Por un instante, apenas un segundo, Miranda olvido todo lo que habia sucedido entre ellos diez anos antes, y sintio sus brazos que la estrechaban, las palabras serenas que le susurraba al oido.

La unica vez que se habia sentido de verdad segura desde la pesadilla de la persecucion fue en sus brazos.

Quinn habia cambiado y, aun asi, seguia siendo el mismo. Algunas mechas grises asomaban en su pelo rubio. Le caia un poco demasiado largo por delante, lo justo para cubrir un parche que llevaba por encima del ojo. Sus ojos oscuros lo seguian viendo todo, pero ahora de sus bordes nacian unas arrugas finas. Fisicamente todavia estaba en forma, aunque iba vestido con un traje demasiado elegante para los bosques de Montana. Miranda todavia recordaba el sabor de sus labios, aunque habian pasado diez anos desde la ultima vez.

No soportaba todos esos recuerdos que se le vinieron encima y, todavia detestaba mas que Quinn Peterson le recordara sus peores flaquezas, justo cuando mas necesitaba su fuerza y su coraje.

– ?Como te has atrevido! -exclamo, irritada consigo misma por el temblor en su voz.

– Ya se que te diviertes torturandote a ti misma, Miranda, pero no queria que lo vieras. – Quinn se acerco a unos pocos centimetros. Ella se resistio al impulso de retroceder. Esta vez no se echaria atras.

A Quinn le temblo un nervio en la mandibula. Miranda recordaba bien esa senal de su irritacion. O preocupacion.

– ?Que haces tu aqui? -Ahora su voz era mas fuerte, pero no confiaba en si misma para seguir.

– Yo lo llame -dijo Nick.

Ella se giro para mirar a su mejor amigo.

– ?Tu?

Nick se enderezo como para mostrar su incomodidad.

– He mantenido a Quinn informado desde que fui nombrado sheriff -dijo Nick-. Lo necesito a el y a sus recursos.

– ?Has trabajado con el durante…? -Miranda penso en el tiempo que habia pasado desde que Nick fuera elegido sheriff y lanzo las manos al aire-. ?Tres anos! Y ?nunca me has dicho nada? ?Como has podido? Creia que si alguien me entendia, eras tu.

– Miranda, yo quiero encontrar a ese cabron tanto como tu.

Quinn los interrumpio.

– He venido a buscar a un asesino. No tengo por que decirte que el FBI cuenta con mas recursos que el departamento de Nick. Y si tienes algun problema con eso, ya te puedes marchar.

Aquella mirada oscura e intensa de Quinn abrio una brecha en sus defensas con la precision de un laser. Ella se sintio incomoda, escudrinada. Como si hicieran inventario de su miedo, de sus inseguridades. Esperando que se derrumbara, que se viniera abajo. Pero ella no lo dejaria ver sus puntos debiles. Ni que la viera como se derrumbaba. Habia acudido a el demasiadas veces en el pasado, buscando fuerzas y apoyo. Habia llorado en sus brazos y le habia contado todo lo que pensaba, sentia y creia.

El habia usado todo eso contra ella cuando la habian rechazado en la Academia.

Ya tendria tiempo para derrumbarse mas adelante. Cuando estuviera a solas.

– Conozco esta zona mejor que cualquier ayudante del departamento -dijo Miranda, y volvio a temblarle la voz, a pesar de sus esfuerzos por controlar su caracter y sus emociones. Con una mirada profunda como una sonda, Quinn la habia dejado reducida a un estado de nervios.

Volvio su atencion hacia Nick y recupero la compostura.

– Tendras que empezar a buscar pruebas y a pedir voluntarios. Me necesitas, y para mi es una necesidad estar aqui. Tengo que mirar. Me fijare en cosas que los demas no ven. Podre…

– Basta. -Quinn cerro la escasa distancia entre los dos y le puso una mano en el hombro. Ella la miro, sin saber si apartarla de un manotazo o perderse en sus brazos.

Lo miro con rabia y el dejo caer la mano.

– Tienes que dormir -siguio, con voz mas tranquila-. Te has pasado la semana buscando a Rebecca. ?Cuantas horas te has dado a ti misma? Estas viviendo a base de cafe y comida basura. Vete a casa.

– ?No! ?No! -Miranda se aparto para que el no la viera, temiendo que las lagrimas que habia reprimido durante toda la manana ahora brotarian sin remedio.

Ahora, no. Delante de Quinn, no.

– Miranda, voy a llamar a un equipo -dijo Nick-. No habremos acabado hasta dentro de dos horas. El doctor Abrams tiene que certificar la muerte. Vuelve mas tarde.

– Nick, no creo que… -empezo a decir Quinn, pero Miranda lo interrumpio.

– Se lo dire a los voluntarios. Dos horas, y volvere. -No quiso mirar a Quinn, no en ese momento, porque sus sentimientos eran demasiado transparentes.

Paso junto a Nick y le toco el brazo.

– Estoy bien. -No sabia si lo decia para tranquilizarlo a el, a si misma o a Quinn, pero pronunciar esa frase le permitio ocultar el miedo que habia aflorado. La presencia de Quinn la habia perturbado casi tanto como el ultimo crimen del Carnicero.

Quinn la vio alejarse en su jeep. La habia manejado mal. Antes no era asi. Antes de que ella decidiera convertirse en agente del FBI creyendo que eso le ayudaria a solucionar sus problemas, Quinn sabia exactamente que decirle, cuando tocarla, cuando darle espacio.

Sin embargo, en cuanto llego a Quantico, su obsesion por el Carnicero se apodero de su vida. O quiza siempre habia estado ahi y Quinn simplemente no se habia dado cuenta.

?Por que no se daba cuenta ella?

– ?Por que has hecho eso? -le pregunto Quinn a Nick-. No esta en condiciones de participar en la busqueda de pruebas. ?Te has fijado cuando miraba el cuerpo? Estaba a punto de perder los nervios.

Se le revolvian las tripas de ver el dolor en el rostro bello y demacrado de Miranda. Como si estuviera viviendo en carne propia los momentos finales de Rebecca Douglas.

– Ahi es donde te equivocas, Quinn. Miranda es mas fuerte de lo que crees.

– Se esta castigando por haber sobrevivido.

– De eso no estoy tan seguro… -empezo a decir Nick.

– Yo si. Miranda es el tipico caso del superviviente con sentimiento de culpabilidad, y se ha agravado con el tiempo. Cada vez que secuestran a otra chica, ella se toma su muerte como si fuera culpa suya.

– Se que se lo ha tomado como algo personal, pero es una ayuda para el equipo.

– Miranda no conoce el significado de la palabra «equipo».

– Tu no te has pasado los ultimos diez anos trabajando con ella. No se vendra abajo. Es una mujer fuerte.

– ?No dejaras que tu relacion personal con ella te quite el sentido comun? -dijo Quinn. Hablaba como si estuviera celoso. Joder, la verdad es que estaba celoso. Enterarse de la relacion entre Nick y Miranda, le dolio mas de lo que estaba dispuesto a reconocer. Despues de tantos anos separados, Quinn tendria que haberlo superado. Sin embargo, desde su ruptura con Miranda, las pocas relaciones que habia entablado eran aventuras superficiales y breves. En el corazon de Quinn, Miranda siempre seria la unica mujer.

Nick lo miro de reojo.

– No sabes de que estas hablando. -El sheriff se dirigio hacia su camioneta.

– No te hagas el esquivo conmigo, Nick. Has estado demasiado tiempo con Miranda como para no darte cuenta. Esta jugando contigo. Es algo que hace muy bien.

Nick se volvio para mirar a Quinn.

– Miranda y yo lo dejamos ya hace dos anos.

Por la cara de Nick, Quinn se dio cuenta de que no estaba nada contento con el asunto, y le parecio que su voz sonaba casi acusatoria. Quinn estaba a la vez sorprendido y complacido de saber que Nick y Miranda ya no eran pareja. Y luego se enfado consigo mismo por preocuparse. Bien mirado, Miranda jamas entablaria una relacion con el.

– No me lo habias contado.

– ?Por que habria de hacerlo? Volveria con ella sin dudarlo un instante. Tampoco es que en este momento exista esa posibilidad -dijo, y se quedo mirando el camino por donde se habia marchado Miranda-. Estando tu en la ciudad, no creo.

– Miranda me odia. -Odio quiza fuera una palabra demasiado suave. Aborrecer o despreciar serian palabras

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