—Tu has prestado juramento a la Constitucion —dijo Jellison—. Has pasado por West Point, ?no? Recuerda la trilogia: deber, honor, pais, por ese orden.

—?Y que?

—Tom, ese cometa se nos echa encima, de veras. Me han dicho que invalidara todos tus sistemas preventivos de radar.

—A mi tambien me lo han dicho —dijo Bambridge—. Art, no quiero parecer sarcastico, pero ?no te parece que estan tratando de ensenar a tu abuela como se bebe un huevo? —Fue a su escritorio y volvio con un expediente de cubiertas rojas—. Veremos como es un ataque supuesto y no podremos ver uno verdadero... si se produce. Claro, el dia que los rusos vean que tienen todas las de ganar nos atacaran, pero segun los servicios de inteligencia, por alla las cosas estan ahora muy tranquilas. —Bambridge hojeo de nuevo el documento—. Naturalmente, si no podemos verles venir, ellos no podrian vernos tampoco...

—?Pero que estas diciendo?

—Bueno, no pueden someterme a un consejo de guerra solo por pensar.

—Esto es serio, Tom. No creo que los rusos vayan a iniciar algo, mientras el cometa solo pase cerca, pero...

Bambridge ladeo la cabeza.

—?Por Dios, mis tecnicos no me han dicho que fuera a chocar con nosotros!

—Ni los mios tampoco —dijo Jellison—. Pero ahora las posibilidades de que no suceda son de centenares contra una. Antes fueron miles de millones, luego millares y ahora solo centenares. Es para asustarse un poco.

—Lo es, desde luego. ?Que crees que debo hacer? El presidente me ordeno que no me pusiera en estado de alerta.

—No puede darte esa orden. Tu cargo te autoriza a tomar toda medida necesaria para proteger a tus fuerzas. Todo menos el ataque nuclear.

Bambridge miro por la ventana. El avion especial KC-135 estaba despegando para cumplir con su mision rutinaria.

—Me pides que desafie una orden directa del presidente.

—Si, pero si lo haces tendras amigos en el Congreso. Podrias perder tu cargo, pero eso seria todo. —El tono de Jellison era bajo y apremiante—. Tom, ?crees que me gusta esto? Dudo de que ese condenado cometa choque con la Tierra, pero si lo hace y no estamos preparados... Dios sabe lo que ocurrira.

—Si, es cierto. —Bambridge trato de imaginarlo—. Si un asteroide cayera en alguna zona remota de la Union Sovietica, ?no creerian que era un ataque solapado de Estados Unidos? ?Y si no era en una zona remota sino en el mismo Moscu? Pero si entramos en estado de alerta, ellos lo sabran, y tendran muchas mas razones para creer que lo hemos hecho.

—Claro, pero ?y si nosotros no hemos declarado la alerta y ellos consideran esta circunstancia como una estupenda oportunidad? Si cae el Martillo, Tom, Washington puede desaparecer. Washington, Nueva York y la mayor parte de la costa oriental.

—Maldicion. No faltaria mas que encima de todo eso tuvieramos una guerra —dijo Bambridge—. Si el Martillo golpea realmente, ya habra suficiente desastre en el mundo sin necesidad de anadir la catastrofe nuclear. Pero si nos golpea a nosotros y no a ellos, querran rematar el trabajo. Es lo que yo haria en su caso.

—Pero tu no...

—No desde este despacho —le interrumpio Bambridge—. Ni siquiera si recibo unas ordenes que, gracias a Dios, nunca recibire. —El general miro las maquetas de proyectiles en su estante—. Mira, lo que puedo hacer es vigilar que mi personal este en su sitio. Que mis hombres clave esten alerta en sus agujeros mientras yo lo dirijo todo desde el avion especial. ?Pero como puedo distinguir el choque de un meteoro de un ataque nuclear?

—Creo que lo distinguiras —dijo Jellison.

Afuera se extendian la noche y la inmensidad del espacio. Dentro de la capsula Apolo Rick Delanty estaba tendido en el breve lecho. Tenia los ojos fuertemente cerrados, el cuerpo rigido y los punos apretados.

—Si, de acuerdo, me encuentro mal desde que partimos, pero no se lo digas a Houston. De todos modos no podrian hacer nada.

—Pero si no comes vas a morirte de hambre —le dijo Baker—. No te lo tomes asi. Todo el mundo tiene trastornos cuando viaja al espacio.

—Pero no durante toda una semana.

—MacAlliard estuvo mal toda la mision. No tanto como tu, pero el tenia ayuda. Voy a buscar a la doctora Malik.

—?No!

—Si. No tenemos tiempo para satisfacer el orgullo masculino.

—No se trata de eso, y tu lo sabes —dijo el acongojado Delanty—. Informara de lo que ocurre y...

—Y nada. No vamos a detener esta mision solo porque tienes las tripas revueltas.

—?Estas seguro?

—Si. No pueden cancelarla a menos que yo lo diga. Y no voy a decirlo, a menos que...

—No hablemos mas. Dios mio, Johnny, si esto fracasa por mi culpa... Diablos, ojala hubieran elegido a otro en mi lugar. Entonces no importaria tanto. Pero yo tengo que seguir.

—?Por que? —pregunto Baker.

—Porque soy...

—?Un caballero de color?

—Un negro. —Rick trato de sonreir—. De acuerdo, haz que venga la doctora. Algo ayudara.

—Lo mejor que puedes hacer es mantener los ojos cerrados.

—Ya lo hago, hago todo lo que puedo —dijo Delanty en tono amargo—. Yo, el gran Rick, con la enfermedad del espacio. Es absurdo.

Se dio cuenta de que Baker habia salido y nerviosamente empezo a abrocharse la bragueta.

Vestia una especie de calzones largos de lana, lo mas apropiado para llevar bajo el traje espacial. Era una prenda muy practica, pero Rick Delanty no podia ocultar del todo su nerviosismo. No estaba acostumbrado a que las mujeres le vieran en panos menores, sobre todo las mujeres blancas.

Cuando Leonilla entro en la capsula pregunto por que no habian informado de lo que le ocurria a Rick. Su voz era aspera, totalmente profesional, y Rick se sintio algo intimidado. La prenda interior de cuerpo entero que vestia Rick tenia unos engarces. Leonilla tomo uno de ellos en un termometro electrico. Introdujo el otro extremo del engarce en el ano de Rick Delanty.

—?No ha comido nada? —pregunto Leonilla, mientras leia el termometro y tomaba nota.

—Lo vomito todo.

—Por eso esta deshidratado. Primero probaremos con estas capsulas. Masquela. No, no se la trague, masquela.

Rick obedecio.

—Cielo santo, ?que es esto? Es lo mas asqueroso...

—Ahora traguela por favor. Dentro de dos minutos probaremos con un liquido nutritivo. Necesita hidratacion y alimento. ?Tiene la costumbre de no informar cuando esta enfermo?

—No. Crei que no seria nada.

—En toda mision espacial aproximadamente un tercio del personal ha experimentado trastornos espaciales entre suaves y agudos. La probabilidad de que a uno de nosotros le sucediera era muy alta. Ahora beba esto lentamente.

Rick bebio. Era un liquido espeso que sabia a naranja.

—No esta mal.

—Se basa en el Tang americano —dijo Leonilla—. He anadido azucares de fruta y una solucion vitaminada. ?Como se siente? No, no me mire. Es importante que no lo vomite. Mantenga los ojos cerrados.

—Asi no me siento muy mal.

—Estupendo.

—?Pero no sirvo para nada con los ojos cerrados! Y tengo que...

—Tiene que rehidratarse y seguir vivo, para que el resto de nosotros podamos continuar.

Delanty noto algo frio en el antebrazo.

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