– ?Por que no te has ido a la cama?

– Queria verte.

Nos abrazamos. Su cuerpo exhalaba un aire calido. Olia a colonia suave, a ropa seca. Senti deseos de que nos fueramos directamente a dormir, sin hablar ni una palabra. De pronto me sentia muy cansada. El ansia de saber que me habia mantenido alerta durante tanto tiempo me abandono de pronto.

– Te he preparado una ensalada para que puedas cenar algo.

No me apetecia lo mas minimo cenar, pero era impensable desairar a mi marido. Me quite el abrigo, me lave las manos y fui a la cocina. El ya estaba alli. Habia preparado un servicio de mesa y estaba sacando de la nevera una apetitosa ensalada de atun y una cerveza.

– No era necesario que te molestaras tanto.

– Bueno, has llegado mas tarde de trabajar que yo. Si hubiera sido al reves estoy seguro de que tu hubieras hecho lo mismo.

– ?En fin! -exclame-. Siempre es bueno saber lo que los demas esperan de una.

Me eche a reir y lo bese alegremente.

– Hablando en serio, no deberias prepararme nada.

– ?Se puede saber por que?

– A veces no se puede calcular cuando acaba el trabajo, las cosas se complican, los horarios se retrasan, y todo se hace mas dificil si piensas que una ensalada te espera languideciendo en la nevera.

– Bueno, en ese caso te presento mi dimision como cocinero de horas extra.

– ?Demonio!, ?no te has dejado convencer demasiado deprisa?

Hizo ademan de estrangularme y me abrazo.

Comi, y, a medida que lo hacia, mi apetito fue despertandose. Por supuesto, Marcos me pregunto para que querian verme las monjas corazonianas. Le conte y, naturalmente, se quedo tan intrigado como yo. Las preguntas que yo habia estado haciendome le asaltaron tambien a el.

– ?Todo es tan extrano, Petra! ?Y si se trata de alguna secta misteriosa? O de la maldicion de la momia, como en las peliculas antiguas; no se, parece algo fuera de lo normal.

– ?Jo, eres peor que tus hijos!

– Me temo que, en esta ocasion, yo tambien voy a freirte a preguntas.

– Pues no tendras mas remedio que moderarte. El caso es competencia de los Mossos d'Esquadra y no vamos a llevarlo nosotros. Te aseguro que me siento un poco frustrada, porque me gustaria meter las narices en ese berenjenal. Seguro que es un misterio mucho mas logico y terrenal de lo que parece.

– Te pasas la vida protestando, pero es evidente que te gusta tu profesion.

– A veces no esta mal. ?Sabes que le ha dicho Marina a esa monja? Que soy la mejor policia de Barcelona.

– No dudo de que lo seas, aunque es cierto que mi hija te quiere un monton.

– ?Por que va a ese convento una vez por semana?

– Su madre cree que en un colegio laico no le daran algunos valores cristianos que le parecen imprescindibles. La asistencia a esas clases de tipo religioso seria como un complemento a su educacion. Aunque, en el fondo, creo que la manda solo por llevarme la contraria. Tu has dejado a tus espaldas tantos divorcios como yo, pero has tenido la suerte de no tener hijos en ninguno de tus matrimonios. Si los tienes, la paz con tu ex pareja no se firma jamas.

– Debe ser fastidioso. ?Sabes?, la priora me ha caido bien. Parece una mujer con las ideas muy claras. Tenia la pretension de que yo llevara el caso, contra viento y marea.

– ?Se sentira un poco decepcionada!

– Con el jaleo que se le avecina no creo que tenga mucho tiempo de pensar en mi.

– Yo si, yo tengo todo el tiempo del mundo para pensar en ti. ?Nos vamos a la cama?

Le segui escaleras arriba. Realmente Marcos era un tipo muy raro: no discutia, no se enfadaba, mostraba una genuina preocupacion por mi bienestar… a lo mejor habia encontrado el prototipo de marido ideal y no le daba ninguna trascendencia al hallazgo. Mal hecho, quiza mi obligacion femenina era exhibirlo en una web para que cientos de mujeres no perdieran la confianza en el destino.

Dormi toda la noche de un tiron. Cuando me desperte eran las nueve del sabado y Marcos ya no estaba en la cama. Los ninos debian de haber llegado. Baje envuelta en una bata y los encontre en la cocina. Sus tres hijos desayunaban en torno a la mesa. Me beso, me besaron todos. Marcos enseguida se levanto.

– Petra, preparate tu el cafe. Voy a subir un par de horas a mi estudio, ando un poco mal de tiempo en este proyecto.

Sonrei y cargue la cafetera. Los ninos estaban muy silenciosos. Aun sentia cierta prevencion cuando me quedaba sola con ellos. Temia sus preguntas mas que a un cielo nublado; en especial las de Hugo y Teo, que no solian morderse la lengua. Cruce los dedos para que Marina no les hubiera contado nada de la llamada desde el convento. Me servi el cafe, me sente a su lado. A aquellas alturas de nuestra parcial convivencia seguia sin encontrar el tono correcto para hablarles. Siempre temia ser demasiado infantil o, yendo hacia el otro extremo, demasiado adulta. Lo intente esta vez decantandome por una alegria un tanto impostada.

– ?Que tal, muchachos, como ha ido la semana?

Se miraron entre ellos como si aquella pregunta denotara una grave carencia de sustancia. Teo se avino a responder.

– En el colegio. -Y lo dijo en un tono que parecia evidenciar todas las miserias y el aburrimiento que la actividad escolar comportaba.

– Pues estupendo, ?no? -remate mi mas que fallida intervencion.

– ?Y tu? -inquirio entonces Hugo con un claro deje de interes latente. Ya no me cupo la menor duda de que Marina les habia contado algo sobre la llamada del convento.

– En la comisaria -respondi muy en su estilo.

– ?Y todo bien en la comisaria? -lo intento Teo.

– Bien, normal, la rutina diaria.

– Y eso que estas metida en muchos problemas, ?verdad? -llevo la cosa al limite Hugo. Pero yo estaba dispuesta a resistir.

– No mas que de costumbre.

Entonces Marina, que habia permanecido callada y formal, comento con toda naturalidad:

– Quieren saber cosas sobre el crimen del convento.

A raiz de aquel gong de sinceridad, una cascada de preguntas malamente inhibidas hasta el momento se abatio sobre mi.

– ?Han matado a una monja? -pregunta de Hugo.

– ?Ha sido un psicopata, Petra? -pregunta de Teo.

– ?Teneis muchas pistas? -nueva pregunta de Hugo.

– ?Habeis hecho un retrato robot del asesino? -nueva pregunta de Teo.

– ?De los psicopatas no se hace un retrato robot, tonto, se hace un retrato psicologico! -exclamo Marina cargada de razon.

Salte literalmente de la silla.

– ?Pero que diantre estais diciendo, os habeis vuelto locos?

– Marina nos dijo que te llamaron ayer y papa nos ha dicho que encontraron a alguien muerto. Le preguntamos a quien y contesto que no lo sabia; o sea, que seguro que lo sabe y no ha querido soltar nada.

– Vayamos por partes. En primer lugar teneis que confiar en lo que se os dice, porque si no es asi, entonces no merece la pena que volvais a preguntar nada.

Cabecearon, entre la aceptacion y el escepticismo. Continue, aparentando un auto control que distaba mucho de poseer.

– Es verdad que ha aparecido una persona asesinada en el convento de las corazonianas, un fraile. Pero no se nada mas. Y tampoco lo sabre mas adelante, el caso lo llevaran los Mossos d'Esquadra.

– Ya nos enteraremos por la tele -comento Teo con desprecio.

– No creo que debierais perder el tiempo preocupandoos de esas cosas, pero en fin, vosotros vereis.

– Seguro que tu te enteraras de mas cosas que la tele. ?Podremos hacerte preguntas concretas?

– No, no podreis y si lo haceis yo no os contestare, porque de verdad lo mas probable es que no sepa

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