de ADN que formaran parte del interrogatorio.»
Miro a los dos policias un momento, luego continuo leyendo en voz alta, ahora su tono era de burla:
– «Tenemos razones para creer que el senor Bishop no ha estado contando toda la verdad. Por lo tanto, deseamos formularle algunas preguntas, tras advertirle de sus derechos.»
El abogado dejo caer la hoja sobre la mesa.
– ?Pueden dar un poco de cuerpo a este documento? -le pregunto a Branson.
– ?Que informacion tiene? -pregunto Branson.
– Muy poca. Obviamente, he seguido la cronica del asesinato de la senora Bishop en los periodicos y en las noticias. Pero todavia no he hablado con mi cliente.
Durante los veinte minutos siguientes, Lloyd interrogo a los policias. Comenzo preguntando por la senora de la limpieza y los detalles de la escena del crimen. Glenn Branson le proporciono la informacion minima que le parecio que necesitaba. Le explico resumidamente las circunstancias que rodearon el descubrimiento del cadaver de Katie Bishop y la hora aproximada de la muerte que habia calculado el patologo, pero oculto el detalle de la mascara antigas. Y rechazo firmemente revelar cualquier informacion sobre las pruebas de ADN.
El abogado acabo intentando confundir a Branson para que le dijera por que creian que Brian Bishop no decia la verdad. Pero Branson no pico.
– ?Mi cliente ha proporcionado alguna coartada? -pregunto.
– Si -contesto Branson.
– Y supongo que no les satisface.
El sargento dudo, luego dijo:
– Eso es algo que trataremos durante el interrogatorio.
Lloyd anoto algo mas en la libreta con su boligrafo de punta fina. Luego sonrio a Branson.
– ?Pueden decirme algo mas llegados a este punto?
Branson miro a Nicholl y nego con la cabeza.
– Bien. Pues me gustaria ver a mi cliente.
Capitulo 88
Fuera, ya era casi de noche. Como un loco, Roy Grace repaso con la mirada las paginas y paginas del registro de incidencias de hoy en el ordenador, buscando algo que pudiera ser relevante para los dos casos. No encontro nada. Echo un vistazo a la bandeja de entrada de su correo electronico, borro varios mensajes que le habian mandado con copia y escribio algunas contestaciones rapidas. Luego miro su reloj. Hacia quince minutos que Cleo le habia dicho que volveria a telefonearle.
De repente, noto un nudo de angustia en el estomago y penso en lo mucho que la queria, en lo insoportable que le resultaba la idea de que le ocurriera algo malo. Igual que le habia pasado con Sandy durante muchos anos, comenzaba a sentir que Cleo era la roca a la que estaba amarrada su vida. Una roca buena, solida, preciosa, divertida, encantadora, carinosa e inteligente. Pero que a veces estaba a la sombra, no al sol.
Roy, esta no es la mujer que Lesley y yo vimos la semana pasada. La verdad es que estamos convencidos de que vimos a Sandy. Saludos, Dick.
Dios santo, penso, todo seria mucho mas sencillo si Dick hubiera contestado que si, que esa era la mujer que habian visto. No habria puesto un punto final al caso, pero al menos Munich quedaria atras. Ahora sentia la llamada otra vez, pero en estos momentos era incapaz de pensar en ello. Recordaba demasiado bien que ayer algun capullo habia rajado la capota del MG de Cleo, a plena luz del dia, delante del deposito de cadaveres.
El lugar atraia a todo tipo imaginable de bichos raros y enfermos, que en Brighton abundaban. Aun le costaba comprender que Cleo pudiera disfrutar trabajando alli tanto como decia. Uno podia acostumbrarse a casi todo, claro. Pero eso no significaba que te gustara.
Quienes rajaban las capotas de los coches lo hacian en calles urbanas, y bien era gente que queria robar algo, bien gamberros arrogantes que pasaban por ahi en plena noche, colocados o borrachos. La gente no entraba en el aparcamiento de un deposito de cadaveres, en especial una tarde calurosa de domingo. No habian robado nada del coche. Solo era un acto desagradable e intencionado de vandalismo. Seguramente algun delincuente envidioso.
Pero ?estaba esa persona fuera del deposito ahora?
«Llamame. Por favor, llamame.»
Abrio un documento adjunto e intento leer la agenda para este ano del simposio anual de la Asociacion Internacional de Investigadores de Homicidios, que se celebraba en Nueva Orleans y para el que solo quedaban unas semanas.
Le resultaba imposible concentrarse.
Entonces sono el telefono. Lo cogio y dijo aliviado:
– ?Hola!
Pero era Jane Paxton, para decirle que Bishop estaba a punto de ver a su abogado y que ella se dirigia a la sala de observacion en el bloque de detencion. Le sugirio que estuviera alli dentro de unos diez minutos.
Capitulo 89
Brian Bishop estaba sentado solo en su celda silenciosa, encorvado en el borde del banco que tambien era la cama. No recordaba haber estado tan deprimido en toda su vida. Parecia que le habian arrebatado la mitad de su mundo y la otra mitad estaba volviendose contra el. Incluso Robert Vernon, que era una persona delicada y no juzgaba nunca a nadie, antes habia estado menos cordial de lo normal por telefono. ?Por que? ?Se habia corrido la voz de que era mercancia danada, que lo dejaran solo? ?Que era venenoso?
?Serian Glenn y Barbara los siguientes? ?Y la otra pareja con la que el y Katie quedaban, Ian y Terrina? ?Y el resto de la gente que en su dia habia considerado amigos suyos?
El mono azul de papel le apretaba debajo de las axilas y apenas podia mover los dedos de los pies dentro de las zapatillas, pero no le importaba. Todo esto era una pesadilla y pronto despertaria, y Katie le sonreiria, recostada en la cama junto a el, leyendo la columna de cotilleos del Daily Mail, la pagina que siempre consultaba primero, con una taza de te a su lado.
En las manos sostenia la hoja amarilla que le habian dado, entrecerrando los ojos ante las palabras borrosas, esforzandose en leerlas sin las gafas.
POLICIA DE SUSSEX.
NOTIFICACION DE DERECHOS.
RECUERDE SUS DERECHOS.
De repente, abrio la puerta de su celda un hombre palido de unos treinta anos, sin cuello y con el fisico de un caramelo de goma, que parecia que solia hacer pesas, pero que ahora daba la impresion de haber dejado que sus musculos echaran carne. Llevaba un uniforme de Reliance Security con camisa blanca con monograma y charreteras negras, corbata y pantalones negros; sudaba profusamente.
Hablo con voz cortes, un poco chillona, evitando el contacto visual, como si fuera la practica habitual para dirigirse a la escoria encerrada tras las puertas con barrotes.
– Senor Bishop, su abogado esta aqui. Voy a llevarle con el. Camine delante de mi, por favor.
Bishop camino siguiendo las instrucciones que recibia desde detras, recorriendo una red de pasillos lisos color crema, el unico relieve en las paredes era la alarma roja continua con el borde metalico. Luego entro en la sala de interrogatorios, que Branson y Nicholl habian abandonado temporalmente para que pudiera hablar en privado con su abogado.
Leighton Lloyd estrecho su mano y lo acompano a una silla. Luego, antes de sentarse el, comprobo que todos los aparatos de grabacion de audio y video estuvieran apagados.