hasta que punto es eso verdad. Parece claro, sin embargo, que es muy poco lo que podemos hacer, y de una forma irracional nuestras esperanzas se desvanecen rapidamente.
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Walt Samshow tomo su bocadillo del ala de estribor del puente del Glomar
Ocasionalmente, una insignificante miga de pan blanco se desprendia de su bocadillo y derivaba hacia abajo, hacia el humedo olvido. Imagino que algun errante zooplancton no tardaria en descubrirla y la compartiria. Nada se perdia realmente, si tenias acceso a todos los ojos y sentidos en el universo, como a veces imaginaba que hacia Dios. El propio Dios no tenia ojos; creaba ojos y ponia cosas vivas a cargo de ellos, a fin de que El pudiera ser testigo de la majestad de la creacion desde un punto de vista objetivo.
David Sand subio la escalerilla y se reclino en la barandilla al lado de Samshow, los ojos rojos por la falta de sueno.
—Estamos a doce horas de la fractura —dijo—. El capitan ha ido dentro y Chao va a montar la guardia a partir de ahora.
Samshow asintio y mastico.
—Parece que no hay mucho entusiasmo, ?verdad? —pregunto Sand.
—Al menos estamos trabajando —dijo Samshow, despues de tragar.
—Fanning, en la sala de radio, dice que la Marina tiene tres barcos ahi fuera, simplemente yendo de un lado para otro… —hizo dos movimientos de zigzag con la mano—. Arriba y abajo. Mirando.
—?Todavia no ha votado la Camara el
—No que yo sepa —dijo Sand.
—A veces creo que merecemos morir, somos todos tan malditamente estupidos. —El tono de Samshow era imperturbable, suave. Igual hubiera podido hacer una observacion sobre algun ave marina.
Sand sonrio incomodo y agito la cabeza.
—La voz de la experiencia —fue todo lo que consiguio decir.
—Si. He estado al tanto de las noticias y he leido libros y he trabajado con todo tipo de gente durante sesenta y tantos anos, y he visto todo tipo de estupidos. Nos damos de golpes los unos contra los otros cada dia de nuestras vidas, tanteando, y damos nuestras opiniones sepamos algo o no, y si alguien descubre que mentimos… Oh, a la mierda. —Agito la cabeza—. Simplemente me siento desacostumbradamente agrio hoy.
—Correcto. —Sand se aparto un mechon de pelo reseco por el sol de los ojos.
—Nos han atrapado, ?sabes? Estamos hundidos y somos debiles y no hay una maldita cosa que podamos hacer ahora excepto salir y mirar… —alzo las cejas y fruncio los labios— y decir: «Hey, por Dios, eso es. Estamos desangrandonos.» Sabian exactamente que hacer. Utilizaron sus reclamos, y acudimos. Es como si conocieran nuestra estupidez desde hacia generaciones, desde hacia miles de anos. Quizas han hallado demasiados mundos gobernados por la estupidez a lo largo de la galaxia. Asi que nos tienen confusos y pateando patas arriba, y ellos tienen el cuchillo en nuestras gargantas, como si se prepararan para degollar un maldito cerdo. —Aferro la barandilla y se balanceo suavemente sobre sus talones—. Nunca me he sentido tan inutil en mi vida.
Sand inclino la cabeza hacia un lado.
—Todavia sigue pareciendome algo teorico —dijo—. No puedo creer que realmente este ocurriendo algo.
—Ha estado lloviendo durante dos dias en Montana, y siguen sin poder apagar los incendios —dijo Samshow—. Ahora hay un fuego de pastos en Asia central que ha quemado doscientas mil hectareas. Es inutil decir que no pueden controlarlo. Y el incendio de Tokio. No solo somos estupidos, sino que nuestra loca gente va a quemarnos a todos antes de que el mundo se haga pedazos. Todos nuestros pecados cuelgan en torno a nuestros cuellos.
Fanning, apenas veinte anos, estudiante graduado de la Universidad de California en Berkeley, subio al puente y se metio las manos en los bolsillos, agitando excitado los hombros.
—Lo imagine —dijo—. Algunos de los mensajes codificados de la Marina. No se estan molestando mucho en ocultar las cosas. Tienen un submarino capaz de alcanzar aguas profundas en alguna parte ahi fuera. —Se saco una mano del bolsillo y barrio con ella el horizonte—. Creo que es uno de los grandes, uno nuclear. Con orugas. Dicen que esta arrastrandose por el fondo.
—?Algo mas? —pregunto jocosamente Sand—. ?O es un secreto?
Fanning se encogio de hombros.
—Quiza vayamos a hacer algo —dijo—. Quiza vayamos a intentarlo de nuevo. Golpear algo importante, no solo una roca. Bien por el presidente, hombre —dijo, y alzo un expresivo dedo.
Edward se detuvo en el aparcamiento del restaurante y motel The Little America, con el motor de la autocaravana ronroneando suavemente, y escruto el humoso horizonte septentrional. El incendio llevaba ya cinco dias ardiendo, y estaba completamente fuera de control. La nube naranja y marron se extendia hasta los limites del este y el oeste, convirtiendo al sol en una apocaliptica llama roja. Zarcillos de humo gris pasaban por encima de la carretera y el motel, dejando caer fantasmales copos de fina ceniza blanca. Por lo que habia oido por la radio, no habia forma de ir mas al norte; ochenta mil hectareas de Montana ardian, y ayer las llamas habian penetrado hambrientas en Canada.
Sentado en la mesa de la autocaravana, trazo un camino hacia el suroeste con un rotulador amarillo en el mapa de un autoclub, luego volvio a sentarse en el asiento del conductor y se sujeto el cinturon de seguridad.
El frio aire septentrional era delicioso, aunque arrastrara consigo el denso olor de la madera ardiendo. Nunca habia conocido un aire tan vigorizante.
Edward salio del aparcamiento y se encamino hacia el oeste.
Esperaba que el Yosemite aun estuviera alli cuando llegara.
PERSPECTIVA
Hoy, Venus se halla en una conjuncion superior, detras del sol y fuera de la vista. Hoy es tambien la fecha proyectada del impacto de un enorme trozo de hielo, supuestamente de Europa. Lo que le hara a Venus es una fascinante pregunta. El impacto causara una enorme fractura sismica, quiza hasta cuarteando el manto profundo y realineando la estructura interna del planeta. Virtualmente, Venus no posee agua; con los billones de toneladas de agua proporcionadas por la bola de hielo, y la renovada actividad geologica, el planeta puede, en unas pocas decenas de miles de anos, convertirse en un jardin del Eden…
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