hubiesen ocurrido.

– Lo que nos lleva al descubrimiento de Brasil.

– Exactamente. Los textos oficiales datan el descubrimiento de Brasil el dia 22 de abril de 1500, cuando la flota de Pedro Alvares Cabral, empujada por una tempestad despues del camino de la India, se encontro con una colina alta y redonda, que los portugueses bautizaron como Monte Pascoal. Era la costa brasilena. La flota se quedo diez dias en aquel lugar, reconociendo el nuevo territorio, denominado Tierra de Santa Cruz, y hasta reabasteciendose y estableciendo contacto con las poblaciones locales. El 2 de mayo, la flota partio en direccion a la India, pero uno de los barcos, una pequena nave de mantenimiento, regreso a Lisboa bajo el mando de Gaspar de Lemos, llevando a bordo cerca de una veintena de cartas que le hablaban del descubrimiento al rey don Manuel, incluido un notable texto del cronista Pero Vaz de Caminha. -Tomas se acaricio el menton-. Las primeras senales de que el descubrimiento puede no haber sido accidental radican en el tono de esa cronica, en la cual Caminha no manifiesta sorpresa alguna por haber encontrado tierra en aquellos parajes.

– Pero eso es subjetivo -contesto Moliarti-. Pueden haberse quedado sorprendidos, pero no haber expresado tal sorpresa en la cronica. O hasta puede haberles parecido natural que, al no conocer aquella zona del mundo, hubiese alli tierra.

– Es verdad. La ausencia de sorpresa en la cronica de Pero Vaz de Caminha, por si sola, no tendria ningun significado en particular si no se la asociase a un conjunto de otros indicios. Y el segundo de esos indicios es la presencia de la propia navecilla en la flota de Cabral. Esa embarcacion era demasiado fragil para realizar el viaje entre Lisboa y la India. Cualquier persona que entienda de navegacion sabe que la nave no era apta para hacer todo el viaje, sobre todo considerando el paso tumultuoso del cabo de Buena Esperanza, tambien llamado por los marineros, de modo muy apropiado, «cabo de las Tormentas». Ahora bien, los portugueses eran por aquel entonces los mejores marinos del mundo, por lo que no ignoraban tal evidencia. ?Por que demonios, entonces, integraron una embarcacion tan pequena en aquella flota de grandes navios? -Tomas dejo la pregunta flotando en el aire-. Solo hay una explicacion posible. Sabian de antemano que la navecilla no haria todo el viaje. Mas aun: eran conscientes, por anticipado, de que solo haria una tercera parte del trayecto de ida y que se veria forzada a regresar a Lisboa para llevar la noticia del descubrimiento de una nueva tierra. Es decir, ellos ya sabian que habia tierra en aquellos parajes y la navecilla se integro en la flota a proposito para que regresase con la noticia oficial.

– Es curioso y plausible, pero no concluyente.

– Estoy de acuerdo. Aunque hay un detalle que debe destacarse. Cuando la navecilla llego a Lisboa, los marinos no dijeron nada acerca de lo ocurrido y la corte mantuvo en secreto la informacion sobre el descubrimiento de Brasil, que solo se revelo despues del regreso de Pedro Alvares Cabral. Claro que esto no era nada normal y demuestra un planeamiento anticipado de toda la operacion.

– Vaya, vaya… Interesante. Sigue, no obstante, sin ser concluyente.

– Si. Por ello aparece en escena el tercer indicio. O, mejor dicho, los terceros indicios. Me estoy refiriendo a dos mapas. El primero, el mas importante, es un planisferio que realizo un cartografo portugues anonimo, por encargo de Alberto Cantino para Hercules d'Este, duque de Ferrara, en un manuscrito iluminado sobre pergamino con un metro de altura y dos de ancho. Como se desconoce el nombre del autor portugues, este enorme mapa es conocido como Planisferio de Cantino; actualmente se encuentra en una biblioteca de Modena, en Italia. En una carta fechada el 19 de noviembre de 1502, Cantino revelo que el mapa fue copiado de prototipos oficiales portugueses, sin duda de modo clandestino, debido a la politica de sigilo, entonces en vigor. Lo importante en ese mapa es el hecho de que contiene un dibujo detallado de parte importante de la costa brasilena. Ahora hagamos cuentas. -Tomas saco el boligrafo y abrio una hoja limpia de la libreta de notas-. El mapa fue a parar a las manos de Cantino en noviembre de 1502, a mas tardar, lo que nos muestra un intervalo de poco mas de dos anos entre el descubrimiento de Cabral y la llegada del planisferio a Italia. -Trazo en la hoja una linea horizontal, escribio en el angulo izquierdo las palabras «Cabral, abril 1500», y en el otro extremo «Cantino, noviembre 1502»-. El problema es que Cabral no hizo ningun mapa detallado de la costa brasilena, por lo que las informaciones constantes del planisferio solo podian resultar, en el mejor de los casos, de viajes posteriores -concluyo alzando dos dedos-. Bien, aparentemente, le toco a Joao da Nova realizar el segundo viaje de los portugueses a Brasil, en abril de 1501, poco mas de un ano antes de que el Planisferio de Cantino llegase a las manos del duque de Ferrara. Pero atencion: Joao da Nova no hizo especificamente el viaje para explorar la costa brasilena.

»Tal como Cabral, el tambien iba camino de la India, por lo que no tuvo tiempo suficiente para cartografiar la linea de la costa y, ademas de eso, no regreso a Lisboa hasta mediados de 1502 -dijo y levanto un tercer dedo-. Por tanto, lo mas natural es que la informacion constante del Planisferio de Cantino resultase de un tercer viaje. Ahora bien, hubo realmente una flota que zarpo de Lisboa con la mision de explorar la costa brasilena. Se trata de la expedicion de Gonzalo Coelho, que partio de Lisboa en mayo de 1501 y que contaba en la tripulacion con el florentino Americo Vespucio, el mismo hombre que, involuntariamente, le daria el nombre al continente americano. La flota que llego a Brasil a mediados de agosto exploro durante mas de un ano parte importante de la costa; bajo tanto que descubrio una gran bahia y la bautizo como Rio de Janeiro. Despues continuo bajando hasta Cananeia y, finalmente, se alejo de la costa y regreso a Portugal. Las tres carabelas de esta expedicion entraron en el puerto de Lisboa el 22 de julio de 1502. -Escribio «Gonzalo Coelho, julio 1502» en el ultimo cuarto de la linea horizontal, cerca de la referencia «Cantino, noviembre 1502», anotada previamente-. Y aqui esta el busilis de la cuestion -dijo senalando las dos fechas garrapateadas en la hoja de la libreta de notas-. ?Sera posible que solo cuatro meses, los que median entre julio y noviembre, hayan sido suficientes para que los cartografos oficiales de Lisboa realizasen mapas detallados con la informacion de Gonzalo Coelho y hasta para que el cartografo portugues, el anonimo traidor contratado por Cantino, copiara esos mapas, y para que el planisferio clandestino cumpliese todo el viaje hasta Italia?

Tomas subrayo con el boligrafo la corta distancia, visible en la linea horizontal del tiempo, entre «Gonzalo Coelho» y «Cantino»; esbozo una mueca y sacudio la cabeza.

– No me parece. No se hace todo eso en solo cuatro meses. Lo que nos plantea una cuestion importante. ?Como diablos fue posible que Alberto Cantino comprase un planisferio portugues que incluia informaciones que, a juzgar por la cronologia de los relatos oficiales, no habia podido incorporarse detalladamente a los mapas por falta de tiempo? ?De donde vinieron, al fin y al cabo, esas informaciones? -Alzo la palma de la mano izquierda hacia arriba, como si expusiese algo evidente-. Este misterio solo tiene una solucion. El Planisferio de Cantino fue dibujado, no a partir de las informaciones recogidas por los viajes oficiales a Brasil, sino de los datos obtenidos antes de Cabral, durante exploraciones clandestinas, hechas a escondidas y silenciadas para la historia por la politica de sigilo.

– Entiendo… -intervino Moliarti, pensativo-. Interesante. Pero ?le parece concluyente?

Tomas sacudio la cabeza.

– Considero dificil que en solo cuatro meses se hayan hecho mapas oficiales detallados con la costa brasilena, que esos mapas hayan sido copiados clandestinamente y que la copia haya llegado a Italia. Es dificil que todo eso haya ocurrido en tan poco tiempo. -El historiador portugues alzo las cejas-. Aunque claro, es dificil, pero no imposible.

El americano se mostro un poco decepcionado.

– Vaya -murmuro-. Usted tambien hablo de un segundo mapa…

– No es exactamente un mapa. Es mas bien la referencia a un mapa.

– ?Que quiere decir con eso?

– Una de las cartas que llevo la navecilla de Gaspar de Lemos a Lisboa, con ocasion del descubrimiento oficial de Brasil, fue redactada por el maestre Joao para el rey don Manuel, con fecha 1 de mayo de 1500. La carta hace referencia a la localizacion de la Tierra de Santa Cruz, Brasil, en un mapa ya perdido, el antiguo mapamundi del portugues Pero Vaz Bizagudo. -Consulto la libreta de notas-. El maestre Joao escribio: «En cuanto, senor, al sitio de esta tierra, mande Su Alteza traer un mapamundi que tiene Pero Vaz Bizagudo y ahi podra ver Su Alteza el sitio de esta tierra; pero aquel mapamundi no certifica si esta tierra esta habitada o no. Es un mapamundi antiguo». -Tomas miro a Moliarti y hablo agitando la libreta de notas-. Ahora bien, ?como es posible que Bizagudo localizase en su antiguo mapa una tierra que aun no habia sido descubierta?

El camarero regreso con el suculento snack que Moliarti habia pedido. Tomas aprovecho para beber un sorbo mas de su te verde.

– Esos son indicios importantes -asintio el americano, cogiendo la medianoche-. Pero aun nos falta…, pues…,

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