– Porque Anne y Mary me han dicho… -Olivia no termino, perfectamente consciente de que si decia por que estaba espiando a sir Harry pareceria mas estupida de lo que ya parecia.

– ?Oh, no, ahora no te calles! -imploro Winston con ironia-. Si lo han dicho Anne y Mary, decididamente quiero oirlo.

Olivia fruncio la boca y se puso seria.

– Muy bien, pero no debes contarselo a nadie.

– Procuro no contar nada de lo que ellas digan -repuso el con franqueza.

– Winston.

– No dire ni mu. -Alzo las manos, como si se rindiera.

Olivia se lo agradecio con un seco movimiento de cabeza.

– Porque ni siquiera es verdad.

– Eso ya lo sabia, a juzgar por la fuente de informacion.

– Win…

– ?Oh, venga, Olivia! Deberias saber que no te puedes fiar de nada de lo que esas dos te digan.

Muy a su pesar, ella sintio la necesidad de defenderlas.

– No son tan malas.

– Claro que no -convino el-, es solo que carecen de toda habilidad para distinguir entre verdad y ficcion.

Winston tenia razon, pero aun asi eran sus amigas y el un pesado, de modo que no pensaba reconocerlo; antes bien, ignoro completamente su comentario y continuo diciendo:

– Lo digo en serio, Winston. Debes mantener esto en secreto.

– Te doy mi palabra -dijo el, que parecia casi aburrido con todo el asunto.

– Lo que diga entre estas paredes…

– Se quedara entre estas paredes -termino el-. Olivia…

– Esta bien. Anne y Mary me han dicho que ha llegado a sus oidos que sir Harry mato a su prometida… No, no me interrumpas, yo tampoco me lo creo, pero entonces me he puesto a pensar, en fin, ?como se levanta un rumor como ese?

– Con Anne Buxton y Mary Cadogan -contesto Winston.

– Ellas nunca lanzan los rumores -dijo Olivia-. Solo los hacen circular.

– Una diferencia crucial.

Olivia creia lo mismo, pero este no era el momento ni el lugar para convenir con su hermano.

– Sabemos que tiene genio -continuo ella.

– ?Lo sabemos? ?Como?

– ?No te has enterado de lo de Julian Prentice?

– ?Ah…, eso! -Winston puso los ojos en blanco.

– ?A que te refieres?

– Apenas lo toco. Julian estaba tan borracho que una rafaga de viento podria haberle hecho perder el conocimiento.

– Pero sir Harry le golpeo.

Winston hizo un gesto con la mano restando importancia al asunto.

– Supongo que si.

– ?Por que?

Su hermano se encogio de hombros, luego cruzo los brazos.

– En realidad, nadie lo sabe. O por lo menos nadie lo ha dicho. Pero, para un momento… ?que tiene todo esto que ver contigo?

– Sentia curiosidad -confeso ella. Sonaba de lo mas absurdo, pero era la verdad; y esta tarde ya no podia hacer mas el ridiculo, imposible.

– ?De que?

– De verlo. -Olivia movio bruscamente la cabeza hacia la ventana-. Ni siquiera sabia que aspecto tenia. Y si - dijo intencionadamente, frenando la interrupcion que podia ver formandose en los labios de su hermano-, se que su aspecto no tiene nada que ver en absoluto con el hecho de que haya o no matado a alguien, pero no he podido evitarlo. Vive aqui al lado.

El cruzo los brazos.

– ?Y te preocupa que haya planeado venir a robar y rebanarte el cuello?

– ?Winston!

– Lo siento, Olivia -dijo el riendose-, pero reconoce que es la cosa mas absurda…

– No lo es -repuso ella con seriedad-. Lo era. Estoy de acuerdo en eso. Pero entonces… empece a observarlo y te digo que hay algo muy raro en ese hombre, Winston.

– Cosa que has percibido en los ultimos… -Winston fruncio el entrecejo-. ?Cuanto tiempo llevas espiandole?

– Cinco dias.

– ?Cinco dias? -La expresion de aristocrata aburrido se esfumo y fue sustituida por una boca abierta por la incredulidad-. ?Santo Dios, Olivia! ?No tienes nada mejor que hacer con tu tiempo?

Ella procuro no parecer avergonzada.

– Al parecer, no.

– ?Y el no te ha visto? ?En todo este tiempo?

– No -mintio ella, y con bastante facilidad, ademas-. Y no quiero que lo haga. Por eso me estaba alejando a rastras de la ventana.

El desvio la vista hacia alli. Luego volvio a mirarla a ella, moviendo la cabeza lentamente y con gran escepticismo.

– Muy bien. ?Que has sacado en claro de nuestro nuevo vecino?

Olivia se dejo caer en una silla de la pared del fondo, sorprendida por lo mucho que deseaba contarle sus conclusiones.

– Bueno, la mayor parte del tiempo parece bastante normal.

– Asombroso.

Ella fruncio el ceno.

– ?Quieres que te lo cuente o no? Porque no continuare si lo unico que vas a hacer es burlarte de mi.

Winston le indico que continuara con un movimiento de la mano claramente sarcastico.

– Pasa una cantidad de tiempo excesiva frente a su escritorio.

Winston asintio.

– Una senal inequivoca de intento de asesinato.

– ?Cuando fue la ultima vez que tu te sentaste frente a un escritorio? -le devolvio ella.

– Un tanto para ti.

– Y -continuo Olivia, poniendo considerable enfasis- tambien creo que le gusta disfrazarse.

Eso capto la atencion de Winston.

– ?Disfrazarse?

– Si. A veces lleva gafas y a veces no. Y en dos ocasiones ha llevado un sombrero sumamente extrano. Dentro de casa.

– No me puedo creer que este escuchando esto -manifesto Winston.

– ?Quien lleva sombrero por casa?

– Te has vuelto loca. Es la unica explicacion.

– Ademas, solo viste de negro. -Olivia recordo los comentarios de Anne de hacia unos dias-. O de azul oscuro. No es que eso sea sospechoso -anadio, porque lo cierto era que de ser otra persona la que estuviera pronunciando esas palabras, probablemente tambien la habria considerado una idiota. Expuesta con tanta claridad, la aventura entera parecia un disparate.

Olivia suspiro.

– Se que suena ridiculo, pero te digo que hay algo en ese hombre que no cuadra.

Winston la miro fijamente durante varios segundos antes de decir por fin:

– Olivia, tienes demasiado tiempo libre. Aunque…

Sabia que su hermano habia dejado la frase incompleta a proposito, pero tambien que ella era incapaz de no

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