—Ustedes estan hablando con los australianos. Ellos saben acerca de esto, por supuesto —dijo Hicks.
—Todavia no se lo hemos dicho —admitio Crockerman—. Estabamos preocupados por los efectos que podia tener la noticia sobre nuestra gente si se divulgaba.
—Por supuesto —dijo Hicks—. Yo…, tampoco se lo que haria. Parece que hemos metido el pie en un autentico avispero, ?no?
Crockerman apago su cigarro a medio fumar.
—Regreso a Washington manana por la manana, senor Hicks. Me gustaria que usted viniera conmigo. Usted tambien, senor Gordon. Senor Feinman, comprendo que usted no podra acompanarnos. Tiene una importante cita medica en Los Angeles.
—Si, senor presidente.
—Entonces, si no le importa, despues de su tratamiento…, y mis sinceros deseos de que todo vaya bien en el, me gustaria que recomendara usted a un grupo de cientificos para que se entrevisten con el Huesped, efectuen un interrogatorio mas extenso… Eso no suena bien, ?verdad? Hacer mas preguntas. Ese equipo sera nuestro enlace con los cientificos australianos. Carl, me gustaria que arreglara usted con los australianos el que uno de sus investigadores volara a Vandenberg e interviniera en esas sesiones.
—?Vamos a compartir con los australianos entonces, senor? —pregunto Rotterjack.
—Creo que es el unico enfoque racional.
—?Y si se muestran reluctantes a compartir nuestra idea de la seguridad?
—Treparemos el muro cuando lleguemos a el.
Un joven de aspecto cansado con un traje gris entro en el comedor y se acerco a Rotterjack. Le tendio al asesor cientifico un trozo de papel y retrocedio unos pasos, clavando nerviosamente los ojos en torno a la mesa. Rotterjack leyo el papel, las arrugas en torno a su boca y en su frente se hicieron mas profundas.
—El coronel Phan nos envia un mensaje —dijo—. El huesped murio a las dieciocho horas de esta tarde. Phan realizara una autopsia a medianoche. Se solicita que el senor Feinman y el senor Gordon asistan a ella.
Hubo un largo silencio en torno a la mesa.
—Senor Gordon, puede ir usted, y luego, por favor, acuda a Washington tan pronto como le sea posible — dijo Crockerman. Deposito su servilleta junto a su plato, echo hacia atras su silla en la cabecera de la mesa y se puso en pie. Parecia muy viejo a la tenue luz del comedor—. Esta noche me retirare pronto. El dia ha sido agotador, y todavia queda mucho en que pensar. David, Carl, por favor, asegurense de que el senor Hicks se encuentre comodo.
—Si, senor —dijo McClennan.
—Y, Carl, asegurese de que el personal de aqui se da cuenta de lo mucho que apreciamos sus servicios pese a los inconvenientes que les hemos causado.
—Si, senor.
PERSPECTIVA
El reverendo Brian Caldecott ha proclamado que los extra-terrestres australianos son unos «patentes fraudes». Caldecott, conocido desde hace mucho por sus feroces arengas contra toda forma de gobierno, y por conducir a sus discipulos a un regreso al «Jardin del Eden», que afirma que estuvo localizado en su tiempo en las inmediaciones de Alice Springs, acudio a Woomera con una caravana de treinta Mercedes-Benz blancos para efectuar un mitin esta tarde. «Esos “alienigenas” son el intento del Partido del Pais de enganar a todos los ciudadanos del mundo, y convertir al gobierno australiano, bajo el primer ministro Stanley Miller, en el centro de un gobierno mundial, lo cual, por supuesto, deploro.» La cruzada de Caldecott sufrio un retroceso en sus relaciones publicas el ano pasado cuando se descubrio que estaba casado con tres mujeres. La iglesia de Nueva Australia declaro inmediatamente que la bigamia era un principio religioso, agitando aun mas un guiso legal que ya estaba bastante inestable.
AGNUS DEI
16
El coronel Tuan Anh Phan, con un traje con casco blanco y respirador incorporado, estaba de pie junto a dos ayudantes vestidos del mismo modo en la camara de aislamiento anteriormente ocupada por el Huesped y ahora por su cadaver. Harry Feinman entro en la estancia enfundado en su propio traje y avanzo con una cierta torpeza junto a los otros. Con cuatro personas en la habitacion, y el equipo traido para la autopsia, quedaba muy poco espacio para maniobrar. Arthur se sento en el laboratorio al otro lado del cristal y observo.
El Huesped estaba tendido de espaldas en la mesa central, ahora elevada un metro por encima del suelo. Su larga cabeza estaba extendida en toda su longitud, con la «barbilla» paralela al sobre de la mesa. Tenia los cuatro miembros extendidos, retenidos contra la elasticidad natural mediante correas de plastico.
Phan indico con un gesto de su mano enguantada en plastico las tres videocamaras detras de sus placas protectoras de plastico.
—Empezamos a las doce y diecisiete minutos A.M. del ocho de octubre de 1996. Soy el coronel Tuan Anh Phan, y voy a iniciar la autopsia del especimen biologico extraterrestre encontrado cerca del Valle de la Muerte, California. El especimen, llamado tambien el Huesped, murio a las ocho y cincuenta y ocho P.M. del siete de octubre, en la sala de aislamiento tres del Laboratorio de Recuperacion de Emergencia Vandenberg, Centro de Lanzamiento de Transbordadores Seis, Base de las Fuerzas Aereas de Vandenberg, California.
»No hay evidencias de danos fisicos o ningun signo aparente de trauma interno. —Phan tomo un escalpelo de una bandeja que le tendio un ayudante—. Ya recogi muestras de cultivos externos del Huesped cuando estaba vivo. Ahora tomare muestras de lugares a lo largo de sus miembros y de su cuerpo y cabeza para ver si los microorganismos terrestres han empezado a multiplicarse en sus tejidos externos. —Utilizando el escalpelo para rascar la piel, y torundas para recoger las muestras, efectuo su tarea. Cada torunda era metida en un tubo que era cerrado hermeticamente—. Como pueden ver, el cuerpo no exhibe senales de lividez, ni por supuesto de descomposicion o cambio, externo o interno. —Phan alzo un miembro superior—. Hay elasticidad, pero no rigidez. De hecho, la unica prueba visible de muerte es la falta de movimiento y la no reaccion a los estimulos.
»No hay senales de actividad electrica dentro del craneo del Huesped, o en ninguna otra parte de su cuerpo. Como sea que tal actividad existia antes, solamente podemos suponer que esto es otra indicacion de su muerte. El Huesped no se ha movido en diez horas y treinta y un minutos. Doctor Feinman, ?esta usted de acuerdo en que el Huesped esta ahora muerto, segun todas las mediciones que podemos efectuar?
—Estoy de acuerdo —dijo Harry—. No hay reflejos. El cuerpo del Huesped mostraba previamente una tension viva cuando era tocado. En su actual estado, no se evidencia ninguna tension.
—Evidentemente, esto entra mas en la naturaleza de una diseccion exploradora que de una autentica autopsia —prosiguio Phan, con voz debil—. Ya hemos realizado un examen completo del Huesped a traves de medios externos, incluidos los rayos X, los ultrasonidos y las imagenes por Resonancia Magnetica Nuclear. Hemos localizado diversas formas que pueden ser organos, ciertas cavidades pequenas, algunas llenas de fluidos y otras aparentemente vacias, dentro del Huesped, y utilizando esas imagenes como mapas —senalo con un escalpelo varias hojas de papel colgadas en la parte exterior de las ventanas de observacion— investigare mas directamente el interior del Huesped.