aparentas mas edad de la que tienes.

– ?No te burles de mi! -dijo Lisa pataleando.

– Si rehuyes la compania de los chicos, pasaras por ser una mojigata y no te tomaran en consideracion. Pero si estas con ellos demasiado tiempo, creeran que eres una chica facil y apreciaran tu compania por otros motivos, lo cual tampoco conviene.

– ?Tambien me habia dado cuenta de eso! ?Mi amiga Jenny debio de perder el equilibrio!

– Y tu, ?donde estas?

– En la frontera. He logrado mantenerme.

– Lisa, el dia en que estas cosas adquieran mayor importancia en tu vida, quiero que te sientas libre para que me hagas todas las preguntas que se te pasen por la cabeza. Estoy aqui para eso.

– ?Y a ti quien te lo explico todo cuando tenias mi edad?

– Nadie, y es mucho mas dificil entonces no tener vertigo.

– ?A que edad tuviste tu primer novio?

– No a la tuya, desde luego. Pero era otra epoca.

– De todas maneras, tengo un poco de miedo a todo eso.

– ?Espera un poco y veras como cambias de opinion!

Despues del almuerzo, prosiguieron su conciliabulo por las calles del Village, donde desordenaron las estanterias de las tiendas de modas en las que entraron a la busqueda de la ropa fatal que remataria al jovencito de marras.

– Debes entenderlo -dijo Mary-. Se suele decir que en el amor la apariencia no cuenta. ?Pero en materia de seduccion es fundamental! Todo consiste en encontrar el look adecuado.

Cuando la vendedora del Banana Republic le dijo a Lisa, dubitativa en su fuseau negro, que su figura le permitia llevar lo que quisiera, y cuando poco despues, mientras estaba en el probador, la misma vendedora le dijo a la madre que su hija era sublime, el sentimiento que tuvo Mary no guardaba relacion alguna con los celos, sino con el orgullo.

Ya en la acera, cargadas de paquetes, Lisa beso a Mary y le dijo al oido que el chico en cuestion se llamaba Stephen.

– ?Esta bien, Stephen! -contesto Mary en voz alta-. Aqui empiezan tus problemas; vas a pasar el verano deseando que acaben las vacaciones. Nosotras nos ocuparemos de ello.

Durante el verano, que de nuevo pasaron todos juntos en Hampton, Lisa escribia en secreto dos veces por semana al citado Stephen. Eran cartas cuyas palabras le aseguraban que pensaba mucho en el, pero tambien que conocia a muchos chicos SIMPATICOS y que estaba pasando una vacaciones GENIALES HACIENDO MUCHO DEPORTE. Ella esperaba que el se divirtiese en su campamento de vacaciones y anadia que estas dos palabras le parecian contradictorias. «Un poco de vocabulario no le hara dano», habia respondido Mary a Lisa, que se habia decidido a preguntarle si el termino «contradictoria» no resultaba un poco pomposo.

De regreso en la escuela, Lisa volvio a encontrar a Stephen, en su clase y en su vida.

Al llegar el mes de noviembre la languidez volvio a emerger a la superficie, y Mary supo que Stephen se marchaba, esta vez con su familia, a esquiar a Colorado. Sin consultar con nadie, en el curso de la siguiente comida Mary decidio que seria formidable que Lisa aprendiese a esquiar bien.

La invitacion de Cindy, la hermana de Stephen, para que pasase las vacaciones con ellos venia al pelo. A Philip no le gustaba la idea de que la familia estuviese separada el dia de Navidad, pero Mary sostuvo firmemente su punto de vista, puesto que el viaje estaba previsto para el dia 27. En la Nochevieja se telefonearian. Habia que aprender a ser mayor, ?no?

El movimiento de su ceja izquierda probablemente logro la adhesion final.

Solo recibieron una tarjeta postal la vispera de su regreso, y Mary tuvo que explicar a diario a Philip que habia que celebrarlo. Por el contrario, si Lisa hubiese escrito cada dia, si que habria sido un motivo para inquietarse.

Pasaron el Fin de Ano los tres solos, y bien decidida a asumir esta separacion ante los demas, Mary preparo una suntuosa cena. Sin embargo, una vez a la mesa la silla vacia la atormento durante toda la velada. La ausencia llamaba a esa pequena puerta abierta de la que le hablara a Lisa a mediados de verano.

La jovencita volvio bronceada, feliz y con dos medallas ganadas en las pistas. Mary conocio por fin al famoso Stephen en unas fotografias de grupo. Un poco mas tarde, en la habitacion de Lisa, antes de que esta se acostase, lo vio de nuevo en una foto de fotomaton en la que ambos jovenes sonreian.

Durante los siguientes dos meses a Mary le venia a la cabeza cada vez con mayor frecuencia la idea de reanudar su carrera profesional. Habia comenzado a redactar cronicas «solo por el gusto de hacerlo». Por curiosidad desayuno con el nuevo redactor jefe del Montclair Times, al que habia conocido en la facultad, y para su gran sorpresa el la invito a que le hiciera llegar un texto. Seguramente necesitaria algo de tiempo para ponerse al dia con la pluma, pero le dejaba elegir el tema. Antes de despedirse, le prometio ayuda, en la medida de sus posibilidades, si realmente deseaba reincorporarse al oficio. «?Y por que no?», se dijo Mary mientras regresaba a casa.

Philip estaba sentado a su mesa de trabajo y contemplaba por la ventana el sol que se iba poniendo ese dia de mayo. A su regreso de la biblioteca municipal, Mary subio e interrumpio su trabajo.

Cuando ella entro, el levanto los ojos y le sonrio, a la espera de que ella hablase.

– ?Crees que se puede tomar posesion de la felicidad a los cuarenta anos?

– En cualquier caso, se puede tomar conciencia.

– ?Es posible cambiar las cosas a estas alturas de la vida?

– Se puede aceptar madurar y vivir las cosas en vez de luchar contras ellas.

– Es la primera vez desde hace mucho tiempo que tengo la impresion de sentirte cerca de mi, y eso me hace feliz.

En aquella primavera del ano 1995 Mary sabia que la felicidad se habia instalado en su casa, y alli se quedaria por mucho tiempo.

Arreglo la habitacion de Lisa y, como ya hacia calor, decidio dar la vuelta al colchon y ponerlo del lado de verano. Es asi como encontro el gran cuaderno de tapas negras. Dudo un momento, pero a continuacion se sento ante el escritorio y empezo a hojearlo. En la primera pagina, pintada con acuarelas, estaba la bandera de Honduras. Pagina tras pagina, el nudo que se le habia formado en la garganta se estrechaba cada vez mas. Todos los articulos aparecidos en la prensa sobre los ciclones que padeciera el planeta en el curso de los ultimos anos habian sido recortados y pegados en aquel album secreto. Todo lo que trataba de forma directa o indirecta sobre Honduras aparecia ordenado por fechas. Era como el cuaderno de bitacora de un marinero que se hubiera alejado de tierra firme y sonase dia y noche con volver al lado de los suyos para contar su increible periplo.

Mary cerro el cuaderno y lo volvio a colocar en su sitio. Durante los siguientes dias guardo silencio sobre el descubrimiento. Y, si bien la familia noto que su humor habia cambiado, nadie parecio adivinar que un corazon se puede marchitar en pocos segundos.

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