– Tengo que comprobar los vinculos de las vocales con las consonantes para intentar ver si alguna cobra sentido. Si logro captar algo, podre deducir el tipo de ruta usado por el profesor Toscano. Por ejemplo, en el caso de Moloc el recurrio a una ruta simetrica, en espejo, en la que se tenia que leer de derecha a izquierda. -Mostro el acertijo-. Pero en este caso no parece funcionar simetricamente. Fijate. -Empezo a leer la primera linea de la primera columna de derecha a izquierda-: «Ouc». -Se encogio de hombros-. No tiene sentido. -Leyo la primera linea de la segunda columna-: «Ele» -vacilo-. Bien, «ele» quiere decir algo. Pero si vamos a la segunda linea y utilizamos la misma ruta, queda «atf», lo que no quiere decir nada.

– ?Y se puede intentar de abajo para arriba?

– La ruta puede ser cualquiera. De izquierda a derecha, de abajo para arriba o de arriba para abajo, en diagonal, a saltos, en zigzag, en fin…

– «Cldun» -murmuro Lena, leyendo las primeras letras de la primera columna de arriba para abajo; despues intento el sentido contrario-: «Nudlc».

Tomas analizo el acertijo y, despues de un examen atento, cogio un lapiz.

– Vamos a hacer la prueba de juntar las dos columnas.

Reprodujo el acertijo en la pagina contigua; ya no en grupos de tres en sucesion horizontal, sino de seis. El resultado siguio siendo confuso:

«Cuoele» -continuo la sueca, susurrando, abarcando ahora todo el espectro horizontal, en este caso la primera linea; como el sonido no le resultaba familiar, leyo la misma linea, pero esta vez de derecha a izquierda-: «Eleouc».

– No tiene sentido -murmuro Tomas, meneando la cabeza.

– «Laefta» -insistio ella dedicandose a la segunda linea-: «Atfeal».

Mientras Lena proseguia con la lectura en diversas direcciones, Tomas se concentro en el orden de los diagramas y de los trigramas. En portugues, se pueden formar diagramas con «es», «os», «di», «as» y «ro», por ejemplo. Busco en el acertijo los puntos donde estas letras se encontraban unas junto a otras, formando esos pares. Fallo con los «es», «os», «as» y «ro» y solo encontro un «di» invertido en «id» en medio de la ultima linea horizontal. Leida de derecha a izquierda, esa ultima linea se pronunciaba «5ndien», lo que no parecia tener ningun significado. Desanimado, se dedico a los trigramas. En los textos portugueses, los conjuntos mas comunes de tres letras asociadas son «que», «ien», «nte», «des» y «est». Los busco en el acertijo y fallo el «que», el «nte», el «des» y el «est» y solo encontro un «ien», justamente en la misma ultima linea, leida de derecha a izquierda: «5ndien».

– Vaya -murmuro casi imperceptiblemente-. Otra vez esta misma linea.

La coincidencia le llamo la atencion. Uno de los diagramas, «di», se encontraba en la misma linea donde estaba uno de los trigramas mas comunes, el «ien». Tomas se esforzo en recordar palabras que usasen la secuencia «dien». Habia muchas: «Diente. Ardiente. Sediento».

– «Dun» -continuaba Lena, al lado, concentrandose ahora en las tres ultimas letras de las lineas verticales-: «Nud».

Claro que estaba el problema del digito cinco y de la «n» ligados al «dien»: «5ndien». El cinco alli no tenia sentido, aunque la «n» si. En vez de «dien», «ndien», una secuencia frecuente en varias lenguas europeas. No habia dudas de que aquel «ndien», asociando un diagrama y un trigrama mas o menos comunes, dificilmente podia ser una coincidencia. El problema es que las lineas de encima, leidas en la misma secuencia, no parecian tener ningun significado. La penultima linea horizontal, leida de derecha a izquierda, daba «eucau» y la antepenultima se leia «doctp». Nada claro.

La mano de Lena, acariciandolo entre las piernas, interrumpio su raciocinio.

– Esta parte me esta excitando -le dijo con voz languida.

– ?Que?

– Aqui. -Senalo las tres ultimas letras de la penultima linea vertical, leida de arriba para abajo-: «Pen». - Esbozo una sonrisa lasciva-. ?Sera el principio de «pene»?

Tomas se rio.

– Cabrita -dijo y se inclino sobre el acertijo, en busca de una eventual «e» que pudiese asociar a «pen».

Leyo de arriba para abajo y luego siguio hacia la izquierda. Su sonrisa se deshizo y abrio la boca de asombro. «Pendien», leyo. Asociando «pen» al «dien» que ya habia identificado, casi completaba una palabra: «Pendien». Busco una «t» y una «e» que pudiese ligar a la «n» final y las encontro, respectivamente, en la segunda linea y en el extremo de la primera linea. Escribio de nuevo todo el acertijo, destacando la palabra que ahora habia descifrado:

– ?Es esto! -exclamo casi gritando-. ?Aqui esta!

– ?Que? ?Que?

– El acertijo. He descubierto una brecha en la cifra. -Senalo las letras subrayadas-. ?Lo ves? «Pendiente.» Aqui esta escrita la palabra «pendiente».

Lena construyo la palabra leyendo las letras subrayadas.

– Mira, claro. Que gracioso, es verdad: se lee «pendiente». -Fruncio el ceno, extranada ante el extrano recorrido de la secuencia-. Pero la «t» y la «e» final estan separadas del resto de la palabra…

– Se debe a la ruta elegida -repuso Tomas, excitado-. La ruta es vertical, de arriba para abajo, y simultaneamente horizontal, de derecha a izquierda, ensanchandose a medida que avanza de izquierda a derecha. -Cogio el lapiz y consulto el acertijo-. Dejame ver. Despues de «pendiente», y siguiendo la ultima columna de arriba para abajo, esta «a545». Esto, si no me equivoco, debe de ser «pendiente a 545». -Se detuvo en las lineas anteriores-. Y aqui atras da «efoucault». -Se detuvo a pensar-. Vaya. -Se rasco la nariz-. Tal vez debe leerse «e foucault pendiente a 545».

Retrocedio a la primera linea y siguio toda la hilera de las letras desde el principio, desplegandolas segun la ruta que habia detectado. Hacia abajo y hacia la izquierda, hacia abajo y hacia la izquierda, como un ovillo que se deshace en un hilo. Escribio el texto descifrado:

CUALECODEFOUCAULTPENDIENTEA545

Analizo la linea y la rescribio, intentando ahora abrir espacios logicos entre las palabras. Cuando termino, contemplo el trabajo y miro a su amante, con una sonrisa triunfal esbozada en sus labios.

– Voila -dijo, como si fuese un ilusionista y hubiese concluido un truco de magia.

Lena miro la frase escrita y admiro la forma en que aquella amalgama imperceptible, ilegible, complicada, se habia transformado, quien sabe si por arte de encantamiento, en una frase inteligible, simple, clara.

?CUAL ECO DE FOUCAULT PENDIENTE A 545?

Capitulo 8

Las gaviotas volaban bajo, y su graznar angustiado se sobreponia al murmullo continuo de las olas que lamian el vasto arenal en un vaiven constante, ciclico y ritmado, dejando tenues hilos de espuma sobre las margenes castigadas por el mar. La playa de Carcavelos tenia un aspecto melancolico bajo el cielo gris de invierno, casi desierta, desangelada, fria y ventosa, abandonada a unos cuantos surfistas, a dos o tres parejitas de novios y a un viejo que paseaba a su perro a la orilla del agua; el aire triston y monocromo contrastaba con la exuberancia colorida que la playa mostraba en verano, entonces llena de vida y energia, ahora tan solitaria y taciturna.

El camarero de la terraza se alejo, dejando un cafe humeante en la mesita donde el cliente se habia sentado

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