pero existen unos postes indicadores que se levantan entre tres y cuatro metros sobre el maximo nivel del agua, y al este hay boyas rojas, que se encienden por la noche, para indicar la principal via maritima de entrada al puerto. Ese canal discurre a unos doscientos cincuenta metros al este de las rocas, accesibles, con precaucion, a las pequenas barcas de pesca. La gente de por aqui las conoce bien porque sirven de cobijo a los peces. El lugar es peligroso, a causa de las contracorrientes y de las aristas de la caliza, que pueden destrozar un casco de madera en cuestion de un momento. El canal principal se draga periodicamente, para que tenga suficiente calado para los transatlanticos y los grandes buques de la Armada que lo cruzan con la marea alta.

Bernal pregunto si habia alli mucho trafico maritimo.

– Actualmente se ha reducido mucho, comisario, si descontamos los cuatro o cinco mercantes que entran a diario en el puerto y los cruceros y fragatas de la base que han de rodear esos escollos, para fondear en Los Puntales, cerca de la ciudad, o entrar en la darsena interior, pasando a traves del nuevo puente, camino de Bazan y de La Carraca, que estan cerca de aqui.

– Si el cadaver lo pescaron ahi, entre las rocas -dijo Bernal-, ?de donde cree que pudo llegar?

– Dificil pregunta, comisario. No sabemos si flotaba libremente o habia quedado atrapado entre las rocas. Cuando lo encontraron faltaban solo dos horas para la marea alta; quiere decirse que el agua cubria casi los escollos. Si fue la subida de la marea lo que libero el cuerpo de donde estuviera encallado, es imposible saber que corrientes lo llevaron hasta alli o cuanto tiempo paso en ese lugar antes de ser descubierto. Aunque la corriente principal viene del este-nordeste, de la desembocadura del Guadalete, hay otras menores, procedentes de los tres riachuelos que van a parar a la bahia interior, y con la marea alta las corrientes forman remolinos y tienden a invertir su curso al entrar por el noroeste las aguas del Atlantico. Alrededor de los dos grupos de rocas, hay resacas muy peligrosas, que los pescadores entienden mucho mejor que nosotros. Y luego esta el problema del cambio de direccion de los vientos.

Examinando atentamente el mapa mural, Bernal observo las profundidades, indicadas en metros, las vias seguras y las balizas.

– Partamos del supuesto, contraalmirante, de que el cadaver no quedara atrapado en las rocas. El examen del traje de inmersion no indica ningun dano debido a obstaculos submarinos. ?Cuanto pudo tardar el cadaver en flotar hasta alli desde los distintos puntos de la bahia?

– No es facil decirlo -repuso Soto-. El viento cambio el jueves de oeste a este, y otro factor determinante es el peso del cuerpo.

Aunque dejandola a la posterior confirmacion de Pelaez, Bernal recordo la opinion que los patologos locales reflejaban en su informe, de que el cadaver llevaba entre once y doce dias en el agua.

– Supongamos que el cuerpo entrara en la bahia unos once dias antes del hallazgo del viernes, digamos que el veintiuno de marzo, despues de anochecer.

El contraalmirante consulto tablas de mareas y un anuario meteorologico e hizo unos rapidos calculos en una libreta.

– Muy bien, comisario; vamos a partir del supuesto de que salio de La Carraca, el arsenal que tenemos en la zona sudeste de la darsena interior. La marea alta del veintiuno de marzo fue a las veintidos horas y doce minutos. De flotar el cuerpo libremente, el reflujo lo hubiera arrastrado hacia el noroeste, hacia el puente nuevo y la bahia exterior, pero soplaba un viento del oeste de unos quince nudos, cosa que retardaria su avance. Pongamos que se habria desplazado medio kilometro en direccion norte.

– En tal caso, la marea de la manana lo habria traido de regreso, ?no es asi? -pregunto Bernal-. En particular si el viento seguia siendo de poniente.

– Eso depende de la hora exacta en que el cadaver hubiera entrado en el agua la vispera. Ademas hemos de tener en cuenta los pequenos cursos de agua que desembocan en la bahia interior, cerca de La Carraca, y crean una cierta corriente de direccion noroeste.

– ?Donde lo situaria usted para la noche del veintidos, despues de otra marea nocturna y soplando todavia la brisa del oeste?

El contraalmirante Soto hizo algunos calculos, despues de lo cual tomo medidas en el mapa mural con una larga regla de madera.

– Aproximadamente aqui -respondio-, a unos setecientos metros al noroeste. Esto teniendo en cuenta solo las corrientes superficiales.

– Muy bien -dijo Bernal-. El cuerpo desde luego debia flotar boca abajo, en cierta medida boyado por los pulmones, ya que los patologos no encontraron agua en ellos. La muerte no se produjo por anegacion. En tales condiciones, no ofreceria mucha resistencia al viento, ?no cree? El argumento en contra es que, estando tan en la superficie, no podia afectarle demasiado la corriente submarina.

– La suposicion me parece correcta, comisario. Ademas, el viento fue del oeste toda la semana, y no cambio a un fuerte levante de treinta y cinco nudos hasta dieciseis horas antes de que se encontrara el cadaver, que en principio habria empujado el cuerpo hacia el noroeste, camino de la bahia exterior.

– Pero, conforme a la direccion que ha determinado usted para los dos primeros dias -objeto Bernal-, no hay duda de que el viento lo hubiese arrojado a la costa por el lado oeste de la bahia interior. De ningun modo podria haber dejado atras el puente Jose Leon de Carranza y derivado diez kilometros hacia Rota.

– De acuerdo -dijo Soto-. Y hay algo mas. ?Como se explica que no lo vieran? Son muchos los barcos de todos los calados que cruzan y recruzan a diario la darsena interior. Los vigias lo habrian avistado casi con toda seguridad.

– Ensayemos entonces una segunda teoria -propuso Bernal, mirando el mapa-. ?Y si el cuerpo hubiera salido de la misma ciudad de Cadiz?

– Eso es lo primero que pense yo, comisario. A menudo he visto submarinistas aficionados pescando al pie del rompeolas, por la Bateria de la Candelaria, durante los meses de verano. Pero todavia es temprano para eso: el agua esta demasiado fria -dijo su interlocutor mientras revolvia entre los informes. Y habiendo encontrado el que le interesaba, preciso-: El agua del mar tenia una temperatura de seis grados a las seis de la manana del dia veintiuno. Tendria que ser muy hombre el que hiciera una inmersion en un dia tan frio con un traje tan delgado.

– ?Que barcos estaban fondeados en el puerto comercial aquella noche? -quiso saber el comisario.

– Solo dos. Un crucero sovietico que habia desembarcado a un grupo de turistas, y el J. J. Sister, que zarpo a las ocho y media en su travesia bisemanal a Tenerife y las Palmas.

– Yo tambien dudo que nuestro desconocido submarinista estuviera pescando -dijo Bernal-. Despues de todo, no se le encontro encima el equipo habitual. Pero si podria haberle interesado el barco sovietico. Tratemos de determinar si, partiendo de ese punto, pudo haber ido a parar a dos kilometros y medio hacia el nordeste.

Soto sacudio la cabeza.

– Muy poco probable. Las mareas le habrian arrastrado en un eje nordeste-suroeste, eso suponiendo que hubiera conseguido salir del puerto. Debido a los muchos obstaculos, y en este caso al rompeolas que se extiende hacia la Punta de San Felipe, es muy dificil que un cadaver salga flotando de un puerto comercial. En mi opinion, habria ido a parar al rompeolas, donde los pescadores de cana, que son muchos alli, lo hubieran avistado.

– ?Y si por casualidad resulta que el mar barrio el cadaver hasta hacerlo llegar a la bahia exterior, contraalmirante?

– En tal caso, la combinacion de viento y corriente le habria llevado en principio hacia el noroeste, hacia el Atlantico, en especial despues de haber cambiado el viento.

– Bien -dijo Bernal sin dar muestra alguna de impaciencia-, entonces podemos considerar bastante seguro que el cadaver del hombre rana no partio de ninguno de los lugares que ya hemos estudiado, en vista de eso, nos quedan el Puerto de Santa Maria, al nordeste del lugar donde fue encontrado, y Rota, al norte.

En ese punto tercio el inspector Fragela.

– Es poco probable que nadie se dedicase a hacer inmersion en el Puerto, comisario -dijo en un tono andaluz muy cortes-. Alli las playas son largas y arenosas y tienen mucho limo del que vierte en la bahia el Guadalete. Y en la actualidad tampoco tiene trafico maritimo apenas: todo el jerez y la manzanilla se envian ahora por carretera.

El contraalmirante aprobo con la cabeza.

– Es mucho mas verosimil que fuera la base hispano-norteamericana de Rota, en particular si se trata de un caso de espionaje.

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