa curvo los labios de Maddie en una sonrisa.

– Gracias.

Carleen registro todo y lo metio, salvo la cama, en una bolsa.

– No debio tontear con un hombre casado, pero no merecia lo que Rose le hizo.

Maddie paso la tarjeta y entro el numero de identificacion personal.

– En eso estoy de acuerdo.

Pago la compra y salio de Value Rite sintiendose mucho mejor que cuando entro. Lo metio todo en el maletero del coche y decidio que ya que estaba alli, iria a echar un vistazo a la feria de artes y oficios. Se puso las grandes gafas de sol negras, cruzo la calle y entro en el parque. Nunca habia estado en una feria de artes y oficios, sobre todo porque no se ocupaba mucho de la decoracion.

En el puesto de Pronto Pup, derrocho en un corn dog con extra de mostaza. Vio a Meg y a Travis con un hombre alto y calvo que llevaba una camiseta que decia: Sparrow es mi colega pirata. Enseguida se fijo en que Mick no estaba con ellos, y espero a que pasaran antes de dirigirse al tenderete de PAWS a mirar collares para mascotas, ropa para mascotas y comederos. La otomana rosa de princesa gatuna era excesiva, pero encontro un transportin en forma de bolsa de bolos. Era roja, con corazones blancos y forrada de piel negra. Tambien tenian bolsillos a juego para guardar premios. Encargo una cueva de tres pisos y una caja para excrementos electrica, que se las entregarian la proxima semana. El transportin se lo llevo con ella para poder llevar a Bola de nieve a casa al dia siguiente.

Se colgo el transportin del hombro y tiro el palito del corn dog al salir del tenderete. Al doblar a la derecha junto al puesto de Mr. Pottery, practicamente se dio de bruces contra el pecho de Mick Hennessy. Miro la camiseta azul que le cubria el amplio pecho, subio por el cuello que tanto habia besado, la barbilla obstinada y la presion enojada de la boca, y siguio subiendo hasta los ojos tapados por las gafas de sol. Se le acelero el corazon, le dio una punzada, y noto una oleada de calor en todo el cuerpo. Su primer instinto fue huir de la ira que emanaba Mick, pero en lugar de eso se las arreglo para saludarle de manera agradable.

– Hola, Mick.

– Maddie -respondio frunciendo el ceno.

Examino el rostro de Mick, alimentando imagenes de el en un lugar solitario de su interior, imagenes del cabello negro acariciandole las cejas y del morado del pomulo.

– ?Que te ha pasado en la cara?

Mick sacudio la cabeza.

– No tiene importancia.

– ?No vas a presentarme a tu amiga? -pregunto Darla, la lanzadora de bragas, que estaba de pie a su lado.

Hasta aquel momento, Maddie no se habia dado cuenta de que estaban juntos. El pelo de Darla estaba tan frito como siempre, llevaba una de sus camisetas sin mangas, brillante, y unos tejanos dolorosamente cenidos.

– Darla, esta es Madeline Dupree, pero en realidad se llama Maddie Jones.

– ?La escritora?

– Si. -Maddie se ajusto el transportin de gato en el hombro. ?Que estaba haciendo Mick con Darla? No cabia duda de que se merecia algo mejor.

– J.W. me dijo que habia oido que intentabas exhumar a los Hennessy y a tu madre.

– Joder -renego Mick.

Maddie miro a Mick, luego volvio a dirigir su atencion hacia Darla.

– Eso no es verdad. Nunca haria tal cosa.

Mick saco unas cuantas monedas del bolsillo y se las dio a su acompanante.

– ?Por que no te adelantas al puesto de la cerveza? Yo ire enseguida.

– ?Te va bien una Budweiser? -pregunto Darla despues de coger el dinero.

– Muy bien.

– ?Cuanto tiempo mas vas a quedarte en la ciudad? -dijo Mick en cuanto Darla se alejo.

Maddie se encogio de hombros y miro el gran trasero de Darla desparecer entre la muchedumbre.

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