llamativo. Aunque, penso contemplando su atuendo con el ceno fruncido, el amarillo no estaba resultando ser tan llamativo, y ya no estaba tan segura de que le gustase el ribete de puntilla, y…
–
Olivia levanto la vista de su programa. Mary Cadogan estaba de pie frente a ella; no, ahora se estaba sentando, ocupando el asiento que se suponia que Olivia tenia que haber reservado para su madre.
Olivia estuvo a punto de preguntar quien, pero entonces las Smythe-Smith empezaron a puntear sus instrumentos.
Dio un respingo, luego hizo una mueca de disgusto, y entonces cometio el error de mirar hacia el improvisado escenario para ver que podia haber emitido tan espantoso sonido. No fue capaz de determinar el origen, pero la
– ?Me has oido? -dijo Mary con apremio, dandole con el codo en el costado-. Esta aqui. Tu vecino. -Ante la inexpresiva mirada de Olivia, dijo impaciente y practicamente en voz alta-: ?Sir Harry Valentine!
– ?Aqui? -Olivia se giro de inmediato en su butaca.
– ?No mires!
Y se giro de nuevo hacia delante.
– ?Por que esta aqui? -susurro.
Mary se toqueteo el vestido, una muselina color lavanda que por lo visto era tan incomoda como parecia.
– No lo se. Probablemente lo hayan invitado.
En cualquier caso contra uno de ellos. Probablemente fuese una buena noche para estar sordo.
?Que hacia sir Harry Valentine aqui? Olivia se habia pasado los tres ultimos dias con las cortinas echadas, evitando resueltamente todas las ventanas del ala sur de la casa de los Rudland. Pero no contaba con verlo
Y, sin duda, cualquiera que pasase tanto tiempo como el con la pluma, la tinta y el papel poseia la inteligencia suficiente para saber que si
– ?Habra asistido alguna vez a algo asi? -pregunto Olivia con disimulo, manteniendo la cabeza al frente.
– No lo creo -le susurro Mary a su vez, tambien con la mirada clavada al frente. Se inclino ligeramente hacia Olivia, hasta que sus hombros casi se tocaron-. Desde su llegada a la ciudad ha estado en dos bailes.
– ?Ha ido al club Almack's?
– Ni una sola vez.
– ?Y a esa carrera de caballos del parque a la que asistio todo el mundo el mes pasado?
Aunque no lo vio, Olivia noto que Mary sacudia la cabeza.
– Creo que no. Pero no estoy segura. A mi no me dejaron ir.
– A mi tampoco -musito Olivia. Winston se lo habia contado todo sobre la carrera, naturalmente, pero (tambien naturalmente) no le habia dado una explicacion tan detallada como le habria gustado.
– Pasa mucho tiempo con el senor Grey -continuo Mary.
Olivia dio un respingo sorprendida.
– ?
– Son primos. Primos hermanos, creo.
Al oir eso Olivia dejo de fingir que no estaba manteniendo una conversacion y miro directamente a Mary.
– ?Sir Harry Valentine es primo de Sebastian Grey?
Mary se encogio debilmente de hombros.
– Eso dicen.
– ?Estas segura?
– ?Por que es tan dificil de creer?
Olivia hizo un alto.
– No tengo ni idea. -Pero lo era. Conocia a Sebastian Grey. Todo el mundo lo conocia. Por eso le parecia que encajaba tan mal con sir Harry, quien, hasta donde Olivia sabia, abandonaba su despacho unicamente para comer, dormir y dejar inconsciente de un punetazo a Julian Prentice.
?Julian Prentice! Se habia olvidado completamente de el. Olivia se irguio y echo un vistazo a la sala con experta discrecion.
Aunque, como no, Mary supo al instante lo que estaba haciendo.
– ?A quien buscas? -le susurro.
– A Julian Prentice.
Mary ahogo un grito con regocijado horror.
– ?Esta aqui?
– No creo, pero Winston me ha dicho que no fue tan atroz como pensamos. Por lo visto Julian estaba tan borracho que sir Harry podria haberlo tumbado de un soplo.
– Pero un soplo no le deja a uno el ojo amoratado -le recordo Mary, siempre rigurosa en el detalle.
– La cuestion es que no creo que el le diera una
Mary hizo una pausa de unos segundos, luego debio de decidir que era el momento de cambiar de tema. Miro hacia un lado y el otro, entonces se rasco alli donde el rigido encaje de su vestido se doblaba sobre su clavicula.
– Mmm…, hablando de tu hermano, ?va a venir?
– ?Estas loca? ?No! -Olivia consiguio no poner los ojos en blanco, pero le falto poco. Winston habia fingido un resfriado de un modo bastante convincente y se habia metido en la cama. Habia enganado a su madre tan bien, que esta le habia pedido al mayordomo que fuese a echarle un vistazo cada hora y la mandase a buscar si empeoraba.
Lo que habia sido un detalle positivo de la velada. Olivia sabia de buena tinta que mas tarde los caballeros se encontrarian en el club White's. Pues bien, el encuentro tendria que desarrollarse sin Winston Bevelstoke.
Cosa que podria haber sido perfectamente el objetivo de su madre.
– ?Sabes? -musito Olivia-. Cuanto mayor soy mas admiro a mi madre.
Mary la miro como si se hubiese vuelto una excentrica.
– ?De que hablas?
– Dejalo. -Olivia sacudio levemente la mano. Seria demasiado dificil de explicar. Alargo el cuello un poco, intentando aparentar que no escudrinaba al publico-. No lo veo.
– ?A quien? -inquirio Mary.
Olivia reprimio el impulso de darle una bofetada.
– A sir Harry.
– Pues esta aqui -dijo Mary en tono confidencial-. Lo he visto.
– Ahora no esta aqui.
Mary (quien tan solo momentos antes habia reprendido a Olivia por su falta de discrecion) hizo alarde de una flexibilidad asombrosa al girar el cuello casi por completo.
– Mmm…
Olivia espero a que dijese algo mas.
– No lo veo -dijo Mary al fin.
– ?Es posible que te hayas equivocado? -pregunto Olivia esperanzada.
Mary le lanzo una mirada de impaciencia.
– Por supuesto que no. Tal vez este en el jardin.
Olivia se volvio, aunque el jardin no pudiera verse desde la sala donde tendria lugar el recital. Supuso que era un reflejo. Si sabias que alguien estaba en algun sitio, no podias dejar de girarte en esa direccion, aun cuando fuera totalmente imposible verlo.
Naturalmente, no
Olivia decidio aferrarse a esa idea.