porque todavia no os habeis librado del todo, pero no veo ningun impedimento para que puedan casarse. Tenemos su version y no creo que la pobre Mary pudiera anadir gran cosa.
– Muchas gracias, senor -repitio Will.
– Aunque, respecto a quien mato a Deacon -dijo el comisario-, todavia no sabemos nada. A menos que fuera el Loco o, despues de todo, Cranton. Creo que este es el caso mas extrano en el que he trabajado. Estos tres individuos, entrando y saliendo del campanario, uno detras de otro… hay algo detras de todo esto que se nos esta escapando. Y vosotros dos -dijo, dirigiendose a los hermanos-, sera mejor que no digais nada de esto a nadie. Algun dia tendra que salir a la luz, eso es inevitable, pero si lo vais diciendo por ahi y obstruis nuestro trabajo, os detendremos y os acusaremos de asesinato. ?Lo habeis entendido?
Empezo a cavilar algo mientras se mordia el bigote con los dientes amarillentos.
– Sera mejor que vaya a casa e interrogue al Loco -dijo algo desanimado-. Si fue el, ?como lo hizo? Eso es lo que me tiene confundido.
4
Un carrillon completo de
Kent Treble Bob Major
(Tres partes)
5-376
Despues de la primera parte:
65432
34562
23645
35642
42356
Campana guia: la octava
Tocala por delante, un doble por el medio, un doble por detras y al centro; un doble por detras y un doble en el centro; un doble en el medio, por detras y un doble en el centro; delante, un doble por el medio, detras y un doble en el centro; delante, un doble por el medio y un doble por detras. Repetir dos veces.
J. Wilde
Primera parte
De los animales puros, y de los animales que no son puros, y de las aves, y de todo lo que repta por el suelo, sendas parejas de cada especie entraron con Noe en el arca.
Genesis 7, 8-9
La memoria publica es breve. El asunto del cadaver en el cementerio se olvido, las semanas pasaron y las revistas sensacionalistas se olvidaron del caso; solo se acordaba de Deacon el comisario Blundell y los habitantes de Fenchurch St Paul. Consiguieron que la prensa no se enterara del descubrimiento de las esmeraldas ni de la segunda boda de los Thoday. Solo lo sabian la policia, lord Peter Wimsey y el senor Venables, y ninguno de ellos tenia intencion de hacerlo publico.
El comisario habia interrogado al Loco Peake, aunque no sirvio de nada. No se le daba nada bien recordar fechas y la conversacion, que estuvo llena de extranas profecias, escapaba a los limites de la logica y fantaseaba demasiado con las cuerdas de las campanas. Su tia le ofrecio una coartada, por lo que recordaba, que no era demasiado. Al senor Blundell tampoco le entusiasmaba demasiado sentar al Loco en el banquillo de los acusados. Habia muchas probabilidades que lo declaran incapacitado y el resultado, en el mejor de los casos, seria que acabara encerrado en una institucion mental.
– Y tu ya sabes que no me imagino al Loco haciendo algo asi -le dijo a su mujer.
La senora Blundell estuvo de acuerdo con el.
En cuanto a los Thoday, su situacion era bastante desagradable. Si los acusaban por separado, siempre habria suficientes dudas sobre el otro para que los absolvieran, mientras que si los acusaban conjuntamente, era muy posible que su historia tuviera en el jurado el mismo efecto que habia tenido sobre la policia. Los absolverian y siempre quedaria la duda entre sus vecinos, y eso tampoco era demasiado agradable. O podrian colgarlos a los dos, «y entre usted y yo -le habia dicho el comisario al inspector jefe-, si los colgamos, jamas tendria la conciencia tranquila». El inspector jefe estuvo de acuerdo con el.
– Nuestro unico problema es que no tenemos pruebas reales del asesinato. Si pudieramos estar seguros de que murio.
Asi que se abrio un periodo de inactividad. Jim Thoday volvio al barco; Will Thoday, despues de casarse con Mary, siguio con su vida. Con el tiempo, el loro olvido las palabras que acababa de aprender, y solo las pronunciaba muy de vez en cuando. El parroco siguio celebrando bodas, comuniones y bautizos, y
Y lo necesitaba, porque aquel verano el agua se habia quedado estancada en los campos hasta septiembre, y el maiz no florecio y los monticulos de cereales empapados se quemaron y dejaron un olor apestoso; ademas, el parroco de Fenchurch St Paul, que organizaba el festival de la cosecha, tuvo que sustituir su sermon preferido acerca del agradecimiento porque no habia suficiente trigo para cubrir el altar ni gavilla para adornar las ventanas de los pasillos y las estufas, como era habitual. En realidad, la cosecha se retraso tanto y hacia tanto frio en la iglesia, que tuvieron que encender las estufas para la misa de la noche, y cuando llego el momento de recoger todas las frutas y verduras para llevarlas al hospital regional, se dieron cuenta de que una calabaza gigante se habia quemado porque la habian dejado junto al fuego.
Wimsey habia decidido que nunca mas volveria a Fenchurch St Paul. Los recuerdos que ese pueblo le traia no le gustaban, y sentia que habia un par de personas que estarian mucho mas tranquilas si no lo volvian a ver. Sin embargo, cuando Hilary Thorpe le escribio para pedirle que pasara las Navidades con ella, se sintio en la obligacion de acudir. Su posicion respecto a esa chica era especial. El senor Edward Thorpe, como unico fiduciario de la voluntad de su padre y su tutor natural, tenia algunos derechos que ningun tribunal podia discutir; Wimsey, en cambio, como unico fiduciario de la herencia de los Wilbraham, tenia cierta ventaja. Si queria, podia complicarle la vida al senor Thorpe. Hilary tenia en su poder pruebas de la educacion que su padre deseaba para ella, y el tio Edward apenas podia oponerse alegando problemas economicos. Sin embargo, Wimsey, que era quien administraba el dinero, podia perfectamente negarselo si esos deseos no se cumplian. Si el tio Edward preferia ser obstinado, habia muchas posibilidades de que se enzarzaran en una lucha sin tregua, aunque no creia que el tio fuera tan obstinado. Wimsey tenia en sus manos el poder para hacer que Hilary pasara de ser una obligacion para su tio a ser una fuente de ingresos, y era muy probable que el senor Thorpe se tragara sus