Al cabo de pocos dias, Afonso fue trasladado a la fortaleza de Friedrichfest, tambien en Rastatt, y regreso mas tarde al
Durante todo el tiempo en que anduvo yendo de campo de prisioneros en campo de prisioneros, Afonso intento buscar la manera de mantener contactos con el exterior. Le escribio a su familia a traves de la Cruz Roja, pero tuvo gran dificultad en localizar a Agnes, porque no habia memorizado el domicilio del anexo de Bethune. Opto por dirigir las cartas al hospital Mixto de Medicina y Cirugia, sin obtener respuesta alguna. El silencio de la francesa lo dejo perturbado y era permanente tema de preocupacion. El capitan mudaba diariamente de estado de animo, sumiendose en una quieta melancolia o consumiendose en una agitada inquietud, humores que alternaba con agotadora frecuencia. Los abatimientos melancolicos estaban dominados por recuerdos en detalle de todos los instantes que habia pasado con ella y por emocionantes fantasias sobre el reencuentro, pero los momentos de inquietud se revelaban peores, se preguntaba entonces sobre el embarazo y su evolucion e indagaba de manera enfermiza sobre los motivos que habia tras el silencio a sus insistentes cartas. ?Podria haberse extraviado la correspondencia? ?Habria abandonado Agnes el hospital? ?Acaso ya lo habia olvidado? Resurgia agotado de esos instantes de mayor angustia, compensandolos con otros momentos en los que alimentaba la certidumbre de que todo iba bien, intentaba consolarse, tranquilizarse, se convencia de que, a fin de cuentas, los sucesivos traslados de campos de prisioneros dificultaban las cosas a la Cruz Roja, impedian que llegasen a sus manos las ansiadas cartas de respuesta.
En compania de Montalvao, Afonso se mudo meses mas tarde al campo de Breensen, en Mecklemburg, el ultimo destino de los permanentes transitos por el interior de Alemania. Paso alli el mes de octubre con una monotona existencia, solo animada por una divertida representacion de una pieza de teatro, puesta en escena, en tres actos, por el teniente coronel Malheiro, con el titulo
Aunque la pieza le volvio a traer a la memoria algunos de los aspectos mas grotescos y lamentables de la organizacion del CEP, la verdad es que la representacion teatral tuvo la virtud de, aunque mas no fuera por un breve instante, permitirle evadirse de sus preocupaciones obsesivas. Aquel fue, indudablemente, un acontecimiento en el campo de prisioneros, por anadidura muy divertido, sobre todo porque los distintos personajes femeninos eran interpretados, como no podia ser de otra manera, por oficiales. Fue de reirse hasta las lagrimas ver al capitan Grilo, con su enorme bigote y los brazos gordos y peludos, personificar a una joven actriz parisiense, supuestamente esbelta y deslumbrante, y hacer arrebatadas declaraciones de amor al esmirriado teniente Santos. Solo falto que los dos oficiales se besaran para que el excitado publico echase abajo el barracon.
La representacion solo fue para Afonso, sin embargo, una fugaz distraccion, siempre con la mente concentrada en el embarazo de Agnes. Por lo calculos que habian hecho los medicos, el parto deberia de producirse por aquella fecha; el capitan se desesperaba por no poder estar presente. Habia momentos en que lo sofocaba la ansiedad, le apetecia huir, dejar atras el porton, corriendo, saltar las vallas, tenia sed de libertad y hambre de amor, le faltaba el aire en aquella prision, queria salir de alli a toda costa, no habia forma de que terminase la guerra.
Este estado de animo solo se altero una manana gris de noviembre. Afonso se desperto temprano, como todos los prisioneros, se vistio y salio del barracon, enfrentando el frio cortante y agreste del amanecer para dirigirse a las letrinas. Cuando pasaba cerca del porton reparo en que todos los guardias alemanes del campo de Breensen sostenian periodicos, con la expresion circunspecta, sombria, intercambiando comentarios con murmullos sigilosos. Ya en la vispera noto que el ambiente era extrano entre los carceleros, pero no le otorgo gran importancia a ese hecho. Ahora, sin embargo, el comportamiento de los guardias se habia vuelto mas pesado y parecia tener los periodicos como epicentro. Lleno de curiosidad, Afonso se acerco al grupo, formado por cuatro soldados.
Un soldado respondio con un grunido malhumorado, los otros se mantuvieron en silencio, ignorandolo, con los ojos siempre fijos en el periodico, perdidos en las noticias del frente. Extranado por aquella actitud, Afonso bajo la cabeza, miro la primera pagina y sintio que el corazon le daba un vuelco. El periodico, con fecha de ese dia, 12 de noviembre de 1918, anunciaba que la guerra habia acabado en la vispera. Los aliados habian vencido.
A pesar del armisticio, Afonso permanecio dos meses mas en cautiverio. Lo liberaron en enero, en pleno invierno, con el cuerpo debilitado por el frio y la mala alimentacion. Cogio un tren a Francia, planeando ir en busca de Agnes, pero no tenia dinero y se encontraba muy debil y con fiebre. Se dio cuenta de que no estaba en condiciones de ir en pos de su francesa y se dejo llevar hasta Brest con otros companeros que habian salido con el de Breensen.
El dia 25 cogio el paquebote
– Era una chica
– ?Que le ocurrio?
– ?A la francesa? Despues del 9 de abril andaba
Capitulo 3
Colocaron la plancha con firmeza, estableciendo la conexion entre el