Moliarti no respondio; caminaba con los ojos fijos en el suelo, medio cabizbajo, con los hombros caidos y el semblante cargado. Subieron la rampa inclinada del camino de tierra con expresion meditativa, sumergidos en los misterios que Toscano habia hallado en viejos manuscritos, secretos cubiertos por el tiempo por una espesa capa de polvo y de extranos silencios, contradicciones y omisiones. Magnolias rojas y amarillas coloreaban el camino verde, por entre troncos de hayas, palmeras, pinos y robles; el aire se respiraba fresco, leve, perfumado por los romanticos arriates de rosas y de tulipanes, cuya gracia femenina contrastaba con la belleza carnal de las orquideas, sensuales y lascivas. La tarde se prolongaba, amodorrada, al ritmo lento del gran vals de la naturaleza; el bosque se animaba y pulsaba de vida, con las copas de los arboles farfullando con un rumor suave bajo la brisa que descendia blanda por la sierra, como si la soplase el manto rastrero y pardusco de las nubes; de las ramas lujuriosas venian notas mas agudas y alegres, eran los jilgueros que trinaban exultantes, envueltos en un intenso duelo de respuesta al arrullo bajo de los colibries y al gorjeo melodioso de los ruisenores.
El estrecho sendero entre el verdor se abrio, de pronto, en lo que parecia ser una especie de balcon cortado en un rellano, con una pared de un lado, de donde manaba una fuente, y un arco de medio punto esculpido por delante.
– La Fuente de la Abundancia -anuncio Tomas-. Pero, en realidad, y a pesar del nombre, es otra cosa mucho mas dramatica. A ver si la adivina…
El estadounidense analizo la estructura abierta en el bosque. El arco de medio punto tenia un tiesto en cada uno de sus extremos, cada tiesto con la cabeza de un satiro y de un carnero esculpida en los lados.
– ?Son unos demonios?
– No. El satiro es el ser que invade la isla de los Amores, representa el caos. El carnero es el simbolo del equinoccio de primavera, representa el orden. Con un satiro en un lado y un carnero en el otro, cada uno de estos tiestos significa:
En medio del arco de medio punto se asentaba un enorme sillon de piedra y, frente a este, una gran mesa. Del otro lado, la fuente ostentaba una concha incrustada, con el dibujo de una balanza labrada.
– No me hago idea de que puede ser eso.
– Eso, Nelson, es un tribunal.
– ?Un tribunal?
– Alli esta el trono del juez. -Senalo el gran sillon embutido en la piedra-. Alli la balanza de la Justicia. -Indico el dibujo labrado en la fuente-. En el simbolismo templario y masonico, la luz y las tinieblas se igualan en el equinoccio de primavera, lo que representa la justicia y la equidad y, por ello, justamente en ese dia entra en funciones el nuevo gran maestre, que asume el mando al sentarse en el trono. -Hizo un gesto hacia la pared de la fuente, donde eran visibles otros dibujos labrados-. Este muro reproduce decoraciones del Templo de Salomon, en Jerusalen. ?Nunca ha oido hablar de la justicia salomonica? -Alzo los ojos hacia los dos obeliscos piramidales asentados en la cima de la pared de la fuente-. Los obeliscos ligan la tierra con el cielo, como si fuesen dos columnas a la entrada del Templo de Salomon, verdaderos pilares de la justicia.
Se internaron por una nueva senda abierta entre los arboles y desembocaron en una nueva plaza, mayor aun que la Fuente de la Abundancia. Era el Portal de los Guardianes, protegido por dos tritones. Tomas guio a su invitado por un camino que rodeaba esta nueva estructura y zigzaguearon por el bosque inclinado en la ladera de la sierra; escalaron el declive hasta toparse con lo que parecia ser un menhir o anta, un conjunto megalitico formado por gigantescas piedras cubiertas de musgo. El profesor condujo al estadounidense hasta el menhir, pasaron por debajo de unos arcos formados por las rocas dispuestas unas sobre otras, como en Stonehenge, y Tomas empujo una gran piedra. Para sorpresa de Moliarti, la piedra se movio, girando sobre su eje, y revelo una estructura interior. Cruzaron el pasaje secreto y vieron un pozo; se inclinaron sobre el brocal y miraron hacia abajo, se veian las escaleras en espiral con el pasamanos excavado en la piedra, abriendose en arcos sostenidos por columnas, zonas de sombra excavadas en las paredes, la luz natural que asomaba desde lo alto.
– ?Que es esto? -quiso saber Moliarti.
– Un pozo iniciatico -explico Tomas, con la voz que reverberaba por las paredes cilindricas-. Estamos dentro de un anta, de una reproduccion de un monumento funerario megalitico. Este lugar representa la muerte de la condicion primaria del hombre. Tenemos que descender al pozo en demanda de la espiritualidad, del nacimiento del hombre nuevo, del hombre esclarecido. Descendemos al pozo como si descendiesemos dentro de nosotros mismos, en busca de nuestra alma mas profunda. -Hizo un gesto con la cabeza, invitando al estadounidense a seguirlo-. Ande, venga.
Comenzaron a bajar las escaleras estrechas, rodeando las paredes del pozo en una espiral, girando en el sentido de las agujas del reloj, siempre hacia abajo. El suelo estaba mojado y los pasos retumbaban por los escalones de piedra como si emitiesen un sonido metalico, cascado y tintineante, mezclandose con el gorjear de los pajaros que invadia el abismo por la abertura celeste y que resonaba a lo largo del agujero oscuro y caracoleante. Las paredes se veian cubiertas de musgo y humedad, y lo mismo ocurria con las balaustradas. Se inclinaron en el pasamanos y observaron el fondo, el pozo les parecia ahora una torre invertida. Tomas penso en la Torre de Pisa excavada en la tierra.
– ?Cuantos niveles tiene este pozo?
– Nueve -dijo el profesor-. Y ese numero no es casual. El nueve es un guarismo simbolico, en muchas lenguas europeas presenta semejanzas con la palabra «nuevo». En portugues,
– Curioso…
Llegaron, por fin, al fondo y observaron el centro del pozo iniciatico. Se dibujaba alli un circulo decorado por marmoles blancos, amarillos y rojos cubiertos por pequenos charcos de barro. Dentro del circulo de marmol surgia una estrella octogonal con una cruz orbicular insinuada en el interior; era la cruz de los templarios, la orden que trajo el ala octogonal a los templos cristianos de Occidente. Una de las puntas amarillas de la estrella indicaba un agujero oscuro excavado en el fondo del pozo.
– Esta estrella es tambien una rosa de los vientos -explico Tomas-. La extremidad de la rosa apunta hacia Oriente. Es en Oriente donde nace el sol, y es en su direccion donde se construyen las iglesias. El profeta Ezequiel dijo: «La gloria del Senor viene del Oriente». Sigamos, pues, por esta gruta.
El profesor se sumergio en las tinieblas abiertas en la pared de piedra y Moliarti, despues de una breve vacilacion, lo siguio. Caminaron cautelosamente, casi tanteando las paredes, moviendose como ciegos en las entranas sombrias del tunel irregular. Una hilera de lucecitas amarillas que surgio en el suelo, a la izquierda, despues de la curva, los ayudo a caminar. Avanzaban ahora con mayor confianza, serpenteando por aquel largo agujero excavado en el granito. Se abrio otra sombra oscura a la derecha, era un nuevo camino en la gruta, el indicio de que aquello, mas que una conexion subterranea, era un laberinto. Familiarizado con el recorrido, sin embargo, Tomas ignoro ese trayecto alternativo y siguio adelante, manteniendose en el camino principal hasta que una rendija de luz le anuncio el mundo exterior. Siguieron en direccion a la luz y vieron un arco de piedra sobre un lago cristalino, con un hilo de agua que caia sobre la superficie liquida en cascada, produciendo un sonido mojado a borbotones. Se detuvieron bajo el arco, donde el camino se bifurcaba frente al lago; alli se tenia que decidir que rumbo tomar.
– ?Izquierda o derecha? -pregunto Tomas, queriendo saber por donde ir.
– ?Izquierda? -arriesgo Moliarti, poco seguro de si mismo.
– Derecha -repuso el portugues, indicando el trayecto correcto-. El final del tunel es una reconstruccion de un episodio de la
