Mandy se olio que iba a desencadenarse una batalla y comenzo a estudiar los trazos del cuaderno de taquigrafia como si de pronto se hubieran vuelto incomprensibles.

La voz de Blackie aleteo al borde de la histeria.

– ?Me acusa de ladrona, senor Gerard? He trabajado en estas oficinas veintisiete anos, pero… -Se le quebro la voz.

El replico con impaciencia.

– No sea boba. Nadie la acusa de nada. -Su mirada tropezo con la serpiente enroscada en el asa de un archivador-. ?Y por el amor de Dios, deshagase de esa maldita serpiente! Tirela al rio. Hace que esto parezca una guarderia.

Acto seguido entro en su despacho y su hermana lo siguio. Blackie, sin decir palabra, cogio la serpiente y la metio en un cajon de su escritorio.

Luego se volvio hacia Mandy.

– ?Tu que miras? Si no tienes nada que mecanografiar, enseguida te encontrare algo. Mientras tanto, hazme un cafe.

Mandy, armada con esta nueva noticia para delectacion de la senora Demery, obedecio de buena gana.

14

Declan debia llegar a las seis y media para la excursion por el rio, y eran las seis y cuarto cuando Claudia entro en el despacho de su hermano. Eran los ultimos que quedaban en el edificio. Los jueves, Gerard se quedaba invariablemente a trabajar, pero la mayor parte del personal solia irse temprano para aprovechar el horario de comercio nocturno. Gerard estaba sentado ante el escritorio, en el charco de luz de su lampara, pero se puso en pie al verla entrar. Sus modales con ella eran siempre corteses, siempre impecables. A menudo, Claudia se preguntaba si seria una treta para evitar que se creara un clima de intimidad entre ambos.

Se sento frente a el y dijo sin preambulos:

– Escucha, te apoyare en la venta de Innocent House; te apoyare en todos tus proyectos, si a eso vamos. Con mi voto podras imponerte a los demas. Pero necesito dinero: trescientas cincuenta mil libras. Quiero que me compres la mitad de las acciones, o todas si lo prefieres.

– No puedo.

– Podras cuando se venda Innocent House. Una vez firmados los contratos, te resultara facil reunir un millon. Con mis acciones tendras una mayoria permanente. Eso te dara poder absoluto. Vale la pena pagarlo. Yo permanecere en la empresa, pero con menos acciones o ninguna.

Gerard respondio con voz queda.

– Ciertamente merece la pena pensarlo, pero ahora no. No puedo utilizar el dinero de la venta; pertenece a la sociedad. Ademas, lo necesitare para el traslado y mis otros proyectos. Pero puedes reunido tu. Puedes reunir trescientas cincuenta mil libras. Si yo puedo, tu tambien.

– No tan facilmente. No sin muchos obstaculos y demoras. Y lo necesito con urgencia. Lo necesito para fin de mes.

– ?Por que? ?Que vas a hacer?

– Invertir en el negocio de antiguedades con Declan Cartwright. Tiene ocasion de comprarle el negocio al viejo Simon: trescientas cincuenta mil libras por la finca de cuatro pisos y todo el genero. Es muy buen precio. El viejo lo aprecia y preferiria que se quedara el la tienda, pero esta impaciente por vender. Es viejo, esta enfermo y tiene prisa.

– Cartwright es un chico guapo, pero trescientas cincuenta mil libras, ?no es ponerle un precio demasiado alto?

– No soy tonta. No le pondre el dinero en la mano. Seguira siendo dinero mio invertido en una empresa comun. Declan tampoco es tonto. Sabe lo que hace.

– Piensas casarte con el, ?no?

– Es posible. ?Te extrana?

– Un poco. -Anadio-: Creo que le tienes mas afecto del que el te tiene a ti. Eso siempre es peligroso.

– Oh, las cosas estan mas igualadas de lo que crees. El siente por mi tanto como es capaz de sentir, y yo siento por el tanto como soy capaz de sentir. Nuestra capacidad de sentir es distinta, nada mas. Los dos le damos al otro lo que podemos dar.

– O sea, que te propones comprarlo.

– ?No es asi como tu y yo hemos conseguido siempre lo que queriamos, comprandolo? ?Y que me dices de Lucinda y tu? ?Tan seguro te sientes de estar haciendo lo adecuado? Para ti, quiero decir. Ella no me preocupa. Ese aire de virtuosa fragilidad no me engana en absoluto. Sabe cuidar de si misma, te lo aseguro. Ademas, los de su clase siempre lo hacen.

– Voy a casarme con ella.

– Bien, no hace falta que lo digas en un tono tan beligerante. Nadie pretende impedirtelo. Y a proposito, ?piensas decirle la verdad acerca de ti…, de nosotros? O mas exactamente, ?piensas decirsela a su familia?

– Respondere a las preguntas razonables. Por el momento no han hecho ninguna, ni razonable ni irrazonable. Gracias a Dios, no estamos en la epoca en que habia que solicitar el consentimiento de los padres y las novias debian aportar alguna prueba de salud moral y probidad economica. De todos modos, solo tiene a su hermano, y el parece suponer que dispongo de una casa donde alojarla y del dinero suficiente para mantenerla con unas comodidades razonables.

– Pero tu no tienes casa, ?verdad? No me la imagino viviendo en el apartamento del Barbican. Os faltaria espacio.

– Creo que a ella le gusta Hampshire. Sea como fuere, de eso podemos hablar cuando se acerque la fecha de la boda. Y conservare el apartamento de Barbican. Es practico, por la oficina.

– Bien, espero que funcione. Aunque, francamente, creo que Declan y yo tenemos mas posibilidades. No confundimos el sexo con el amor. Y puede que no te resulte tan facil salir de ese matrimonio. Seguramente a Lucinda le entraran escrupulos religiosos contra el divorcio. Ademas, divorciarse es una vulgaridad y un trastorno, y sale caro. Despues de dos anos de separacion no tendria manera de evitarlo, de acuerdo, pero serian unos anos muy incomodos. No te gustaria fracasar en publico.

– Todavia no me he casado. Es un poco pronto para hablar de como reaccionare al fracaso. No fracasare.

– La verdad, Gerard, no veo que esperas sacar en limpio, excepto una bella esposa dieciocho anos mas joven que tu.

– Mucha gente pensaria que eso ya es suficiente.

– Solo los ingenuos. Es la formula del desastre. No eres de sangre real, no tienes por que casarte con una virgen totalmente inadecuada para ti solo por mantener la dinastia. ?O acaso es eso lo que pretendes, fundar una familia? Si, creo que es eso. Te has vuelto convencional con los anos. Quieres una vida acomodada, hijos…

– Parece el motivo mas razonable para casarse. Hay quien diria que el unico motivo razonable.

– Te has cansado de divertirte por ahi y ahora buscas una virgen joven, hermosa y a ser posible de buena familia. Francamente, creo que te habria ido mejor con Frances.

– Eso nunca fue una posibilidad.

– Para ella si. Me imagino como sucedio, naturalmente. Nos encontramos ante una virgen de casi treinta anos, obviamente deseosa de experiencia sexual. Y ?quien mejor para ofrecersela que mi astuto hermanito? Pero fue un error. Te has ganado la enemistad de James de Witt y eso no puedes permitirtelo.

– El nunca me ha dicho nada del asunto.

– Claro que no. No es el estilo de James. El es de los que actuan, no de los que hablan. Un consejo: no te acerques demasiado a los balcones de los pisos altos de Innocent House. Una muerte violenta en la casa ya es bastante.

Gerard respondio con calma.

– Gracias por el aviso, pero no se si James de Witt seria el principal sospechoso. Despues de todo, si me ocurriera algo antes de casarme y redactar un nuevo testamento, tu te quedarias mis acciones, mi apartamento y

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