– A las 23.47 de la noche del jueves pasado, este vehiculo fue fotografiado, por una camara del sistema de reconocimiento automatico de matriculas, en el carril sur de la autopista M23, en las inmediaciones del aeropuerto de Gatwick. ?Puede explicar por que estaba alli y quien lo conducia?

Bishop miro a su abogado.

– ?Tiene la fotografia? -pregunto Leighton Lloyd.

– No, pero puedo dejarle una copia -dijo Branson.

Lloyd tomo nota en su libro.

– Es un error -dijo Bishop-. Tiene que serlo.

– ?Le presto el coche a alguien aquella noche? -pregunto Branson.

– No lo presto nunca. Esa noche lo tenia en Londres porque lo necesitaba para ir al club de golf por la manana.

– ?Podria haberlo cogido alguien sin su permiso o sin que usted lo supiera?

– No. Bueno, no creo. Es muy improbable.

– ?Quien mas tiene llaves del vehiculo, aparte de usted, senor?

– Nadie… Hemos tenido algunos problemas en el aparcamiento subterraneo de mi edificio. Han robado algunos coches.

– ?Podria haberlo cogido algun gamberro para darse una vuelta? -intercedio Leighton Lloyd.

– Es posible -dijo Bishop.

– Cuando unos gamberros cogen un coche normalmente no lo devuelven -dijo Grace.

Observo que Lloyd anotaba algo en su libreta. El abogado iba a disfrutar de lo lindo con aquel dato.

A continuacion, Glenn Branson dijo:

– Senor Bishop, ya le hemos mencionado que durante el registro de su casa en el 97 de Dyke Road Avenue, se hallo un seguro de vida contratado con Southern Star. La poliza es sobre la vida de su mujer, por un valor de tres millones de libras. Usted es el unico beneficiario.

Grace desvio la mirada de Bishop al abogado. La expresion de Lloyd apenas se altero, pero sus hombros se hundieron un poco. Los ojos de Brian Bishop se movieron inquietos y, de repente, su serenidad parecio abandonarle.

– Miren, les dije… Ya se lo dije… ?No se nada de este tema! ?Nada de nada!

– ?Cree que su mujer contrato el seguro ella misma, en secreto, porque tenia un corazon bondadoso? - presiono Branson.

Grace sonrio al oir aquello, orgulloso de ver como estaba creciendo su companero, a quien habia orientado tanto a lo largo de los ultimos anos porque lo adoraba y creia en el.

Bishop levanto las manos, luego las dejo caer sobre la mesa. Sus ojos todavia se movian inquietos.

– Creanme, por favor, no se nada del tema.

– Por tres millones de libras, imagino que la prima seria cuantiosa -dijo Branson-. Supongo que podriamos ver por su cuenta corriente, o la de la senora Bishop, como se pagaba. ?O quiza tenga usted un benefactor misterioso?

Leighton Lloyd garabateaba deprisa en su libreta, su expresion seguia sin delatar nada. Se volvio hacia Bishop.

– No tiene que responder a menos que quiera.

– No se nada del tema. -El tono de Bishop se habia vuelto implorante. Sincero-. ?De verdad que no lo se!

– Parece que se le acumulan las cosas de las que no sabe nada, senor Bishop -continuo Glenn Branson-. No sabe nada sobre el coche que iba hacia Brighton poco antes de que su mujer fuera asesinada. No sabe nada sobre el seguro de vida de tres millones de libras, contratado para su mujer solo seis meses antes de que fuera asesinada. -Hizo una pausa, comprobo sus notas y bebio agua-. En su relato de anoche, dijo que la ultima vez que usted y su esposa mantuvieron relaciones sexuales fue la manana del domingo, 30 de julio. ?Es correcto?

Bishop asintio, un poco violento.

– Entonces, ?puede explicar que se hallara semen suyo en la vagina de la senora Bishop durante la autopsia que se le realizo la manana del viernes, 4 de agosto?

– ?Es imposible! -grito Bishop-. ?Es totalmente imposible!

– ?Esta diciendo, senor, que no mantuvo relaciones sexuales con la senora Bishop la noche del jueves, 3 de agosto?

Los ojos del hombre se movieron con decision hacia la izquierda.

– Si, eso es exactamente lo que estoy diciendo. ?Estaba en Londres, por el amor de Dios! -Se volvio para mirar a su abogado-. ?No es posible! ?No es posible, maldita sea!

Roy Grace habia visto las expresiones de muchos abogados a lo largo de los anos, mientras un cliente tras otro les mentia descaradamente sin parar. El rostro de Leighton Lloyd permanecio inescrutable. El hombre seria un buen jugador de poquer, penso.

A las cinco y diez, despues de que Glenn Branson hubiera repasado con tenacidad la declaracion de Bishop en el interrogatorio de la noche anterior, las preguntas que se le habian formulado en la segunda sesion de esta manana y cuestionado practicamente todas las palabras que Bishop habia dicho, considero que ya le habian sacado al hombre todo lo que podian obtener de el en estos momentos.

Bishop no cedia ni un apice en los tres elementos clave: su coartada de Londres, el seguro de vida y la ultima vez que habia mantenido relaciones sexuales con su mujer. Pero Branson estaba satisfecho, y un poco cansado.

Lloyd miro significativamente su reloj y se dirigio a los dos hombres.

– Supongo que son conscientes de que tendran que poner en libertad a mi cliente dentro de menos de tres horas, a menos que piensen presentar cargos.

– ?Donde va a estar usted? -le pregunto Branson.

– En mi despacho.

– Le llamaremos.

Entonces los inspectores volvieron a Sussex House, al despacho de Roy Grace, y se sentaron a la mesa redonda.

– Buen trabajo, Glenn, lo has hecho bien -volvio a decirle Grace.

– Muy bien -anadio Nick Nicholl.

Jane Paxton estaba pensativa. No era dada a deshacerse en elogios.

– Bueno, tenemos que plantearnos el siguiente paso.

Entonces la puerta se abrio y entro Eleanor Hodgson, con una pila delgada de papeles, sujetados con un clip. Dirigiendose a Grace, dijo:

– Disculpa que os interrumpa, Roy. He pensado que quiza querrias ver esto. Acaba de llegar del laboratorio de Huntington.

Eran dos informes sobre los analisis de ADN. Uno era del semen hallado en la vagina de Sophie Harrington; el otro era de la muestra que parecia carne humana que Nadiuska de Sancha habia extraido de debajo de la una del pie de la mujer muerta.

Ambos coincidian al cien por cien con el ADN de Brian Bishop.

Capitulo 95

Cleo Morey se marcho del deposito, junto con Darren, unos minutos antes de las cinco y media. Despues de cerrar la puerta principal y bajo el sol resplandeciente y calido, dijo:

– ?Que haceis esta noche?

– Iba a llevarla al cine, pero hace demasiado calor -dijo, mirando a su jefa con los ojos entrecerrados por culpa del sol-. Iremos a la Marina, a tomar algo. Han abierto un sitio nuevo que quiero ver, el Rehab.

Cleo lo miro con recelo. A sus veinte anos, con el pelo negro de punta y el rostro alegre con barba de tres dias, podria haber acabado facilmente, con un simple giro de la vida, como tantos de los jovenes sin futuro que ocupaban las aceras y los portales de esta ciudad todas las noches, adictos a las drogas, dormidos, mendigando, robando. Pero era evidente que el habia nacido con energia. Trabajaba mucho, era una compania agradable y la

Вы читаете Casi Muerto
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату