Cuando se hubo desbrozado la entrada a la camara subterranea, encontraron a Mven Mas de rodillas, postrada la frente sobre el escalon inferior.
Por lo visto, el director de las estaciones exteriores, al recobrar el conocimiento por un instante, habia intentado salir de alli. Entre los voluntarios se hallaron medicos. El robusto organismo del africano y unas medicinas no menos potentes triunfaron de la contusion.
Mven Mas se levanto, temblando y tambaleandose, sostenido por ambos lados.
— ?Y Ren Boz?…
La gente que rodeaba al sabio se ensombrecio. El director del Observatorio repuso con voz ronca:
— Ren Boz ha sufrido terribles lesiones. Lo mas probable es que muera pronto…
— ?Donde esta?
— Lo han encontrado al otro lado de la montana, en su vertiente oriental. Debio de ser lanzado desde su instalacion. En la cumbre no queda nada… hasta las ruinas han sido arrasadas por completo.
— ?Y el yace alli?
— No se le puede tocar. Tiene fracturados los huesos y rotas las costillas…
— ?Como?
— Y el vientre abierto, se le han salido las entranas…
A Mven Mas se le doblaron las piernas y agarrose convulsivamente al cuello de los que le sostenian. Pero la voluntad y la razon no le fallaron.
— ?Hay que salvar a Ren Boz a toda costa! ?Es un gran sabio!..
— Lo sabemos. Cuatro doctores le asisten. Esta dentro de una tienda esterilizada, puesta alli para la intervencion quirurgica. Al lado, esperan dos donadores de sangre. El tiratron, el corazon y el higado artificiales funcionan ya.
— Entonces llevenme al puesto de conferencias. Ponganse en comunicacion con la red mundial y llamen al centro de informacion de la zona Norte. ?Que ha sido del sputnik 57?
— Le hemos llamado. No contesta.
— Busquen el sputnik con el telescopio y examinenlo con el inversor electronico a la ampliacion maxima… Comprueben las maquinas mnemotecnicas y la calidad de las grabaciones de la experiencia.
— Las maquinas estan muy averiadas y en el indicador no hay nuevas grabaciones.
— ?Todo se ha perdido! — barboto Mven Mas, agachando la cabeza.
El hombre de guardia nocturna en el centro Norte de informacion vio en la pantalla un rostro ensangrentado y unos ojos que brillaban febriles. Despues de mirar atentamente, reconocio al director de las estaciones exteriores, personalidad celebre en todo el planeta.
— Necesito hablar con Grom Orm, presidente del Consejo de Astronautica, y con la psicologa Evda Nal.
El de guardia asintio con la cabeza y empezo a pulsar los botones y a girar los bornes de la maquina mnemotecnica. La respuesta vino al cabo de un minuto.
— Grom Orm esta preparando unos materiales en la casa-vivienda del Consejo, donde pasa las noches. ?Le llamo?
— Llamele. ?Y Evda Nal?
— Esta en la escuela cuatrocientos diez, en Irlanda. Si es preciso, intentare llamarla…
— el de guardia consulto un es quema — al puesto de conferencias 5654 SP.
— ?Muy preciso! ?Es asunto de vida o muerte!
El de guardia aparto los ojos de los esquemas.
— ?Ha ocurrido alguna desgracia?
— ?Una gran desgracia!
— Le entregare la guardia a mi ayudante, y yo mismo me ocupare de su asunto.
?Espere!
Mven Mas se derrumbo sobre el sillon que le habian acercado e hizo un esfuerzo para concentrar sus pensamientos y energias. En la estancia entro presuroso el director del Observatorio.
— Acabamos de fijar la posicion del sputnik 57. ?No existe ya!
Mven Mas se levanto como si no hubiera recibido lesion alguna.
— Queda un trozo de la parte delantera, el puerto para el arribo de naves cosmicas — prosiguio el terrible informe —. Vuela siguiendo la misma orbita. Seguramente, hay tambien otros trozos pequenos, pero todavia no han sido encontrados.
— Por consiguiente, los observadores…
— ?Han perecido sin duda!
Mven Mas se apreto con los punos las sienes, que le dolian insoportablemente.
Pasaron unos minutos de torturante silencio. La pantalla se ilumino de nuevo.
— Grom Orna esta al aparato de la Casa de los Consejos — dijo el de guardia, dando vuelta a una manija.
En la pantalla, que reflejaba una sala grande, debilmente alumbrada, surgio la cabeza, caracteristica y conocida de todos, del presidente del Consejo de Astronautica. Alli estaba su rostro afilado, que parecia cortar el espacio, de gran nariz corva, ojos profundos, bajo unas cejas alzadas en angulo con gesto de escepticismo, y labios prietos fruncidos en muda interrogante.
Bajo la mirada de Grom Orm, Mven Mas bajo la cabeza como un chiquillo que ha cometido una falta.
— ?Acaba de perecer el sputnik 57! — se lanzo a la confesion como el que se tira a un agua oscura.
Grom Orm estremeciose; su rostro se torno aun mas afilado.
— ?Y como ha podido ocurrir eso?
Con concision y exactitud, Mven Mas lo refirio todo, sin omitir la clandestinidad del experimento ni tratar de atenuar su culpa. Las cejas del presidente del Consejo se juntaron severas, mientras en torno a la boca se formaban unas largas arrugas, pero la mirada continuo serena.
— Espere, voy a ocuparme de la asistencia a Ren Boz. ?Cree usted que Af Nut?…
— ?Oh, si el pudiera venir!..
La pantalla se habia oscurecido. La espera se hacia interminable. Mven Mas, con un supremo esfuerzo, se mantenia firme. No importaba, era preciso aguantar, pronto reapareceria… ?Por fin, ya estaba alli Grom Orm!
— He encontrado a Af Nut y puesto a su disposicion una planetonave. Necesita una hora como minimo para preparar los aparatos y prevenir a sus ayudantes. Dentro de dos horas, estara en el Observatorio. Ahora, hablemos de usted. ?Ha tenido exito la experiencia?
La pregunta cogio desprevenido al africano. Indudablemente, el habia visto la Epsilon del Tucan. ?Pero habia sido aquello un contacto real con el inaccesible mundo lejano? ?O la nefasta influencia del experimento sobre el organismo y el ardiente deseo de ver se habian aunado en manifiesta alucinacion? ?Podia el anunciar al mundo entero que la experiencia se habia logrado y que eran precisos nuevos esfuerzos, sacrificios y gastos para repetirla? ?Que el camino elegido por Ren Boz era mas acertado que los de sus predecesores? Confiando en las maquinas mnemotecnicas, habian realizado la experiencia los dos solos. ?Necios! ?Y que habria visto Ren, que podria contar?… ?Si pudiera… si hubiera visto!..
Mven Mas mostro aun mayor franqueza:
— Yo no tengo pruebas del exito. E ignoro lo que haya visto Ren Boz…
Una sincera tristeza se reflejo en el semblante de Grom Orm. Atento hacia un minuto, era, ademas, severo.
— ?Y que propone usted?
— Pido que se me permita entregar inmediatamente las estaciones a Yuni Ant. Yo no soy digno de dirigirlas. Luego, estare al lado de Ren Boz hasta el fin… — el africano quedo cortado y rectifico —: hasta el fin de la operacion. Despues… me retirare a la isla del Olvido, hasta que me juzguen… ?Aunque yo mismo me he condenado ya!
— Puede que tenga usted razon. Sin embargo, para mi no estan claras muchas circunstancias y me abstengo de emitir juicios. Su conducta sera examinada en la proxima sesion del Consejo. ?A quien cree usted mas capaz para sustituirle, sobre todo en el restablecimiento del sputnik?
— ?No conozco mejor candidato que Dar Veter!
El presidente del Consejo asintio con la cabeza. Observo al africano unos instantes, dispuesto a decir algo mas, pero se limito a despedirse con un gesto. La pantalla se apago, y a tiempo, porque a Mven Mas se le nublo la