– Pero vamos a suponer una cosa: que no sabes que poner en primer lugar. Vamos a suponer -insistio Harriet, recurriendo a palabras ajenas- que tienes la maldicion de poseer cerebro y corazon.

– Normalmente puede deducirse por la clase de errores que cometes -dijo la senorita De Vine-. Estoy convencida de que no se cometen errores de importancia vital en algo que realmente se quiere hacer. Los errores de importancia vital son producto de la falta de autentico interes. En mi opinion, claro.

– Yo cometi un error muy grave una vez, como supongo que usted sabe -dijo Harriet-. No creo que fuera por falta de interes. En su momento parecia lo mas importante del mundo.

– Y sin embargo, cometio el error, pero ?cree que se habia concentrado de verdad en ello? ?Era de verdad tan rigurosa y exigente como cuando escribe un parrafo de buena prosa?

– Es una comparacion muy dificil. Desde luego, no se pueden tratar las pasiones emocionales con tanta objetividad.

– ?Y no es escribir buena prosa una pasion emocional?

– Si, claro que si. Al menos cuando das completamente en el clavo y lo sabes, no hay nada comparable. Te sientes en el septimo cielo… al menos un ratito.

– Pues a eso me refiero. Solucionas el problema sin cometer errores… y entonces experimentas el extasis, pero si hay algun tema en el que te conformas con lo mediocre, entonces no es realmente tu tema.

– Tiene toda la razon -repuso Harriet tras una pausa-. Si verdaderamente te interesa algo, sabes ser paciente y dejar que pase el tiempo, como decia la reina Isabel. Quiza sea ese el significado de una frase que siempre me ha parecido absurda: que el genio es eterna paciencia. Si realmente deseas algo, no te apoderas de ello; si te apoderas, es que realmente no lo deseas. ?Cree usted que si comprendes que te estas tomando verdaderas molestias por algo es prueba de lo mucho que te importa?

– Creo que si, en gran medida, pero la gran prueba es que ese algo salga bien, sin esos errores de importancia vital. Naturalmente siempre se cometen errores superficiales, pero un error vital es senal inequivoca de que no te importa. Ojala pudiera ensenarsele hoy en dia a la gente que apoderarse de lo que uno cree desear es una insensatez.

– Este invierno he visto seis obras de teatro en Londres, y todas predicaban la doctrina de apoderarse de las cosas -dijo Harriet-. Y he de reconocer que todas me dejaron con la sensacion de que ninguno de los personajes sabia lo que queria.

– No -replico la senorita De Vine-. Una vez que sabes con certeza lo que quieres, ves que todo queda aplastado, como la hierba bajo un rodillo… lo que te interesa a ti y a los demas. A la senorita Lydgate no le gustaria oirlo, pero es tan aplicable a ella como a cualquiera. Es la persona mas bondadosa del mundo con cosas que le resultan indiferentes, como los enganos de Jukes, pero no tiene ninguna misericordia con las teorias prosodicas del senor Elkbottom. No las aceptaria ni para salvar al senor Elkbottom de la horca. Diria que no podia hacer semejante cosa. Y por supuesto que no podria. Si viera al senor Elkbottom humillandose como un gusano, sentiria lastima, pero no alteraria ni un parrafo. Eso supondria una traicion. No se puede sentir lastima de nadie cuando se trata del trabajo. Supongo que usted seria capaz de mentir tranquilamente sobre cualquier cosa excepto… ?sobre que?

– ?Ah, yo sobre cualquier cosa! -contesto Harriet, riendose-. Excepto decir que un libro espantoso es bueno si no lo es. De eso no soy capaz. Me granjea muchos enemigos, pero no soy capaz.

– No, nadie puede -dijo la senorita De Vine-. Por muy doloroso que resulte, siempre hay algo a lo que hay que enfrentarse con sinceridad, si sigues conectada con tu intelecto. Yo tendria que saberlo, por experiencia propia. Naturalmente, ese algo puede ser un algo emocional, no digo que no. Puedes cometer todos los pecados habidos y por haber y sin embargo seguirle siendo fiel a una persona y ser honrada con ella. En tal caso, es probable que esa persona sea el trabajo que se te ha encomendado. Yo no desprecio esa clase de lealtad; simplemente, no es lo mio.

– ?Lo descubrio al cometer un error de importancia vital? -pregunto Harriet con cierto nerviosismo.

– Si -contesto la senorita De Vine-. Estuve prometida en cierta epoca, pero descubri que siempre metia la pata, que heria sus sentimientos, que hacia estupideces, que cometia errores de lo mas basico con el. Acabe por comprender que simplemente no me tomaba con el las mismas molestias que las que me habria tomado con una lectura polemica, y llegue a la conclusion de que no era mi trabajo. -Sonrio-. Ademas, yo lo queria mas que el a mi. Se caso con una mujer extraordinaria que esta dedicada a el en cuerpo y alma; es su trabajo, yo diria que a tiempo completo. Es pintor y casi siempre esta al borde de la ruina, pero pinta muy bien.

– Supongo que no habria que casarse, a menos que estes dispuesta a que tu marido sea un trabajo a tiempo completo.

– Es probable, aunque yo creo que hay unas cuantas personas, muy pocas, que no se consideran un trabajo sino companeros.

– Yo diria que Phoebe Tucker y su marido son asi -dijo Harriet-. Usted la conocio en la fiesta. Esa colaboracion parece funcionar, pero entre las esposas celosas del trabajo de sus maridos y los maridos celosos de las aficiones de sus esposas, da la impresion de que la mayoria nos consideramos un trabajo.

– Lo peor de ser un trabajo son las devastadoras consecuencias sobre el propio caracter -dijo la senorita De Vine-. Yo siento lastima de la persona que es el trabajo de otra; el, o ella, naturalmente, acaba por devorar o ser devorado. Mi pintor ha devorado a su esposa, pero ninguno de los dos lo sabe, y la senorita Cattermole, pobrecilla, corre el enorme riesgo de ser identificada con el trabajo de sus padres y ser devorada.

– Entonces, ?es usted partidaria del trabajo impersonal?

– Si -contesto la senorita De Vine.

– Pero asegura que no desprecia a quienes convierten a otra persona en el trabajo de su vida…

– Lejos de despreciarlos, los considero peligrosos -replico la senorita De Vine.

Christ Church

Viernes

Estimada senorita Vane:

Si es capaz de perdonar mi estupida conducta del otro dia, ?vendra a comer conmigo el lunes a la una? Venga, por favor… Todavia tengo deseos de suicidarme, asi que seria una verdadera obra de caridad. Espero que los merengues llegaran sanos y salvos.

Atentamente,

SAINT-GEORGE

Mi querido joven, penso Harriet, mientras redactaba una nota para aceptar la ingenua invitacion, si te crees que no veo lo que hay detras de esto, estas pero que muy confundido. Esto no es por mi, sino por les beaux yeux de la cassette de l'oncle Pierre, pero hay peores comidas que las que salen de la cocina de tu college, y acudire. Por cierto; me gustaria saber cuanto dinero despilfarras. El heredero de Denver deberia tener lo suficiente por derecho propio sin necesidad de recurrir al tio Peter. ?Dios del cielo! ?Cuando pienso que a mi me daban para la matricula, la ropa y cinco libras por trimestre y saltaba de alegria! No esperes mucha comprension ni mucho apoyo de mi parte, milord.

Aun con esas ideas tan severas, el lunes bajo por Saint Aldate y pregunto al conserje bajo la torre Tom por lord Saint-George, a lo que le respondieron que el joven no se encontraba en el colegio.

– ?Ah! -exclamo Harriet, desconcertada-. Si me habia invitado a comer…

– Lastima que no la hayan informado, senorita. Lord Saint-George sufrio un terrible accidente de trafico el viernes por la noche. Esta en el hospital. ?No lo ha visto en los periodicos?

– No, se me ha pasado. ?Esta muy grave?

– Segun tenemos entendido, se lesiono un hombro y se hizo una enorme brecha en la cabeza -contesto el conserje con pesar pero con cierto deleite al poder anunciar malas noticias-. Estuvo inconsciente durante veinticuatro horas, pero se nos ha comunicado que su situacion esta mejorando. El duque y la duquesa han regresado al campo.

– ?Dios mio! -exclamo Harriet-. Cuanto lo siento. Ire a preguntar. ?Sabe si le permiten visitas?

El conserje le dirigio una mirada paternal que le dio a entender que si hubiera sido una estudiante la respuesta habria sido negativa.

– Segun creo, se ha permitido la visita del senor Danvers y de lord Warboys a su senoria esta manana, pero

Вы читаете Los secretos de Oxford
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату