vida le iba bien.
– ?Rehab?
– Si, es bar y restaurante. Tiene clase. Voy a darme un lujo… Es una tia especial. Te invitaria a venir, pero ya sabes, ?dos son multitud y todo eso!
Cleo sonrio.
– ?Que morro! Ademas, ?quien dice que esta noche yo no tengo una cita tambien?
Darren parecio confuso por un momento.
– ?Ah, si? -replico, alegrandose por ella-. A ver, dejame adivinar con quien.
– ?No es asunto tuyo!
– Supongo que no trabajara para el Departamento de Investigacion Criminal, ?verdad?
– ?He dicho que no es asunto tuyo!
– Entonces no deberias pegarte el lote con el en el despacho, ?no? -Le guino un ojo.
– ?Que? -exclamo ella.
– Olvidaste que hay una camara, ?verdad?
Con una sonrisa amplia, Darren se despidio alegremente y fue hacia su coche.
– ?Miron! -grito ella-. ?Voyeur! ?Pervertido!
El chico se dio la vuelta mientras abria la puerta de su pequeno Nissan rojo.
– En realidad, si quieres saber mi opinion, ?haceis muy buena pareja!
Cleo le enseno un dedo. Luego anadio por si acaso:
– Y no bebas mucho. Recuerda que esta noche estamos de guardia.
– ?Mira quien fue a hablar!
Aun sonreia unos minutos despues mientras sorteaba la rotonda y entraba en el aparcamiento cubierto de Sainsburys. Su mente estaba concentrada en lo que iba a cocinarle al agente del Departamento de investigacion Criminal con el que se habia «pegado el lote en el despacho», como habia dicho Darren. Puesto que hacia una noche esplendida, decidio preparar una barbacoa en la terraza. A Roy Grace le gustaban el marisco y el pescado.
Delante de ella habia una plaza de aparcamiento, asi que estaciono. Primero iria a la pescaderia y compraria gambas frescas, si habia, y filetes de atun. Un par de mazorcas de maiz. Ensalada. Y unos boniatos, que quedaban riquisimos asados. Y una botella de un vino rosado bueno. De acuerdo, quiza no compraria solo una.
Estaba deseando que llegara la noche y esperaba que Grace pudiera escaparse de la investigacion a una hora razonable. Parecia que hacia mucho tiempo de la ultima vez que habian pasado una noche juntos de verdad y estaria bien recuperar el tiempo perdido. Se dio cuenta de que le echaba de menos, le echaba de menos siempre que no estaba con el. Pero todavia le perseguia el espectro de Sandy y su visita a Munich, queria saber todo lo que habia ocurrido.
De sus anteriores relaciones habia aprendido que justo cuando creias que todo era perfecto, la vida podia dar un vuelco inesperado.
Capitulo 96
– Su coartada -dijo Grace, dandose un golpe en la palma izquierda con el puno derecho-. Tenemos que ocuparnos de eso. Ya lo he dicho antes. Es el obstaculo mas importante.
Paxton, Branson y Nicholl, todavia sentados a la mesa de su despacho con el, estaban pensativos. Jane cogio una botella de agua y lleno su vaso.
– ?No crees que ahora tenemos pruebas suficientes, Roy? -dijo-. Nos queda poco tiempo si queremos retener a Bishop hasta manana, a menos que solicitemos una prorroga al juez esta noche.
Grace se planteo el asunto unos momentos. La hora a la que habian detenido a Bishop ayer, las ocho de la tarde, jugaba en su contra. Significaba que tenian que soltarle hoy a las ocho. Podrian conseguir una ampliacion de doce horas facilmente. Pero eso solo les daria hasta las ocho de la manana. Si querian retenerle mas tiempo, tendrian que solicitar al juez una prorroga de la orden de detencion. Y tendrian que prepararla esta tarde si querian evitar llamadas de madrugada y molestar a gente que tenia todo el derecho a dormir en paz.
Miro su reloj. Eran las 17.35. Descolgo el telefono y llamo a Kim Murphy.
– Kim, uno de los miembros del equipo interrogo al asesor financiero de Bishop, Phil Taylor. Necesito su numero urgentemente. ?Puedes conseguirmelo? O mejor todavia, ?llamarle y pasarmelo?
Mientras esperaba, deliberaron sobre las ramificaciones de las ultimas pruebas. Grace mantuvo su postura.
– Pero ?que hay de las pruebas de ADN halladas en el cuerpo de Sophie Harrington, Roy? -pregunto Nick Nicholl-. Son bastante concluyentes, ?no?
Roy estaba impacientandose, pero logro no perder los nervios.
– Nick, ?no lo entiendes? Si la coartada de Bishop, que estaba en Londres a la hora del asesinato de su esposa, permanece solida, las pruebas de ADN no sirven de nada. La defensa argumentara que alguien las coloco alli de algun modo. Si nos precipitamos demasiado al relacionar los dos asesinatos, tambien podriamos fastidiar las pruebas de ADN del caso Harrington, por los mismos motivos.
Grace habia vivido la amarga experiencia de aprender que era dificil que se hiciera justicia y que solo se conseguia de vez en cuando. Porque habia demasiadas cosas que podian salir mal en un juicio. A los jurados, integrados a menudo por personas que se sentian perdidas en un tribunal de justicia, se los podia guiar, influir, engatusar, seducir y confundir; con frecuencia tenian prejuicios, o simplemente eran estupidos. Algunos jueces estaban caducos; otros, a veces parecia que venian de otro planeta. No bastaba tener un caso sin fisuras, respaldado con pruebas condenatorias. Seguia haciendo falta mucha suerte para obtener una condena.
– Tenemos a la testigo que vio a Bishop delante de la casa de Sophie Harrington -dijo Jane Paxton para tranquilizarle.
– ?Ah, si?
Tras cada minuto que pasaba, estaba mas irritado. Se pregunto si seria por el calor. ?O porque estaba muerto de cansancio? ?O porque tenia que aguantar a su maldito inquilino? ?O porque Sandy habia tocado un punto sensible?
– Bueno… Yo creo que es un testimonio solido -dijo Jane, a la defensiva.
– Tenemos que pasar por un proceso formal de identificacion con esa testigo y volver a comprobar las horas antes de que su testimonio sea solido de verdad. Y es posible que salgan a la luz otras pruebas durante los proximos dias. Si retenemos a Bishop con cargos, nos quitamos de encima la presion del caso de la senorita Harrington. Al menos la prensa tendra algo con lo que entretenerse.
Sono el telefono. Era Kim, para decirle a Grace que tenia a Phil Taylor y que iba a pasarselo. Grace se aparto de la mesa y atendio la llamada desde su escritorio.
Cuando acabo, volvio a levantarse.
– Ha accedido a reunirse conmigo esta noche en Londres. Parece un hombre bastante franco. -Miro a Branson-. Solicitaremos una ampliacion de doce horas para Bishop e iremos a Londres en cuanto termine la reunion informativa de las seis y media. Me gustaria que me acompanaras.
A continuacion, llamo a Norman Potting y le pidio que contactara con el comisario del PACE para que solicitara una ampliacion de doce horas. Luego se volvio hacia el trio presente en su despacho.
– De acuerdo, os veo en la sala de reuniones a las seis y media. Muchas gracias a todos.
Se sento a su mesa. Ahora se enfrentaba a otra tarea igual de complicada, aunque en un sentido muy distinto: como explicarle a Cleo que iba a tener que ir a Londres esta noche y que, aun poniendole toda la voluntad del mundo, era improbable que regresara antes de medianoche.
Para su sorpresa, seguramente porque Cleo comprendia la naturaleza de dedicacion plena que requeria el trabajo de un policia, se lo tomo con buen humor.
– No pasa nada -dijo-. Estoy haciendo cola en la caja de Sainsbury's con un monton de gambas y vieiras frescas. Seria una pena desperdiciarlas, asi que tendre que comermelas todas yo solita.
– Mierda, lo siento mucho.