– Le has puesto Bola de nieve a tu gata. ?Que monada!

– Eso es impropio de ti -anadio Lucy.

Adele ladeo la cabeza y la miro preocupada.

– ?Te encuentras bien? Te vas unos meses y vuelves con un gato. ?Que mas has estado haciendo en Truly que no sepamos?

Maddie levanto la copa y se acabo el champan.

– Nada.

Lucy enarco una ceja de sospecha.

– ?Como va el libro?

– La verdad es que bastante bien -respondio con sinceridad-. Ya debo de haber escrito mas de la mitad.

La siguiente mitad seria la mas dura. La parte en la que tendria que escribir sobre la noche en que murio su madre.

– ?Que tal Mick Hennessy? -pregunto Adele.

Maddie se levanto y se acerco a la mesa de cafe.

– No lo se. -Se sirvio mas champan-. No me habla.

– ?Le contaste por fin quien eres en realidad?

Maddie asintio y relleno las copas de sus amigas.

– Si, se lo dije, y no se lo tomo demasiado bien.

– Al menos no te acostaste con el.

Maddie aparto la mirada y dio un trago.

– ?Oh, Dios mio! -exclamo Clare-. ?Abandonaste la abstinencia con Mick Hennessy?

Maddie se encogio de hombros y se sento.

– No pude evitarlo.

Adele asintio.

– Tiene un polvo.

– Muchos hombres tienen un polvo. -Lucy dio un sorbo mientras estudiaba a Maddie. Fruncio el ceno-. Estas enamorada de el.

– Eso no importa. El me odia.

– Estoy segura de que eso no es verdad. Nadie puede odiarte -dijo Clare, la mas bondadosa de las cuatro.

Ante una mentira tan flagrante, Maddie no pudo evitar sonreir, mientras Lucy se atragantaba con el champan.

Adele se recosto hacia atras y se echo a reir.

– Maddie Jones tiene un gato y se ha enamorado. ?Las ranas estan criando oficialmente pelo!

El dia despues de la boda de Clare, Maddie cogio a su gata y se dirigio a Truly. La boda habia sido preciosa, claro. Y en la fiesta, Maddie se habia divertido y habia bailado toda la noche. Bailo con algunos hombres guapos y solteros, y se pregunto si alguna vez llegaria un dia en su vida en el que no comparase a todos los hombres que conocia con Mick Hennessy.

Se paso el resto de septiembre escribiendo y reviviendo los meses anteriores a la muerte de su madre. Inserto fragmentos de entrevistas y entradas del diario, incluida la ultima:

Mi nina cumplira seis anos el ano que viene e ira a primer grado. No puedo creer lo mayor que esta. Me gustaria poder darle mas. Tal vez pueda. Loch me dijo que me amaba. Ya he oido eso antes. Dice que dejara a su mujer y se ira conmigo. Dice que no ama a Rose, y va a decirle que no quiere vivir mas con ella. Tambien he oido eso antes. Quiero creerlo. ??No, le creo!! Solo espero que no este mintiendo. Se que quiere a sus hijos. Habla mucho de ellos. Le preocupa que cuando le diga a su mujer que quiere divorciarse los hijos tengan que ser testigos de una escena. Teme que le tire cosas o haga alguna locura, como prenderle fuego al coche. Me preocupa que haga dano a Loch y se lo he dicho. El se ha echado a reir y ha dicho que Rose nunca haria dano a nadie.

La parte mas dura del libro no habia sido revivir la muerte de su madre momento a momento, como siempre habia pensado. Aquello habia sido duro, sin duda, pero la parte mas dificil habia sido escribir el final y despedirse. Al escribir el libro se percato de que nunca se habia despedido de su madre. Nunca habia existido ningun tipo de cierre. Ahora lo habia hecho, y se sentia como si una parte de su vida se hubiera acabado.

Concluyo el libro a mediados de octubre y acabo fisica y emocionalmente exhausta. Se derrumbo en la cama y durmio casi veinte horas. Cuando se desperto, sintio como si le hubieran quitado una espina del pecho. Una espina que ni siquiera sabia que la tuviera enterrada alli. Se habia liberado del pasado cuando ni siquiera sabia que necesitaba liberarse.

Maddie dio de comer a Bola de nieve, luego se metio en la ducha. La gata aun tenia que dormir en la cama que Maddie le habia comprado para ella. Le gusto el video, pero el transportin nada en absoluto. Maddie habia desistido de imponerle cualquier tipo de reglas. Bola de nieve parecia pasarse la mayor parte del tiempo durmiendo en el alfeizar de la ventana o en el regazo de Maddie.

Se lavo el pelo, se froto el cuerpo con un exfoliante que olia a melon y se pregunto que iba hacer con su vida. Lo cual era una pregunta rara de verdad, si se paraba a pensarlo. Hasta que no habia terminado el libro no se habia dado cuenta de lo mucho que su vida habia estado envuelta en el pasado. Habia dictado su futuro sin que ni siquiera fuera consciente.

Tal vez se tomaria unas vacaciones en algun lugar calido, solo se llevaria un banador y unas chanclas y aterrizaria en una bonita playa. Tal vez Adele necesitara un descanso de su ciclo de citas fatidicas.

Mientras Maddie se secaba, penso en Mick. Ella tenia treinta y cuatro anos y era su primer amor verdadero. Siempre le amaria, aunque el no pudiera amarla, pero quiza habia algo que podia hacer por el, podia hacerle el mismo regalo que se habia hecho a ella.

Mick levanto la mirada de la botella que tenia en la mano hacia la mujer que entraba por la puerta principal. Dejo la Corona sobre la barra y la observo mientras avanzaba entre las mesas. El bar estaba bastante vacio, incluso para un lunes por la noche.

El pelo se le rizaba sobre los hombros como la primera vez que la vio, y llevaba un sueter negro holgado que ocultaba las maravillas de su cuerpo. Llevaba una caja debajo del brazo. No la habia visto desde el dia de los Fundadores, cuando le dijo que el no podia asumir la verdad sobre ella. Tenia razon. No podia, pero eso no significaba que no la echara de menos cada puto dia. No significaba que no se la comiera con la mirada. Intentar olvidar no habia funcionado. Nada habia funcionado.

– Hola, Mick -dijo ella, por encima de Trace Adkins en la gramola. Su voz llego hasta el como conac caliente.

– Maddie.

– ?Puedo hablar contigo en privado?

Mick se pregunto si habia ido a despedirse y como se sentiria al respecto. Asintio y los dos fueron a su oficina. El hombro de Maddie le rozo, anadiendo urgencia a la calida mezcla que empezaba a propagarse por su carne. Deseaba a Maddie Jones. La deseaba con locura, queria saltar sobre ella y comersela. Maddie cerro la puerta y las ganas aumentaron. Se coloco detras de la mesa, lo mas alejado de ella posible.

– Tal vez tendrias que dejar la…

– Por favor, dejame hablar -le interrumpio levantando la mano-. Tengo algo que decirte y luego me ire. - Trago saliva con dificultad y le miro directamente a los ojos-. La primera vez que recuerdo haber tenido miedo fue a los cinco anos. No voy a hablarte del miedo que se tiene a Halloween o al coco. Estoy hablando de un miedo mortal.

»Un ayudante del sheriff me desperto para decirme que mi tia abuela venia a buscarme y que mi madre habia muerto. No entendi lo que habia pasado. No entendi por que mi madre se habia ido, pero supe que nunca volveria. Llore tanto que vomite en el asiento trasero del Cadillac de mi tia abuela Martha.

El tambien recordaba aquella noche. Recordaba el asiento trasero del coche de policia y a Meg sollozando a su lado. ?Que sentido tenia recordarlo?

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