que viajan en los asientos traseros de los coches.

—Y ellos tienen los viveres —dijo Baker—. ?Cuando piensan claudicar?

Entraron en la zona oscura. Las comunicaciones con el Soyuz se limitaban a mensajes oficiales. Cuando volvieron a la luz, la astronave sovietica se acerco una vez mas.

—Vamos a pasar hambre... —dijo Delanty.

—Calla.

—Si, senor.

—Vete a freir esparragos.

—Imposible con un traje espacial.

Miraron de nuevo. Finalmente se oyo la voz de Jakov:

—Estamos gastando un combustible que necesitamos. Solicito pasar al plan B.

—Soyuz, mensaje recibido. Esten preparados para poner en practica el plan B. —Baker parecio visiblemente aliviado. Hizo un guino a Delanty—. Ahora muestra a los comunistas lo que puede hacer un verdadero americano.

El plan B era oficialmente una medida de emergencia, pero todos los planificadores de la mision norteamericana habian predicho en privado que seria necesario. En Estados Unidos los entrenamientos se llevaban a cabo como si el plan B fuera el modo normal de operacion. Confiaban en que no seria necesario al cruzar el Atlantico, pero de todos modos lo habian tenido en cuenta al efectuar la planificacion. El plan B era muy simple: El Soyuz se estabilizaba por si mismo, y el monstruo formado por la capsula Apolo y el laboratorio del Martillo maniobraba hacia el.

Delanty pilotaba una nave espacial y, a la vez, una lata enorme y maciza. Era como si un portaaviones tratara de maniobrar para recibir adecuadamente a un avion en descenso. Pero tambien disponia del sistema electronico mas complejo del mundo, toberas de direccion minuciosamente fabricadas por un personal especializado con millares de horas de experiencia e instrumentos producidos en una docena de laboratorios acostumbrados a confeccionar material de precision.

—Houston, Houston, plan B en marcha —informo Baker.

Rick Delanty penso que ahora el mundo entero estaria mirandole, o escuchando. Y si se equivocaba...

Aquello era impensable.

—Tranquilo —dijo Baker.

Pero era evidente que el tampoco lo estaba. Habia llegado el momento. Igual que en el simulador.

Un impulso directo, la verificacion un instante antes de establecer el contacto, y una debil propulsion de los reactores para unir las dos naves. De nuevo la sensacion mecanica de contacto y, simultaneamente las luces verdes en el tablero de mandos.

—Aseguralo —dijo Rick.

—Soyuz, estamos ensamblados, aseguren la sonda de union —pidio Baker.

—Apolo, afirmativo. Estamos ensamblados.

—El que entre el ultimo es un tarugo —dijo Baker.

Se estrecharon formalmente las manos, mientras flotaban dentro de la gran lata. En tierra, los comentaristas hablarian de una ocasion historica, pero a Baker no se le ocurrian palabras historicas para pronunciarlas en aquel momento.

Habia demasiadas cosas que hacer. Aquello no era un espectacular apreton de manos en el espacio, como la primera vez que se ensamblaron un Apolo y un Soyuz, sino que era una mision de trabajo, con un programa peligroso que probablemente no podrian realizar en su integridad, ni siquiera con suerte...

Y sin embargo... Baker sintio deseos de reir. Lo habria hecho si ello no hubiera requerido tantas explicaciones. Se habria reido ante el fantastico aspecto de los cuatro y la certidumbre de que no habia nadie como ellos en el mundo. Leonilla Alexandrovna Malik poseia una misteriosa belleza. Tenia tal dominio de si misma que podria haber representado el papel de una zarina, pero sus musculos suaves y duros habrian sido mas adecuados para el de primera bailarina. Era una mujer fria y encantadora.

Johnny Baker penso que era indiferente, pero secretamente vulnerable, y se pregunto si era tan friamente cortes con todo el mundo como lo era con el brigadier Jakov.

El brigadier Pieter Ivanovitch Jakov era Heroe del Pueblo, pero Baker no sabia de que clase. Era el hombre perfecto para ilustrar un cartel de propaganda solicitando el alistamiento. Apuesto, con una buena musculatura y mirada fria, se parecia mucho al mismo Johnny Baker, lo cual no era mas sorprendente que el parecido superficial de Rick Delanty con Muhammad Ali.

Eran cuatro especimenes en plena madurez, llenos de una salud atletica. Lastima que aquel tipo de la NBS, Randall, no estuviera alli para hacerles un retrato de grupo. Pero Blas tarde o mas temprano se lo haria.

La falta de gravedad les hacia flotar e impedia que estuvieran en la posicion normal de unas personas que se encuentran y sostienen una conversacion. Iban de un lado a Otro como impulsados por brisas errabundas. La situacion era hilarante incluso para Baker y Jakov, que ya la habian vivido en otra ocasion. Rick y Leonilla estaban entusiasmados. Procuraban, en su vagar, acercarse a las mirillas y contemplar las estrellas y la Tierra.

—?Habeis traido el almuerzo? —pregunto Delanty.

—Desde luego —respondio Leonilla con una fria sonrisa—. Creo que os gustara. Pero es una sorpresa del camarada Jakov.

—Primero hemos de encontrar un lugar para comer —dijo Baker, mirando a su alrededor. La capsula estaba atestada.

Los equipos ocupaban casi todo el espacio. Habia dispositivos electronicos adheridos a las mamparas, paquetes amorfos suspendidos de cordeles de nylon amarillo, cajas de plastico, estantes llenos de objetos, carretes de pelicula, microscopios, un telescopio desmontado, juegos de herramientas y soldadores. Habia varias copias de diagramas que mostraban donde estaba cada cosa, y Baker y Delanty se habian ejercitado hasta ser capaces de tocar cada objeto en plena oscuridad. Pero no habia alli el menor sentido del orden.

—Podemos comer en el Soyuz —sugirio Leonilla—. Esta lleno, pero... —Hizo un gesto de resignacion.

—No es lo que nos habian hecho creer —dijo Jakov—. He hablado con Bakunyar y ahora disponemos de varias horas hasta que podamos desplegar las alas solares. Pero sugiero que comamos primero.

—?Que nos habian hecho creer? ?A que te refieres? —pregunto Delanty.

—A esto —dijo Jakov, haciendo un gesto expresivo que abarcaba toda la capsula. John Baker se echo a reir.

—No hubo tiempo para planificar como es debido. Solo pudieron amontonar las cosas a bordo. De lo contrario, todo habria sido disenado especialmente para la observacion del cometa, con la mitad del peso...

—Y un coste nueve veces superior —intervino Delanty.

—Y entonces no habria habido necesidad de nosotros —dijo Leonilla Malik.

Jakov la miro friamente. Empezo a decir algo, pero se interrumpio. Aquello era bastante cierto, y todos lo sabian.

—Desde luego, han aprovechado bien el espacio —dijo Delanty—. Bueno, vamos a comer.

—?No notas el efecto de la caida libre? —pregunto Leonilla.

—?Este? —John Baker se echo a reir—. Este es capaz de comer mientras da vueltas en las montanas rusas. Yo si que lo noto un poco, aunque no es la primera vez que subo. Pero ya se esta pasando.

—Debemos comer ahora —dijo Jakov—. Estamos entrando en la zona oscura y tenemos que desplegar las alas solares con luz. Yo tambien sugiero el Soyuz, hay mas espacio. Y tenemos una sorpresa: caviar. Debe comerse en boles, pero sin duda podemos hacerlo tambien con tubos.

—?Caviar? —pregunto Baker.

—Tiene un alto valor alimenticio —explico Leonilla—. Y pronto terminaran el nuevo canal y habra agua de sobras en el Caspio y el Volga para nuestro esturion. Espero que le guste el caviar.

—Claro —dijo Baker.

—?Entramos? —Jakov les precedio al interior del Soyuz.

Ninguno se dio cuenta de que Rick Delanty permanecia atras, como si en realidad no tuviera ganas de comer.

Delanty y Baker estaban en el exterior. Unos delgados cables les mantenian conectados al laboratorio del Martillo. Les rodeaba el vacio del espacio, brillante bajo la luz del sol, pero oscuro como la cueva mas negra en la zona de sombra.

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