noche, la emprendio a latigazos con su amante negro, o con el propietario del circo, da igual quien fuese, y se largo. Anduvo un tiempo por ahi, sin mundo fijo. Se ganaba la vida vendiendo peyote a los jipis. Luego volvio a aparecersele Niwetukama y le dijo que deberia ir a cierto lugar y prepararse para su mision, cuyos detalles concretos le serian revelados en otra vision. Y la madre Peyote la encamino al rancho Rosa de Goma. ?Increible, verdad? Toma peyote por lo menos una vez a la semana, pero no ha tenido hasta ahora la Tercera Vision. Por otra parte, ella y Debbie andan siempre rivalizando y enfrentandose. Tension. ?Tension entre vaqueras! Que fastidio.
– ?Y cual es la posicion de Debbie? -pregunto Sissy. Muy suavemente la brisa acaricio con hierba sus costillas.
– Bueno, segun entiendo yo, Debbie considera que las personas tienden a convertirse en lo que odian. Dice que las mujeres que odian a los hombres se convierten en hombres. ?Ay! Esta hierba hace cosquillas, ?eh? - tambien se las hacia a Jelly-. Debbie dice que las mujeres son distintas a los hombres y que esa diferencia es el origen de su fuerza. Antes del judaismo y del cristianismo, lo controlaban todo las mujeres, gobiernos, economia, familia, agricultura, y en especial la religion; en eso estan de acuerdo ambas. Pero Debbie dice que si las mujeres han de controlarlo todo otra vez, deben hacerlo al modo femenino; no deben recurrir a metodos masculinos agresivos y violentos. Dice que ya es hora de que demuestren ellas mismas que son
– ?No estas de acuerdo con ella, entonces?
– Bueno, yo no diria eso. Espero que ella tenga razon, a la larga. Pero estoy con Delores en cuanto a luchar por lo que es mio. No puedo entender por que Delores es tan quisquillosa con el Chink. Probablemente pudiese ensenarle varias cosas. ?Y como puede alguien odiar a Billy West, ese simpatico granuja? Amo a las mujeres, desde luego, pero nada puede ocupar el lugar del hombre adecuado. Aun asi, esU os territorio de vaqueras y apoyare a Delores y combatire a cualquier cabron que pueda negarlo. Creo que siempre he sido una camorrista. Mira. Esta cicatriz. Tenia solo doce anos y me alcanzo una bala de plata.
Jelly cogio la mano de Sissy, evitando cuidadosamente su dedo primero o mas preaxial, y la ayudo a palpar la pequena depresion de su vientre. Era como si se hubiese comprado el ombligo en una de esas tiendas en que dan dos articulos por el valor de uno.
Ignorando la posibilidad de que hubiese excitado la curiosidad de Sissy o iluminado su cuadro de distribucion limbico, Jelly siguio hablando:
– Dios mio, aqui lo entiendo todo. En este espacio virgen: Nadie le ha podido clavar estacas ni nadie lo ha podido parcelar. Es demasiado grande y demasidao indomito. Los hombres lo ven como un desafio; quieren competir, conquistarlo. En conjunto, fracasan, y por eso ahora odian esta tierra. Pero las mujeres pueden mirarla de un modo distinto. Pueden fluir con ella, fundirse en ella y amarla. El Chink dice que estas llanuras viven al borde del significado, en una zona situado entre el significado y algo tan grande que no tiene significado alguno. Creo que lo entiendo. No se por que todas las vaqueras no son capaces de contentarse con esto, pero se que algunas personas no pueden sencillamente divertirse si no se divierten tambien todas las demas.
Sissy mantenia su mano en la barriguita de Jelly, pues tan pronto como la vaquera dejase de hablar queria preguntarle como habia recibido un balazo
– Oye, Sissy, tu que trabajas para La Condesa y demas, me pregunto si has tenido oportunidad de utilizar el truco del perfume de que hablamos a las clientes el otro dia.
– Yo, bueno, no, nunca lo he hecho. ?Funciona de verdad?
– Claro que si. ?Por que no pruebas?
– ?Quieres decir ahora?
Quiere decir ahora, Sissy.
Khrishna, o Pan como le llaman en Occidente, el dios al que Jesucristo hizo ocultarse, era el unico dios que comprendia a las mujeres, Khrishna/Pan atraia a las doncellas al bosque, pero jamas las violaba ni las seducia con falsas promesas o falsas declaraciones de amor. Las despertaba con una vieja funcion especial; las conectaba. Es asi como se visitan las mujeres: como musica, como payasos.
La mujer no ha padecido alegremente la civilizacion. Se ha dicho, en realidad, que la civilizacion toda no era mas que un dique alzado por los hombres, deseosos de competencia sexual, a fin de «contener las salvajes e indomitas aguas femeninas». Ahora, sin embargo, ella puede controlar los flamantes inventos del hombre civilizado y utilizarlos para sus propios y oscuros designios. Por ejemplo, el beso.
El beso es el mayor invento del hombre.
Todos los animales copulan, pero solo besan los humanos.
El beso es el mas alto triunfo del mundo occidental.
Los orientales, incluidos los que llevaban el continente norteamericano antes de la devastacion, se frotaban las narices, y miles de ellos aun lo hacen. Sin embargo, pese al fruto dorado de sus milenios (nos dieron el yoga y la polvora, Buda y el maiz en mazorca) ellos, sus multitudes, sus santos y sabios, jamas produjeron un beso.
El mayor descubrimiento del hombre civilizado es el beso.
Los primitivos, los pigmeos, los canibales y los salvajes han mostrado ternura reciproca de diversas formas tactiles, pero lo de morro contra morro no ha sido su estilo.
Los negros africanos se rozan los labios. Asi es; algunos lo hacen, como lo hacen tambien tribenos aborigenes de otras partes del mundo: pero aunque rocen sus labios, no se demoran en el roce. El beso apresurado de puro contacto es una rueda cuadrada, torpe y un tanto siniestra. ?Que otra cosa hizo Judas para traicionar a nuestro salvador si no darle un beso de este genero? Terso, sin saliva, sin lengua.
La tradicion nos informa que el beso, tal como lo conocemos, lo inventaron los caballeros medievales con el utilitario proposito de determinar si sus esposas habian usado el barril de hidromiel mientras los caballeros anclaban fuera, de servicio. Si por una vez la historia acierta, el beso empezo como un conectador oscilatorio, un husmeador oral, una especie de cinturon de castidad alcoholica, despues del hecho. La forma no siempre sigue a la funcion, sin embargo, y con el tiempo, el beso por el beso se hizo popular en las cortes, extendiendose luego a comerciantes, campesinos y siervos. ?Y por que no? Besar era
Las mujeres, que no se entusiasmaron gran cosa con inventos de menor cuantia, como la rueda, la palanca y