– Algunos podrian decir que ya tuve mi mala suerte al nacer, y despues de soportar eso, todo lo demas fue facil. Un
–
– Lo comprendo. Bromeaba. Tu sabes que siempre he estado orgullosa de como me distinguio la Naturaleza. Son los deformados por la sociedad los que me dan lastima. Uno puede apechugar con los experimentos de la Naturaleza, y si no son demasiado viles, converlirlos en una ventaja. Pero la deformidad social es serpentina e invisible; convierte a los hombres en monstruos… o ratones. En
– Mierda, cielo santo, aun te falta para los treinta. Y estas mas hermosa que nunca.
Adornaban su mono ruisenores y flores de manzano. Portaba dulce testimonio de colada reciente, pero las arrugas indicaban que habia estado doblado en la mochila. Su largo pelo rubio caia liso; habria sido mas conveniente para viajar con el hacerlo trenzas, pero, ay, ?como trenzar con sus dedos? Una mascara de mugre y polvo de carretera que ningun apresurado chapuzon en los lavabos de senoras de las gasolineras podia eliminar de forma conveniente empastaba su rostro. En los poros de su fragil nariz y su amplia frente habia residuos de Idaho, Minnesota, y del oeste de Nueva Jersey: barro, arena, legamo, cieno, polen, cemento, mineral y humus. El sucio velo con que el autoestop cubria sus rasgos era una razon de que su identidad de modelo hubiese sido tan facil de ocultar. Si La Condesa la queria para posar, tendria que vaporizarla un dia o dos en su bano privado. El crepusculo que se proyectaba en las ventanas de la oficina, despues de pasar por el verde filtro del Central Park, mostraba que La Condesa no era ningun astuto halagador: Sissy era guapa de verdad.
– ?Significa eso que puedes tener trabajo para mi?
Hubo una larga pausa, durante la cual La Condesa tamborileo su monoculo con la boquilla, durante la cual una ardilla cruzo triunfalmente Park Avenue, durante la cual el siglo xx deslizo su guisante bajo otra cascara atrapando a unos cuantos millones mas de imbeciles que perdieron la apuesta.
– Tu fuiste la Chica Yoni Yum/Rocio, veamos, de 1962 a 1968. Es mucho tiempo en este negocio. Fue una brillante campana, no puedo negarlo, y fue una buena asociacion. Pero no puede repetirse. Uno no puede repetirse a si mismo. No, y extraer algun aroma de la vida. En fin, he estado utilizandote solo dos, tres veces por ano, en anuncios de revistas desde entonces. Y puedo utilizarte de nuevo. Probablemente lo haga. Eres mi eterna favorita. No podria ser mejor ni la propia princesa Grace, ni aunque tuviese tu personalidad, que no la tiene. Yo soy por proclamacion higienista femenino oficial de la Corte de Monaco y lo se, pero es contar cuentos fuera de la escuela. En fin, querida, ahora he dejado la fotografia y trabajo con la acuarela. Esta a punto de empezar toda una nueva campana, a base de acuarelas increiblemente liricas. ?Oh, que conversacion tan tortuosa! Volvamos al principio. El hombre concreto que quiero que conozcas es mi pintor, el acuarelista.
Sissy se aventuro a beber un sorbo de Ripple.
– Si no voy a posar para el, ?por que quieres que le conozca?
– Es una razon puramente personal. Creo que podriais gustaros,
– Pero, Condesa…
– Vamos, vamos. No te enfades. Comprendo que has evitado siempre los compromisos con los hombres salvo los mas rudimentarios, y, podria anadir, has sido lista. Las relaciones heterosexuales solo parecen conducir al matrimonio, y para la mayoria de las pobres y tontas mujeres con el cerebro lavado, el matrimonio es la experiencia maxima. Para los hombres, es una cuestion de eficiencia logistica: el macho consigue alimentos, cama, lavadero de ropa, tele, cono, descendencia y comodidades materiales, todo bajo un techo, donde no tiene que disipar su energia psiquica pensando demasiado en todo eso: asi esta libre para salir y combatir las guerras de la vida, que es de lo que se trata. Pero para una mujer, el matrimonio es la rendicion. Matrimonio es cuando una chica abandona el combate, deja el campo de batalla y a partir de entonces cede la accion verdaderamente interesante y significativa a su marido, que ha pactado «cuidar» de ella. Triste y misero pacto. Las mujeres viven mas que los hombres porque en realidad no han vivido. Mejor muerta con la cara azul del ataque cardiaco a los cincuenta que ser una saludable viuda de setenta anos que no ha realizado ni una accion en la vida desde la mocedad. Mierda, Dios mio, ?como sigo ahora?
La Condesa volvio a llenarse el vaso. La ardilla empezo a cruzar de nuevo Park Avenue, pero no lo logro. Un chofer uniformado salio de una liniosina y alzo y sostuvo el aplastado animal donde pudiese verlo la anciana pasajera, que la semana proxima haria una donacion de veinticinco dolares a la Sociedad Protectora de Animales.
– Pero aqui estas tu, aun virgen…
– ?Por que? Tecnicamente si. Jack Kerouac y yo llegamos a estar muy proximos, pero creo que le di miedo…
– Si, bueno, lo que quiero decir es que llega un momento en que es psicologicamente imposible para una mujer perder su virginidad. No puede esperar demasiado, comprendes. Ahora bien, no hay razon alguna para que tu
– ?Que te hace pensar que ese acuarelista y yo estableceriamos una relacion romantica? -dijo Sissy, macarroneando la frente.
– No puedo estar segura de que lo hagais. Ademas, no entiendo por que quiero que lo hagas. En fin, tu siempre has
El flamenco dental inicio un ritmo delirante, una
– ?Bonanza Jellybean?
– ?Que? Oh si. Ji, ji. Jellybean -cuando los musculos mandibulares de La Condesa se calmaron, sus dientes amainaron en samba-. Es una joven que trabaja en mi rancho. Su verdadero nombre es Sally Jones o algo asi de vulgar. Es lista como un taco dulce picante y, por supuesto, se necesita talento para cambiarse el nombre tan guapamente. Pero de todos modos apesta como puta.
– ?Tu rancho?
– Ah, querida mia, si, me compre un ranchito en el Oeste. Una especie de tributo a las mujeres de America que han cooperado conmigo para eliminar su olor. Lo hice en realidad para aliviar impuestos. Lo conoceras algun dia. Entretanto, volvamos a lo que tenemos entre manos, ?Por que no te piensas lo de conocer a mi artista? Admitiste que necesitabas un descanso. Yo me voy unos dias a Eart Hampton en chafardeo con Truman. Tu puedes instalarte en mi casa y descansar. Pondre a Julian en contacto contigo. Podeis salir juntos, divertiros un poco. Vamos, Sissy, carino, intentalo. ?Que tienes que perder?
La Condesa era un genio, desde luego. Formulo la unica pregunta que Sissy jamas podia contestar: ?Que tienes que perder?
– Bueno, vale, probare. No le veo sentido, pero probare. Solo por ti. Es un poco tonto, en realidad, que yo salga con un artista de Nueva York…
(?Volvio a sonar aquel viejo telofono limbico? Despues de todo, ella habia