sentarme en una duna alta que estaba a unos cien metros en el interior de tierra firme y me puse a barrer con los prismaticos aquel paisaje sofocado por el calor.

En cuanto me detuve el sudor me empapo todo el cuerpo y comence a sentir un leve dolor de cabeza. Me habia llevado un poco de agua, asi que bebi y despues rellene la cantimplora en un arroyo cercano. Mi padre aseguraba que la ovejas se suelen cagar en los arroyos, pero yo estaba convencido que a aquellas alturas ya estaba inmunizado de sobras contra cualquier cosa que pudiera coger en los arroyos locales despues de haber bebido tantas veces de ellos mientras construia presas. Bebi mas agua de la que realmente me apetecia y volvi a la cima de la duna. Las ovejas se veian inmoviles en la distancia, tendidas sobre la hierba. Hasta las gaviotas estaban como ausentes, y solo las moscas seguian activas. El humo del vertedero seguia elevandose, y otra linea de difuminado azul surgio de las plantaciones de los montes, por el borde de un claro donde estaban cortando arboles para el molino de pulpa que hay mas arriba de la orilla de la ensenada. Hice un esfuerzo con el oido para intentar distinguir el sonido de las sierras mecanicas, pero no oi nada.

Cuando barria con los prismaticos la zona sur vi de repente a mi padre. Sali instintivamente hacia el, pero enseguida me volvi atras. El desaparecio y volvio a aparecer. Iba por el sendero, en direccion al pueblo. Estaba mirando en direccion a donde esta el Salto cuando vi como mi padre subia la ladera de la duna por donde me gusta coger velocidad cuesta abajo con la bicicleta; lo divise cuando habia coronado el mismo Salto. Mientras lo observaba parecio tropezar en el sendero justo antes de llegar a la cima de la colina, pero recupero el equilibrio y siguio andando. Su sombrero desaparecio por el extremo de la duna. Me dio la impresion de que vacilaba al caminar, como si estuviera borracho.

Baje los prismaticos y me frote la barbilla ligeramente rasposa. No habia duda de que aquello no era muy normal. No habia mencionado que iba a ir al pueblo. Me preguntaba que estaria tramando.

Baje corriendo la duna, salte el arroyo y volvi a la casa corriendo a toda velocidad. Pude oler el whisky al entrar por la puerta trasera. Trate de recordar cuanto tiempo habia pasado desde que comimos y se marcho la senora Clamp. Alrededor de una hora, una hora y media. Entre en la cocina, donde el olor del whisky era mas intenso, y sobre la mesa descansaba una botella vacia de whisky de malta y un vaso vacio al lado. Mire en el fregadero en busca de otro vaso, pero solo habia vasos sucios. Frunci el ceno.

No era propio de mi padre salir dejando las cosas sin fregar. Agarre la botella y busque una marca negra hecha con boligrafo en la etiqueta, pero no habia nada. Aquello podria significar que se trataba de una botella nueva. Sacudi la cabeza de incredulidad, me enjugue la frente con un trapo de cocina. Me quite el chaleco de bolsillos que llevaba puesto y lo deje sobre la silla.

Entre en el recibidor. Al mirar hacia las escaleras me di cuenta enseguida de que el telefono estaba descolgado y pendia al lado del aparato. Corri enseguida a donde estaba y lo agarre. Emitia un extrano ruido. Lo volvi a colgar en su sitio, espere unos segundos, lo descolgue y oi el tono habitual de llamada. Lo solte y sali corriendo hacia arriba en direccion al despacho, gire el picaporte y empuje con todo mi cuerpo. Estaba atrancada.

—?Mierda! —solte.

Podia imaginarme lo que habia ocurrido y lo unico que me preocupaba era que mi padre se hubiera dejado abierta la puerta de su despacho. Eric debio de llamar. Papa contesta la llamada, se alarma, y se emborracha. Probablemente se dirigia al pueblo a conseguir mas bebida. Habria ido a algun sitio sin licencia para comprar alcohol o, mire mi reloj, ?no seria esta la semana en que inauguraban el Rob-Roy con licencia para vender alcohol las veinticuatro horas? Sacudi la cabeza; aquello era lo de menos. Eric debio de llamar. Mi padre se emborracha. Seguramente iba al pueblo a por mas bebida, o a visitar a Diggs. O quiza Eric habia concertado un encuentro entre ambos. No, no era algo probable; seguramente se pondria primero en contacto conmigo.

Corri arriba, me meti en el agobiante calor del desvan, abri el tragaluz de nuevo y observe los accesos con los prismaticos Volvi a bajar, sali de la casa, cerre la puerta detras de mi, y me puse a trotar por el puente, ascendiendo por el sendero, desviandome de nuevo por atajos para evitar las dunas mas altas. Todo parecia normal. Me detuve en el lugar en donde vi por ultima vez a mi padre, justo en la cima del monte que lleva a la cuesta del Salto. Me rasque la entrepierna lleno de exasperacion, preguntandome que debia hacer. No me sentia a gusto con la idea de abandonar la isla, pero tenia la sospecha de que lo que tenia que ocurrir pasaria en el pueblo o cerca de alli.

Pense en llamar a Jamie, pero seguramente no estaria en condiciones de ponerse a buscar por Porteneil a mi padre ni de mantener despierto el olfato para oler un perro en llamas.

Me sente en el sendero y trate de pensar. ?Cual seria el siguiente paso de Eric? Podria esperar a que cayera la noche para acercarse a la casa (estaba seguro de que vendria; no iba a hacer todo este viaje para volverse en el ultimo momento, ?no?), o quiza se habia arriesgado demasiado llamando y ahora pensaria que no arriesgaria mucho encaminandose directamente a la casa. Pero estaba claro que lo mismo podria haber hecho ayer, asi que, ?que le impedia acercarse a la casa? Estaba planeando algo. O quiza fui demasiado brusco con el por telefono. ?Por que le colgue? ?Imbecil! ?Quiza se iba a entregar, o a poner tierra por medio! ?Y todo porque yo le habia rechazado, su propio hermano!

Sacudi la cabeza enfadado conmigo mismo y me levante. Todo aquello no me llevaba a ninguna parte. Habia asumido que Eric iba a seguir en contacto conmigo. Eso significaba que debia regresar a la casa a donde, tarde o temprano, acabaria telefoneandome o llegando. Ademas, alli estaba el centro de mi poder y mi fuerza, y tambien era el lugar que necesitaba proteger con mas atencion. Una vez decidido, mas tranquilo ahora que ya tenia un plan decidido —aunque fuera mas un plan carente de accion que otra cosa— me volvi a la casa corriendo.

En el tiempo que habia estado fuera de casa el ambiente se habia caldeado mas aun. Me desplome en una silla de la cocina y enseguida me levante a lavar el vaso y tirar la botella de whisky. Me bebi un buen trago de zumo de naranja y llene una jarra de zumo y hielo, cogi un par de manzanas, media barra de pan y algo de queso y lo transporte todo al desvan. Cogi la silla que tengo normalmente en la Fabrica y la puse encima de una pila de viejas enciclopedias, abri el tragaluz que da a tierra firme y me fabrique un cojin con unas viejas cortinas descoloridas. Me asente en mi pequeno trono y me puse a observar por los prismaticos. Despues de un rato cogi la vieja radio de baquelita y transistores de detras de una caja de juguetes y la conecte al enchufe de la segunda luz con un transformador. Seleccione Radio Tres, donde ponian una opera de Wagner; pense que era perfecto para mi estado de animo en aquel momento. Volvi al tragaluz.

En el cielo encapotado se habian abierto unos cuantos claros; se desplazaban lentamente, proyectando manchas de sol refulgente en la tierra. A veces la luz brillaba en la casa; contemple la sombra de mi cabana moverse lentamente a su alrededor cuando el final de la tarde se iba transformando en la caida de la noche y el ultimo sol se colaba por las deshilachadas nubes. Lentamente las ventanas de casas nuevas que se distinguian entre los arboles fueron relumbrando con el reflejo del sol, ligeramente encima de la parte vieja del pueblo. Gradualmente fue apagandose un conjunto de ventanas mientras otras comenzaban a refulgir, todo ello resaltado por ocasionales fulgores de ventanas que se abrian o se cerraban o de coches que pasaban por las calles del pueblo. Bebi un poco de zumo y me meti cubitos de hielo en la boca mientras la brisa calida me abrazaba. Seguia barriendo regularmente el terreno con los prismaticos, de norte a sur, hasta donde podia sin caerme desde el tragaluz. La opera se acabo y la siguio un horrible programa de musica moderna que sonaba a grupos que podrian llamarse Hereje-a-la-parrilla o Perro Ardiendo, pero la deje sonar porque con aquello era imposible dormirse.

Justo despues de las seis sono el telefono. Salte de la silla, me deje caer desde la puerta del desvan, baje los peldanos de las escaleras de dos en dos y descolgue el telefono, llevandomelo a la boca con un rapido movimiento. Senti un zumbido de emocion al verme actuar con movimientos tan coordinados, y conteste calmadamente:

—?Si?

—?Frang? —se oyo la voz de mi padre, lenta y pastosa—. Frang, ?eress tu?

Deje que el desprecio que sentia se transmitiera a mi voz.

—Si, papa, soy yo. ?Que ocurre?

—…toy en el pueblo, hijo —me informo lentamente, como si estuviera a punto de ponerse a llorar. Le oi inspirar profundamente—. Frang, sabes que siempre te he querido… te… te estoy llamando desde el pueblo, hijo. Quiero que vengas aqui, hijo, quiero que vengas… que vengas aqui. Han cogido a Eric, hijo.

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