– Si, si, de acuerdo.

– Y en cuanto a la estabilidad… en terminos generales, el hombre primitivo gozaba de gran estabilidad. Me sorprendio cuando se lo oi decir al Chink, pero ahora veo que era verdad. La cultura primitiva era varia, flexible y se integraba totalmente con la naturaleza al nivel del medio concreto. El hombre primitivo tomaba de la tierra solo lo que necesitaba, evitando asi los conflictos que generan en la economia moderna los desequilibrios de la escasez y el exceso. Las tribus cazadoras y recolectaras solo trabajaban unas horas a la semana. Trabajar mas habria sido forzar el medio, con el que estaban simbioticamente relacionadas. Solo entre las culturas moviles (tras la desdichada domesticacion de animales) llevo el excedente, resultado del excesivo triunfo, a celebraciones y fiestas competitivas (orgias de consumo y de derroche ostentosos) que unieron a economias simples, sanas y eficaces los elementos destructores del poder y el prestigio. Al suceder esto, se tambaleo la estabilidad. La civilizacion es un animal imitante que surgio del fragil huevo de la estabilidad primitiva. Otra cosa de los primitivos: deifican tanto las fuerzas del orden como las del desorden. De hecho, suelen honrar y considerar mas a los dioses del viento, de la lava y del rayo que a las deidades de mas placidos pensamientos… y no siempre por miedo.

Aun no satisfecho, arrastro el doctor Robbins sus unas por la etiqueta de la botella de vino vacia.

– Interesante -dijo-. Muy interesante. Pero presentas al Chink alabando el desorden por un lado y la estabilidad por el otro…

– Exactamente -contesto Sissy-. El desorden es algo inherente a la estabilidad. El hombre civilizado no entiende la estabilidad. La confunde con la rigidez. Nuestros dirigentes politicos, economicos y sociales hablan constantemente de la estabilidad. Es su palabra favorita, despues de «poder». «Hay que estabilizar la situacion politica en el Sudeste Asiatico, hay que estabilizar la produccion y el consumo de petroleo; hay que estabilizar la oposicion estudiantil al gobierno», y asi sucesivamente. Estabilizacion significa para ellos orden, uniformidad, control. Y eso es una idea erronea, y potencialmente genocida. Por mucho que controlen un sistema, invariablemente el desorden se filtra en el. Los dirigentes se aterran entonces, se apresuran a tapar la gotera y procuran fortalecer los controles. Y asi crece en malicia y alcance el totalitarismo. Y lo terrible es que rigidez no es lo mismo, ni mucho menos, que estabilidad. La autentica estabilidad se produce cuando estan equilibrados el supuesto orden y el supuesto desorden. Un sistema verdaderamente estable aguarda lo inesperado, esta preparado para la alteracion, espera la transformacion. ?No piensas, como psiquiatra, que un individuo estable acepta la inevitabilidad de su muerte? Asimismo, una cultura estable, un gobierno o una institucion estables, llevan dentro de si su propia defuncion. Estan abiertos al cambio, abiertos incluso a la destruccion. Estan abiertos. Graciosamente abiertos, Eso es estabilidad. Eso es estar vivo.

– Parece sensato, muy sensato -acepto el doctor Robbins, sobre cuyo rostro de chica de la puerta de al lado tenia muy poco sentido, poquisimo, aquel bigote manchado de vino. El bigote del doctor Robbins era como las ruinas de una perdida ciudad de pelo descubierta por arqueologos en los Montes Calvos; o el bigote del doctor Robbins era una chaqueta de piel gastada por una viuda excentrica en una merienda campestre en Phoenix, Arizona, el 4 de julio; o el bigote del doctor Robbins era una llamada telefonica obscena a una monja gorda.

– Si -acepto el doctor Robbins, tironeando su bigote como si ni siquiera el lo creyera-. Puedo integrar todo eso en mi rompecabezas. Pero el tiempo, Sissy: ?Como se relacionan con esto el tiempo y los relojes?

– El Chink no me dijo exactamente como se relacionaban, pero creo que he llegado a averiguarlo -Sissy saco un trozo de papel de un bolsillo de su mono-. Esto lo escribio un fisico llamado Edgar Lipworth -explico-. Dice asi: «El tiempo de la fisica se define y mide por un pendulo, sea el pendulo de un viejo reloj, el pendulo de la rotacion de la tierra alrededor del sol, o el pendulo del electron precedente en el campo magnetico nuclear del maser de hidrogeno. El tiempo, en consecuencia, se define por el movimiento periodico: es decir, por el movimiento respecto a un punto que se mueve de modo uniforme alrededor de un circulo.» ?Lo entendiste?

– Desde luego -dijo el doctor Robbins-. Existe tambien el pendulo del corazon que late, el de los pulmones que respiran, el de la musica que busca su ritmo…

– Tambien. Si. Vale. Entonces, el hombre civilizado se emboca con las leyes que encuentra en la naturaleza, se aferra frenetico al orden que ve en el universo. Y asi basa las simbologias, los modelos psicologicos con los que espera comprender su vida, en observaciones de la ley y el orden naturales. Tiempo pendular es tiempo ordenado, tiempo de un universo de leyes uniformes, tiempo de sintesis ciclica; eso esta bien hasta donde alcanza. Pero el tiempo pendular no es el tiempo total. El tiempo pendular no se lelaciona con los tollones de movimientos y actos de la existencia, La vida es a la vez ciciica y arbitraria, pero el tiempo pendular solo se relaciona con la parte que es ciclica.

– Aunque la forma en que nos relacionamos con el tiempo pendular sea tambien a menudo arbitraria -anadio el doctor Robbins. Penso en el marcador arbitrario de un reloj y en como ciertos numeros arbitrarios de aquel marcador, como nueve y cinco y mediodia y medianoche habian quedado gastados por una insistencia desmedida.

– Si, lo admito -dijo Sissy-. Pero la cuestion es que aunque gran parte de nuestra experiencia se produzca fuera del tiempo pendular, o solo se relacione con el tenue y artificialmente, aun enfocamos el tiempo unicamente en terminos pendulares, en terminos de rotacion compulsiva y continua. Incluso el reloj de arena del Pueblo Reloj, aunque no estuviese disenado para la exactitud perfecta ni nada parecido, se basaba en un flujo ordenado. Se asia a los bordes raidos de un tiempo que sus creadores deseaban trascender. El estanque de siluros se acercaba mas al objetivo de medir el «otro» tiempo de la vida, pero sus limitaciones…

– Sissy.

– Si.

El doctor Robbins habia localizado al doctor Goldman de nuevo en la ventana.

– ?Como es el reloj del Chink? -pregunto'.

– Ja ja -rio Sissy-. Algo terrible. No te lo creerias. Es solo un monton de chatarra. Tapas de latas de basura y salseras viejas y latas de manioca y guardabarros, todo unido en el centro de la cueva de Cerro Siwash. De voz en cuando, el artilugio se mueve… se mete en el un murcielago, le cae una piedra encima, lo alcanza una corriente, se oxida y se rompo un alambre, o simplemente se mueve sin ninguna razon logica aparente… y entonces las piezas chocan entre si. Y el bonk o el poink que se produce retumba por las cavernas. Puede sonar ese ruido cinco veces seguidas. Luego una pausa; luego otra vez. Despues, puede permanecer en silencio un dia o dos, o hasta un mes. Luego suena de nuevo, dos veces por ejemplo. Y despues puede quedar en silencio todo un ano… o solo un minuto o asi. Entonces,… ?POINK! Tan estruendoso que uno casi salta, fuera del pellejo. Y asi es como funciona. A intervalos extranos, absolutamente libre… una locura.

Sissy cerro los ojos, como si escuchase el boink o poink distante, y el, doctor Robbins, ignorando los gestos del doctor Goldman desde el ventanal, parecia escucharlo tambien.

Escuchaban. Oian.

Y recibieron entonces la seguridad, ambos, psiquiatra y paciente, de que habia un ritmo, un ritmo extrano e inadvertido, que podia estar quizas, o no estar, acompasando sus vidas por ellos. Por todos nosotros.

Pues medir el tiempo con los relojes es saber que uno se mueve hacia un fin… ?pero a un ritmo muy distinto del que podria pensarse!

66

EL DOCTOR ROBBINS habia recibido todo el alimento mental que podia trabar de una sentada. Deseaba estar solo en casa con otra botella de vine. Se despidio cortes de su paciente. Luego, a fin de evitar al doctor Goldman, abandono la clinica escalando el muro del jardin y rompiendose, en la empresa, una rodillera de los pantalones de treinta dolares.

Sissy Hankshaw Hitche, que jamas en su vida habia hablado tan extensamente, estaba cansada y se alegro de que la dejase. Los hombres de ideas, hombres como Julian, el Chink y ahora el doctor Robbins, la intrigaban. Pero dio por bienvenida la posibilidad de ir a su cuarto y sonar con vaqueras, mientras se engrasaba las arrugas de los pulgares con un taquito de mantequilla autentica sin sal del comedor de la clinica.

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