nos prestaran, bueno, que nos concedieran, dado que no puedo prometerle que se lo devolveremos, aproximadamente un centenar de miles de toneladas de agua. Construiremos otro iceberg, en orbita, para barrer el camino cuando nos dirijamos hacia las estrellas.

— ?Como podemos ayudarles a hacer eso? Tecnicamente, ustedes deben de llevarnos varios siglos de ventaja.

— Lo dudo… excepto por la propulsion cuantica. Tal vez el segundo comandante Malina pueda darle una idea de nuestros planes… sujetos a su aprobacion, naturalmente.

— Adelante, por favor.

— En primer lugar, debemos localizar un emplazamiento para la planta congeladora. Existen muchas posibilidades; podria estar en un segmento aislado de costa. Esto no ocasionaria ninguna perturbacion ecologica, pero si lo desea, la pondremos en la Isla Este… ?y confiemos que Krakan no entre en erupcion antes de que hayamos terminado!

«El diseno de la planta esta casi finalizado, y ya solo necesita algunas modificaciones minimas para su adaptacion al emplazamiento que escojamos definitivamente. La mayor parte de los componentes pueden ser fabricados de forma inmediata. Son todos muy sencillos: bombas, sistemas de refrigeracion y ventilacion, gruas… ?tecnologia del Segundo Milenio, buena aunque desfasada!

«Si todo va bien, tendremos nuestro primer bloque de hielo dentro de noventa dias. Nuestros planes son hacer bloques de tamano estandar, de seiscientas toneladas de peso cada uno. Son planas, hexagonales; alguien los bautizo con el nombre de «copos de nieve», y este nombre parece haberse impuesto.

«Cuando se inicie la produccion, transportaremos un copo de nieve por dia. Los agruparemos en orbita y los uniremos para construir el escudo. Desde el primer transporte hasta la prueba estructural final necesitaremos ciento cincuenta dias. Entonces estaremos listos para partir.

Cuando el segundo comandante hubo terminado, el presidente Ferradine permanecio sentado en silencio durante unos momentos, con una expresion preocupada en su mirada. Luego dijo, casi con reverencia:

— Hielo… Nunca lo he visto, excepto en el fondo de un vaso.

Mientras estrechaba las manos de sus huespedes, ya a punto de marcharse, el presidente Ferradine noto algo extrano. Su olor aromatico era ahora apenas perceptible.

?Se habia acostumbrado a el… o estaba perdiendo su sentido del olfato?

Aunque ambas respuestas eran correctas, hacia medianoche solo hacia aceptado la segunda. Se desperto con los ojos llorosos y la nariz tan tapada que le era dificil de respirar.

— ?Que pasa carino? — pregunto su mujer preocupada.

— Llama al… ?achis…! medico — dijo la primera autoridad—. Al nuestro… y al de la nave. No creo que puedan hacer nada, pero quiero… ?achis…! decirles cuatro cosas. Y espero que no lo hayas pillado tu tambien.

La esposa del presidente empezo a tranquilizarle, pero se vio interrumpida por un estornudo.

Ambos se sentaron en la cama y se miraron con tristeza.

— Creo que se tardaba siete dias en superarlo — dijo el presidente, sorbiendo por la nariz—. Pero tal vez la ciencia medica haya avanzado en los ultimos siglos.

Su esperanza se vio satisfecha, aunque apenas. Con esfuerzos heroicos, y sin perdida de vidas, la epidemia fue vencida… en seis terribles dias.

No era un comienzo prometedor para el primer contacto en casi mil anos entre primos separados por distancias estelares.

12. Herencia

Llevamos aqui dos semanas, Evelyn… aunque no lo parece, porque son solo once de los dias de Thalassa. Tarde o temprano tendremos que abandonar el viejo calendario, pero mi corazon siempre latira a los antiguos ritmos de la Tierra.

Han sido unos dias atareados, aunque en general muy agradables. El unico problema autentico ha sido de tipo medico; a pesar de todas las precauciones, rompimos demasiado pronto la cuarentena, y aproximadamente un veinte por ciento de los thalassanos cogio algun tipo de virus. Para hacernos sentir aun mas culpables, ninguno de nosotros mostro ninguna clase de sintomas. Afortunadamente no murio nadie, aunque me temo que no podemos atribuirle mucho merito a los medicos locales. Aqui la ciencia medica esta francamente atrasada; se han acostumbrado a confiar tanto en los sistemas automatizados, que no saben afrontar nada que se salga de lo normal.

Sin embargo, nos han perdonado; los thalassanos son personas muy tolerantes y de gran corazon. Han tenido una suerte increible (?tal vez demasiada!) con su planeta; el contraste con Sagan Dos resulta todavia mas decepcionante.

Su unica desventaja autentica es la falta de terreno, y han sido lo suficientemente inteligentes para mantener su poblacion por debajo del maximo permisible. Si alguna vez se sienten tentados a sobrepasarlo, tienen como terrible aviso los registros de los suburbios de la Tierra.

Puesto que son personas tan bellas y encantadoras, es muy tentador ayudarles en vez de dejar que desarrollen su propia cultura a su manera. En cierto sentido, son nuestros hijos… y a todos los padres les resulta dificil aceptar que, tarde o temprano, deben dejar de interferir.

Hasta cierto punto; naturalmente, no podemos evitar interferir; la causa de esto es nuestra misma presencia. Somos invitados inesperados, aunque afortunadamente no inoportunos, en su planeta. Y nunca podran olvidar que la Magallanes, el ultimo emisario del mundo de sus antepasados, esta en orbita sobre la atmosfera.

He vuelto a ver Primer Aterrizaje (su lugar de nacimiento), y he hecho el recorrido que todo thalassano hace al menos una vez en su vida. Es una combinacion de museo y templo, el unico lugar de todo el planeta donde la palabra «sagrado» es remotamente aplicable. Nada ha cambiado en setecientos anos. La nave sembradora, aunque ahora es un cascaron vacio, parece como si acabara de aterrizar. A su alrededor, en silencio, se hallan las maquinas: las excavadoras y constructoras, y las maquinas de procesamiento quimico con sus robots cuidadores. Y, por supuesto, las guarderias y escuelas de la Primera Generacion.

Casi no hay archivos de aquellas primeras decadas… quiza deliberadamente. Pese a todas las habilidades y precauciones de los planificadores, debio de haber accidentes biologicos, eliminados de modo implacable por el programa primordial. Y el momento en el que los que no tenian padres organicos dejaron paso a los que si los tenian debio de estar lleno de traumas psicologicos.

Sin embargo, la tragedia y la tristeza de las Decadas de la Genesis quedan varios siglos atras. Los constructores de la nueva sociedad las han olvidado, como las tumbas de los pioneros.

Pasar el resto de mi vida aqui me haria feliz; en Thalassa hay material para todo un ejercito de antropologos, psicologos y cientificos sociales. ?Sobre todo, desearia poder hablar con algunos de mis colegas, muertos tanto tiempo ha, y mostrarles cuantas de nuestras inacabables discusiones han sido finalmente resueltas!

Es posible crear una cultura racional y humana completamente libre de la amenaza de limitaciones sobrenaturales. Aunque en principio no estoy de acuerdo con la censura, parece que los que prepararon los archivos de la colonia thalassana triunfaron en su casi imposible tarea. Purgaron la historia y la literatura de diez mil anos, y el resultado ha justificado sus esfuerzos. Debemos ser muy precavidos antes de sustituir algo que se ha perdido… por muy hermosa y conmovedora que sea una obra de arte.

Los thalassanos nunca fueron contaminados por los productos decadentes de las religiones muertas, y en setecientos anos no ha aparecido aqui ningun profeta que predique una nueva fe. La propia palabra «Dios» casi ha desaparecido de su lenguaje, y se sorprenden (o les divierte) cuando a veces la utilizamos.

A mis amigos cientificos les encanta decir que un dato resulta una estadistica muy pobre, de modo que me pregunto si la total carencia de religiones en esta sociedad demuestra algo. Sabemos que los thalassanos fueron tambien seleccionados geneticamente con mucho cuidado para eliminar tantos rasgos sociales indeseables como fuera posible. ?Si, si, ya se que solo un quince por ciento aproximadamente del comportamiento humano esta

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