– ?Entonces mama cogio el avion aqui?

– Si -susurro Mary-, aqui. Mirame, aunque sea solo un instante, tengo algo importante que decirte.

Lisa volvio lentamente la cabeza y hundio sus ojos en los de Mary.

– Cuando te vi por primera vez, vestida con aquellas ropas mojadas y demasiado estrechas para ti, con tu bolsa de viaje y tu globo, no podia imaginar que una nina tan pequena llegaria a ocupar un espacio tan grande en mi corazon. Jamas en mi vida pense que podria tener tanto miedo, hasta el dia de hoy. Quisiera que nos hiciesemos una promesa mutua, que tuviesemos un secreto solo para nosotras dos. No te vuelvas a escapar, y el dia de tu graduacion, cuando tengas diecinueve anos, si ese «alli» sigue siendo tu hogar, si todavia quieres irte, sere yo la que te traiga al aeropuerto. Te lo juro. ?Has estado aqui todo el tiempo y nadie se ha fijado en ti?

Los rasgos de Lisa se distendieron y una sonrisa timida se dibujo en la comisura de sus labios.

– No. ?Volvemos ya? -dijo con una voz apagada.

Se levantaron, Mary dejo algunos dolares sobre la mesa y abandonaron la cafeteria. Al llegar a la acera, Mary lanzo por encima del hombro la multa que acababa de encontrar sobre el parabrisas. Lisa le hizo una pregunta:

– ?Quien eres para mi?

– Soy tu paradoja -respondio Mary tras unos instantes de duda.

– ?Que es una paradoja?

– Esta noche, cuando estes acostada, te lo explicare. Bien, tengo miedo de mis ojos y ademas en el coche tu no puedes hacer tortitas.

Una vez en el coche, llamo por telefono a su casa. Philip descolgo al instante.

– Esta conmigo. Volvemos a casa. Te quiero.

A continuacion llamo al inspector de policia, que en pocos dias rellenaria una solicitud de traslado a la policia criminal de San Francisco; le habian dicho que aquella ciudad era en verdad hermosa y, ademas, conocia a una cierta Nathalia que trabajaba alli.

Cuando llegaron a casa, Thomas se precipito hacia Lisa. Ella le abrazo. Los dos adultos le trajeron una bandeja con fruta. No tenia hambre, estaba cansada y queria dormir.

En la habitacion, Mary se sento al borde de la cama y le acaricio largo rato los cabellos. Le dio un beso en la frente y, cuando se disponia a salir del cuarto, oyo que ella le preguntaba por segunda vez en aquel dia:

– ?Que es una paradoja?

Con la mano sobre el pomo de la puerta, Mary esbozo una sonrisa cargada de emocion.

– La paradoja es que yo jamas sere tu madre, pero que tu siempre seras mi hija. Ahora duermete, todo va bien.

9

Aquel verano no hubo campamento de vacaciones. Philip, Mary, Lisa y Thomas alquilaron la misma casa en Hampton. El verano sirvio para unirlos y en su vida en comun florecieron los viajes en barco, las barbacoas, las risas y la alegria de vivir.

De vuelta a la escuela, Lisa abordo sus estudios con una nueva actitud, que hallo una traduccion explicita en el boletin de notas del primer semestre. Thomas se distanciaba un poco de su hermana; la adolescencia los separaba de forma provisional.

Por Navidad Mary explico a Lisa que lo que le acababa de suceder era normal. Esa sangre no era en absoluto la senal de una lucha de su cuerpo contra un miedo cualquiera; simplemente significaba que estaba a punto de convertirse en mujer. Y serlo no iba a ser nada sencillo.

En enero Mary organizo una gran fiesta para celebrar los dieciseis anos de Lisa. Esta vez toda la clase respondio a su invitacion. Durante la siguiente primavera Mary sospecho que en la vida de Lisa habia un amorio y le impartio una extensa leccion sobre las particularidades de la feminidad. Lisa dio poca importancia a los detalles fisicos, pero presto una especial atencion a todo lo relacionado con los distintos sentimientos. El arte de la seduccion la fascinaba hasta el punto de que dio lugar a multiples conversaciones entre ellas. Por vez primera era Lisa quien las iniciaba. Avida de explicaciones, buscaba la compania de Mary que, encantada con este pretexto, destilaba sus respuestas con parsimonia.

Por la languidez que se adueno de Lisa al aproximarse las vacaciones de verano Mary adivino que el amor habia hecho mella en el corazon de la chica. Los meses estivales son detestables a esa edad cuando se esta enamorada, y las cartas que los jovenes se prometen intercambiar no logran colmar ese vacio que se descubre por primera vez en la vida.

Habia ido a buscarla a la escuela para pasar con ella la tarde del miercoles en Manhattan. Sentadas a una mesa del pequeno jardin de la parte trasera del restaurante Picasso, situado en el Village, compartian una ensalada Caesary y unas pechugas de pollo a la plancha.

– Asi que ya lo echas de menos y aun no os habeis separado. ?No es cierto?

– ?Tambien tu has pasado por esto?

– Durante demasiado tiempo.

– ?Por que duele tanto?

– Porque amar es ante todo arriesgarse. Es peligroso abandonarse al otro. Abrir esa pequena puerta de nuestro corazon. Puede provocar el dolor indescriptible que ahora sientes. Puede incluso tomar la forma de una obsesion.

– ?Solo pienso en el!

– No hay ninguna medicina para esa enfermedad del corazon. Es asi como comprendi que una se equivoca sobre la relatividad del tiempo. Un dia puede ser mas largo que todo un ano cuando se anora a la otra persona, pero al mismo tiempo ese es uno de los placeres del tema. Hay que aprender a dominar ese sentimiento.

– ?Tengo tanto miedo de perderlo! ?De que encuentre a otra chica! Se va a un campamento de vacaciones en Canada.

– Puede suceder. Comprendo tu mieditis. Es detestable, pero a esa edad los chicos son muy volubles.

– ?Y mas tarde?

– En algunos casos, los menos, el tema se arregla.

– Si me traicionase, no lo resistiria.

– Si, lo harias. Yo tengo experiencia. Se que en tu estado es muy dificil creer que una lo pueda resistir.

– ?Que hay que hacer para que se enamoren de una?

– Con los chicos, todo consiste en guardar la distancia y mostrarse reservada y misteriosa. ?Eso les vuelve locos!

– Ya me habia dado cuenta.

– ?Que es eso de que ya te habias dado cuenta?

– Ser reservada en mi es algo natural.

– Y luego vigila tu reputacion. Es importante para el dia de manana, se trata de una cuestion de equilibrio.

– ?No te entiendo!

– Creo que tu padre me mataria si me oyera decir estas cosas, pero

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