complicado. Por si fuera poco, la peculiaridad del caso, con momia robada incluida, atraeria a los medios de comunicacion y tampoco era desdenable como incordio la presion que las comunidades cistercienses y corazonianas ejercerian sobre las pesquisas. Garzon habia escuchado el encargo de Coronas como si estuviera sonado. Ni siquiera anadio sus preguntas a las mias cuando plantee:

– Pero, comisario, la investigacion ya debe haber comenzado.

– Ahora les dare el nombre de los responsables de los Mossos que la llevan. Tienen que pasarles a ustedes toda la informacion.

– Pues no estaran precisamente contentos.

– No les quedaran mas cascaras. El pacto se ha gestado en las alturas politicas. No subestimen nunca la fuerza del elemento eclesiastico. Eso sirve tambien para advertirles de que quiero un trabajo bien hecho y, sobre todo, rapido. Con esta cona del traspaso tendremos a todo el mundo pendiente de nosotros, al margen de lo llamativo que el caso pueda ser.

– Oiga, comisario, ?y Asercio?

– ?Y quien cono es Asercio?

– La momia desaparecida.

– ?Joder, Petra!, no tenia ni idea de que se llamara asi. Pues Asercio… ?que es lo que quiere saber exactamente?

– Se trata de un robo. ?Eso tambien tenemos que investigarlo nosotros?

– A nadie se le ha ocurrido que pueda estar desvinculado del asesinato de fray Cristobal; de modo que…

– De modo que la momia va en el lote.

– En estas circunstancias no se si valoro demasiado su sentido del humor, Petra. ?Por que no se ponen a trabajar de una maldita vez? Supongo que no tengo ni que mencionarles que los informes diarios deben estar puntualmente registrados en el ordenador. Piensen que el jefe superior se ha interesado en el caso. ?Me explico?

Se habia explicado bastante bien, pero mientras caminabamos por el pasillo, Garzon no daba sintomas de haber entendido ni sus palabras ni ninguna otra comunicacion humana. Decidi ejecutar una intervencion de urgencia en su cerebro.

– ?Se encuentra usted mal o anda solidarizandose con la momia?

Se paro en seco y me miro con gesto bobalicon.

– ?Por que me dice eso?

– Le digo eso porque no da usted sintomas de vida inteligente.

– Si, es verdad. Pero ?sabe que me pasa, Petra?, que este caso no lo entiendo. Normalmente cuando iniciamos una investigacion me brotan ideas, suposiciones… a veces he de frenarme a mi mismo porque suelo dar demasiadas cosas por sentadas. Pero aqui… estoy mas vacio que el desierto de Gobi.

– ?Ah, es eso!; crei que tenia resaca.

– Un poco de resaca tambien tengo, la verdad.

– Pues ya puede ir desembarazandose de ella o pedire otro colaborador.

– Hay que ver, inspectora, yo estaba convencido de que cuando fuera una mujer de nuevo casada se convertiria en un ser mas tolerante y amable. Pero compruebo que su caparazon sigue siendo tan duro como siempre.

– ?Pretende tocarme las pelotas, subinspector? Por cierto, ?de donde ha sacado su cara ese moreno tipo glamour total?

– ?Por cierto? ?Tiene algo que ver lo que estabamos hablando con mi bronceado?

– Bueno, hablando sobre lo que han comportado nuestros matrimonios, debo decirle que antes, despues del fin de semana nunca tenia usted un aspecto tan saludable.

– ?Vaya manera de retorcer la conversacion para ir a parar donde usted queria! Pues bien, no tengo nada que ocultar, este bronceado se debe a que estuve el domingo iniciandome en el golf con mi esposa en un club elegante de las afueras. ?Y sabe que le digo? Que me gusto, y, segun me dijeron, no se me da nada mal.

– ?No me lo puedo creer. El deporte burgues por excelencia! ?Usted, siempre tan proletario y critico con la vida muelle!

– Me esta bien empleado. A estas alturas deberia haber aprendido que en cuestion de tocar las pelotas no hay nadie que le gane. Pero vamos a ver, ?que prefiere, que sigamos con las bromas o que le abra mi corazon sinceramente?

– No se mosquee, amado colega, usted sabe que puede abrirme su corazon e incluso su bazo.

– Pues en ese caso le confesare que estoy preocupado.

– ?Por que?

– Porque me estoy acostumbrando a la buena vida a pasos de gigante. Al principio de mi matrimonio con Beatriz todo lujo me parecia superfluo, pero despues de un corto tiempo, cada vez considero mas natural acudir a cenar a un restaurante de primera fila, beber siempre buen vino, asistir a la opera, salir de compras caras… y ahora, para colmo, ?jugare al golf!

– No veo el problema.

– ?Y si sobreviniera una ruptura entre Beatriz y yo? Nos adoramos, pero esa es una contingencia que no hay que descartar en cualquier matrimonio, como usted sabe bien. Lo he pensado con detenimiento y me doy cuenta de cuanto me costaria regresar a mis sencillos habitos de antes.

– Voy a hacerle una pregunta: ?se caso con Beatriz por interes economico?

– Usted sabe que no.

– Correcto. Mas preguntas. ?Acaso no trabaja usted tanto como antes?

– ?Por supuesto!, y seguire haciendolo hasta que me llegue la jubilacion.

– ?Explota usted a alguien, se ha vuelto presumido, desdena a los que no llevan una vida como la suya?

– Ni mucho menos.

– Pues entonces no se por que se preocupa. Disfrute de lo que tiene. La vida le ha hecho un regalo despues de muchos anos de negarle alegrias. ?Y que tipo de persona rechaza un regalo? Yo se lo dire: los amargados, los tacanos que piensan que deberan devolverlo, los traumatizados por la culpabilidad que inculca la religion catolica… en una palabra: los frikis de alma; no hay mas.

– ?Carajo!, con lo faciles y convincentes que pone las cosas para los demas y luego siempre anda usted comiendose el coco cuando se trata de si misma.

– Esa es la base de los buenos consejeros, amigo mio; por eso la mayoria de los psiquiatras estan desequilibrados y casi ningun cura cree en Dios.

– Dice usted cosas inquietantes, jefa.

– Y no ha oido nada aun. Espere a la pregunta que le tengo lista. A saber: ?que cono hacemos usted y yo charlando alegremente cuando un asesino corre suelto por Barcelona y el pobre Asercio anda descarriado?

Como no supo darme una respuesta satisfactoria, nos pusimos en marcha acelerada hacia el cuartel general de los Mossos d'Esquadra. Asi fue el comienzo oficial de uno de los casos mas extranos y complicados de nuestra carrera.

2

El inspector Palafolls era uno de mis companeros reconvertidos de policia nacional a mosso d'esquadra. Se puso contento cuando nos vio.

– ?A Dios pongo por testigo!, tenia el palpito de que erais tu y el amable Garzon quienes me robaban el caso y he aqui la confirmacion. ?Joder, Petra!, para un caso bonito que pescamos… y encima no es la primera vez. ?Recuerdas que cuando yo estaba en la Nacional una vez ya me birlasteis un caso que…?

– ?Para el carro, Palafolls, que yo soy una mandada! No he movido un dedo para que nos adjudiquen ese jodido caso.

– Y si lo has movido peor para ti, porque este lio del come curas se las trae.

– ?Teneis algo?

– Ahora te lo pasare, pero para los comentarios mejor nos vamos al bar de enfrente y nos tomamos un

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