procedian de un montaje de imagenes de video. Una mostraba a la mujer muerta en bikini en una lancha motora, otra al volante de un BMW y en otra llevaba un vestido largo y un sombrero en una carrera de caballos, en Ascot o Epsom, supuso Grace.

Habia escogido las fotografias muy cuidadosamente, sabiendo que interesarian a los directores de los periodicos. Eran el tipo de instantaneas con las que a los lectores les gustaba regalarse la vista -la mujer guapa, el estilo de vida facil y glamuroso-. Con hectareas de columnas por llenar, Grace sabia que las utilizarian. Y una cobertura amplia podria estimular la memoria de algun testigo clave.

Al termino de la rueda de prensa se escabullo deprisa, deseoso de hablar con Cleo antes de empezar otro interrogatorio a Brian Bishop, que estaba programado para el mediodia, y dejo a Dennis Ponds, el jefe de Relaciones Publicas de la Policia, que distribuyera las fotografias. Pero cuando se encontraba a solo unos metros de la puerta de seguridad que daba al santuario de su despacho, oyo que alguien le llamaba. Se dio la vuelta y le irrito ver que el joven reportero de sucesos del Argus, Kevin Spinella, le habia seguido.

– ?Que hace aqui? -dijo Grace.

Spinella se apoyo en la pared, cerca de un tablon en el que estaba colgado un organigrama titulado MODELO DE INVESTIGACION DE HOMICIDIOS. Habia una expresion insolente en su rostro anguloso, mascaba chicle y tenia su libreta negra abierta y un boligrafo en la mano. Hoy vestia un traje oscuro barato que no parecia quedarle del todo bien, una camisa blanca que le quedaba grande y una corbata violeta con un nudo ancho y torpe. Su pelo corto tenia ese aspecto moderno y despeinado, como si acabara de levantarse.

– Queria preguntarle algo en privado, comisario.

Grace acerco su tarjeta de seguridad a la cerradura. El pestillo hizo clic y el tiro de la puerta.

– Ya he dicho todo lo que tenia que decir en la rueda de prensa. No tengo nada mas que anadir en este punto.

– Yo creo que si -dijo Spinella, ahora su expresion petulante aun irrito mas a Grace-. Ha omitido algo.

– Entonces hable con Dennis Ponds.

– Lo habria sacado en la rueda de prensa -dijo Spinella-. Pero no me habria dado las gracias por ello. ?Eso de la mascara antigas?

Grace se dio la vuelta, impactado, y dio un paso hacia el reportero, dejando que la puerta se cerrara detras de el.

– ?Que ha dicho?

– He oido que se hallo una mascara antigas en la escena del crimen, que el asesino podria haber utilizado, ?para algun ritual de perversion o algo asi?

Las ideas se agolpaban en la cabeza de Grace. Hervia de colera, pero darle salida ahora no iba a ayudar en nada. Esto ya habia pasado antes. Un par de meses atras, en otro caso, alguien habia filtrado al Argus una informacion de vital importancia sobre algo que habian encontrado en la escena de un crimen y que habian ocultado a la prensa -concretamente, un escarabajo-. Ahora parecia que habia vuelto a ocurrir. ?Quien era el responsable? El problema estaba en que podia ser cualquiera. Aunque no habian revelado la informacion en la rueda de prensa, la mitad de la Policia de Sussex ya lo sabria.

En lugar de gritar a Spinella, Grace le miro fijamente, evaluandole. Era un chico listo y estaba claro que los crimenes eran su especialidad. Muy probablemente, dentro de uno o dos anos pasaria de este periodico local a uno mas importante, quizas a uno nacional; no ganaba nada convirtiendolo en su enemigo.

– De acuerdo, agradezco que no haya sacado el tema en la rueda de prensa.

– ?Es cierto?

– ?Oficial o extraoficialmente?

Spinella cerro su libreta, un gesto inteligente.

– Extraoficialmente.

Grace dudo, todavia no se sabia hasta que punto podia confiar en el.

– En la escena del crimen se hallo una mascara antigas de la Segunda Guerra Mundial, pero no sabemos que relacion tiene con el caso.

– ?Y lo estan silenciando porque solo el asesino sabe que estaba alli?

– Si. Y nos seria de gran ayuda que no publicara nada al respecto… todavia.

– ?Y que sacaria yo a cambio? -replico Spinella al instante.

Grace se descubrio sonriendo ante el descaro del joven.

– ?Intenta hacer un trato?

– Si le hago un favor, me debera una. En el futuro. Me la guardo. ?Trato hecho?

Grace meneo la cabeza con incredulidad, sonriendo otra vez.

– ?Que cara mas dura tiene!

– Me alegra que nos entendamos.

Grace volvio a girarse hacia la puerta.

– Una cosa rapidita -dijo Spinella-. ?Es cierto que usted y la subdirectora Alison Vosper estan enfrentados?

– ?Extraoficialmente todavia? -pregunto Grace.

Spinella asintio, levantando la libreta cerrada.

– ?Sin comentarios!

Grace le ofrecio su sonrisa mas agria y, esta vez, cruzo la puerta y la cerro con firmeza despues de entrar.

Diez minutos despues, junto con Branson, Grace se sento en una de las sillas rojas con forma de cubo de la sala de interrogatorio de testigos, delante de un Brian Bishop totalmente destrozado. La agente de Relaciones Familiares Maggie Campbell, que se habia quedado fuera, le habia traido desde su hotel.

Grace, que se habia quitado la chaqueta y llevaba una camisa de manga corta debajo, dejo su libreta en la mesita de cafe y se seco el sudor de la frente con un panuelo. Branson, que vestia una camisa blanca limpia y apretada como si fuera una segunda piel, vaqueros azules ajustados y deportivas, parecia hoy menos desconsolado.

– ?Accede a que volvamos a grabarle, para ganar tiempo, senor? -le pregunto Grace a Bishop.

– Como quieran.

Branson encendio el aparato.

– Hora, 12.03. Sabado, 5 de agosto. Comisario Grace y sargento Branson interrogando al senor Brian Bishop.

Grace bebio un trago de agua y se fijo en que Bishop vestia la misma ropa que el dia anterior, excepto por la camiseta -hoy llevaba un polo verde lima-. Parecia mucho mas acongojado, como si se hubiera percatado de la realidad de su perdida. Tal vez ayer lo sostenia la adrenalina del shock, algo que sucedia a veces. El dolor afectaba a la gente de manera distinta, pero la mayoria de las personas que perdian a un ser querido atravesaban etapas muy estudiadas: shock, negacion, ira, tristeza, culpa, soledad, desesperacion, aceptacion gradual. Y Grace era consciente de que algunos de los asesinos mas frios que habia conocido en su carrera habian interpretado estos sentimientos con actuaciones dignas de un Oscar.

Observo a Bishop mientras se inclinaba hacia delante en su silla, removiendo muy atentamente con una espatula de plastico el cafe que Branson le habia traido, y fruncio el ceno mientras registraba la intensa concentracion que adquiria de repente el rostro del hombre. ?Estaba contando el numero de veces que lo removia?

– ?Que tal tiene hoy la mano? -pregunto Grace.

Bishop levanto la mano derecha hasta que quedo a la vista. Grace vio la costra en el aranazo.

– Esta bien -dijo-. Mejor. Gracias.

– ?Es usted, normalmente, propenso a los accidentes? -prosiguio Grace.

– Creo que no.

Grace asintio con la cabeza, luego se quedo callado. Branson le lanzo una mirada de perplejidad que el obvio.

Si Bishop habia matado a su esposa, podia haberse lesionado en el proceso. O tal vez se habia hecho dano en la mano por torpeza. Bishop no parecia un hombre que fuera patoso normalmente. Era perfectamente concebible

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