preocupaba de la devocion de su esposa por el autoestop era su caracter evidente. Se veia afligida por unos pulgares gigantes, luego hacia autoestop. Si hubiese decidido, por el contrario, convertirse en una excelente costurera o destacar en el tenis o hacerse famosa pintando…
Hablando de pintar, en la pared, encima del escritorio del doctor Goldman, habia una acuarela de Julian Hitche. Era una paisaje, una escena de Central Park bastante libre y airosa, como una regadera de tinte verde huevo de pascua en la que estuviese banandose algun trasgo o deidad menor. Uno se preguntaba que pasaria con el estilo protorromantico del artista si plantase su caballete en los cerros de Dakota. Y uno sospecha que la experiencia de los Dakota es demasiado fuerte para que pueda soportarlo cualquier estetica asentada. Hasta llego a temblar el cuadro un poco alli colgado cuando el doctor Robbins aullo:
– ?Otra vez! ?La trascendencia! Querer que ella niegue sus pulgares compensando sus limitaciones en vez de afirmarlos y explotar su fuerza. ?Dios mio!
– Pero hacer autoestop, Robbins. ?Que clase de actividad afirmativa es esa? A la senora Hitche no le interesaba siquiera viajar. Mi opinion es que en una etapa muy temprana de su vida se aferro al autoestop para enfrentar una comprensible ansiedad, y lo que empezo como erroneo mecanismo de defensa fue evolucionando gradualmente hasta convertirse en una obsesion sin objetivo y un tanto grotesca. El autoestop, precisamente…
Agarro el doctor Robbins su bigote, como para impedir que se enrollase y abandonase la habitacion sin el. Llega un momento en que hasta el pelo puede exasperarse.
– Autoestop, schmiestop. ?No entiendes que no importa que actividad eligiera Sissy? No importa que actividad elija cada cual. Si escoges cualquier actividad, cualquier arte, cualquier disciplina, cualquier habilidad, si la escoges y la llevas a su limite, si la arrastras mas alla de donde hubiese estado antes, si la llevas al mas extremo de todos los extremos, la haces entrar en el reino de la magia. Y no importa que sea lo que eliges, porque si lo llevas lo bastante lejos, contiene todo lo demas. No me refiero a la especializacion. Especializarse es limpiar un solo diente. Cuando un individuo se especializa, canaliza toda su energia por un estrecho conducto. Conoce algo extraordinariamente bien e ignora casi todo lo demas. No es eso. Eso es domesticante, aislante y gravemente limitador. Me refiero a escoger una cosa, aunque sea trivial y mundana, y llevarla a tales extremos que ilumines su relacion con todas las demas, y luego la llevas un poco mas lejos… hasta esa dimension cosmica en que
Un parpadeo de comprension ilumino las gruesas orbitas del doctor Goldman como iluminaria un fogonazo de luz las deyecciones nocturnas de una mula bien alimentada.
– Comprendo -dijo-. Te estas refiriendo a la Gestalt… o a una interpretacion radical de la Gestalt. ?Pretendes que enfrentemos psicologia freudiana y Gestalt?
– Gestalt Schmagalt -gruno el doctor Robbins-. A lo que me refiero es a la magia. -Cabeceo lentamente el doctor Goldman, con tristeza casi. Al cabo de un rato dijo:
– En tu informe, bastante abreviado -sostenia una sola hoja en la cual se habian garrapateado como con el ramalazo del rabo sucio de un bicho de corral -algunas toscas frases-, recomendabas unicamente que se diese de alta a la senora Hitche y que le aconsejasemos divorciarse de su marido. Supongo que te daras cuenta de que no podemos en modo alguno ni terapeutica ni etica ni legalmente, aconsejar a una paciente que se divorcie de su esposo. Nuestra tarea es preservar matrimonios, no deshacerlos…
– Nuestra tarea deberia ser liberar el espiritu humano. O si eso te parece demasiado idealista, si te parece tarea de la religion (y deberia serlo, tambien), entonces nuestra tarea deberia ser ayudar a la gente a funcionar… disparatadamente o no, eso no es asunto nuestro, eso es cosa de ellos… ayudarles a funcionar a cualquier nivel o niveles de «cordura» a los que decidan funcionar, en vez de ayudarles a adaptarse y encerrarlos si no se adaptan.
Mas alla de los resoplidos, se quito el doctor Goldman las gafas de montura de concha, se restrego los ojos y dijo claramente:
– Doctor Robbins, nuestras diferencias basicas son mayores de lo que habia supuesto. Dire a la senorita Waterworth que concierte una entrevista entre nosotros la proxima semana para que podamos revisarlas y decidir si pueden armonizarse. De momento, sin embargo, lo que me preocupa es la paciente. Aconsejarle que se divorcie queda descartado, por supuesto. El senor Hitche es un hombre comprensivo, justo e inteligente, que ama mucho a su esposa. El senor Hitche…
– El senor Hitche ha apartado a su esposa del extremo y la ha puesto en el centro. Aqui, con todos los demas. No me preocupa el centro. Es grande, misterioso y ambiguo… quiza tan emocionante en su suave y variable complejidad como es emocionante el extremo en sus duras y firmes aristas. Pero el centro puede ser un lugar danino para quien ha vivido tanto tiempo en el extremo. La normalidad ha sido para Sissy una prueba colosal y creo que ella ha enfrentado la prueba valerosamente y bien. Sin embargo, la normalidad es una neurosis. La normalidad es la Gran Neurosis de la civilizacion. Es raro dar con alguien que no este infectado, en mayor o menor grado, por esa neurosis. Sissy no lo esta. Aun. Si sigue expuesta a ella, acabara sucumbiendo. Creo que seria una tragedia parecida a serrar el cuerno del ultimo unicornio. Por nuestro bien, tanto como por el suyo, creo que debe protegerse a Sissy de la normalidad. Liberarla del centro y dejarla volver al extremo. Alla, es valiosa. Aqui, no es mas que otro ruido molesto en el zoo. Julian Hitche puede ser, tal como dices, bueno y comprensivo, pero de todos modos es una amenaza para Sissy. La ha seducido llevandola a una situacion que es la imagen contraria de lo que ella cree que es. A Julian le empujan las ambiciones materiales; es mezquino, insaciable, intenso, sistematico, egocentrico. En otras palabras, es un colono. Amplia, atemporal, sonadora,
Un suspiro, no un resoplido, fue lo que el doctor Goldman lanzo entonces: un suspiro blando como brisa que soplase su nariz en la vela de un barco de juguete.
– Robbins, introduces conceptos intrigantes, pero, a mi juicio, irrelevantes. Permiteme que te haga una pregunta directa. ?Crees honradamente que no hay ninguna alteracion en la personalidad de esta mujer, esta mujer con esos… esos
– No, nunca he querido decir eso. -El hombre mas joven sacudio el extremo de su bigote como si sacudiese la ceniza de un puro impotente-. Sissy sufre una leve confusion.
– Ummmm. ?Y a que atribuyes esa confusion?
– Al hecho de que esta enamorada simultaneamente de un anciano ermitano y de una joven vaquera.
Volvio el doctor Goldman a su resoplido. Casi se atraganto con el.
– ?Mein Got! Hombre, ?bromeas? Bueno, ?por que no lo mencionas en tu informe? ?No lo habras escrito muy deprisa? ?No quieres reconsiderarlo?
Moviendo el otro extremo del bigote, contesto el doctor Robbins:
– Para mucha gente, quiza para la mayoria, estar enamorada simultaneamente de un viejo ermitano y de una joven vaquera podria ser una horrible equivocacion. Para otros, podria ser absolutamente correcto. Para la mayoria de la gente, la practica sexual oral con los osos hormigueros quiza resulte algo impropio; pero para algunos puede ser algo perfecto. ?Entiendes mi punto de vista? En cuanto a Sissy, la situacion le resulta un poco confusa. No estoy seguro de si le esta perjudicando en realidad.
El psiquiatra veterano se palmeo la frente. Si hubiese habido alli un mosquito, se habria desvanecido tan completamente como Glenn Miller, dejando solo atras el recuerdo de su musica.
– Mein Got… es decir, Dios mio. Vaya. Bueno. Yo diria que esta prueba de homosexualidad de la libido de la senora Hitche no hace sino demostrar su inmadurez emocional. Estaras de acuerdo con eso.
– Ca. No necesariamente. El lesbianismo esta aumentando. No creo que las muchas que lo practican sufran fijaciones preadolescentes. No, me inclino mas a creer que se trata de un fenomeno cultural, un saludable rechazo de la estructura de poder paternalista que lleva dominando el mundo civilizado mas de dos mil anos. Quiza las mujeres quieren amar a las mujeres para recordar a los hombres lo que es el amor. Quiza las mujeres quieran amar a las mujeres antes para poder empezar a amar a los hombres otra vez.
El doctor Goldman se quedo una vez mas sin resoplar.
– Robbins -dijo suavemente, como si cayera de una cruz-, nunca, en toda mi carrera, he encontrado a nadie, psiquiatra o paciente, con un batiburrillo semejante de ideas confusas.
– Bueno -dijo Robbins-, segun dice el Chink, si se pone espeso, comelo en la fregadera.
– ?El Chink? ?Ah, te refieres a Mao Tse Tung!
Tan abruptamente se rio el doctor Robbins que su bigote se asusto.