– Hay un reloj en la repisa de la chimenea -contesto Olivia sin mirarle-. Senor Grey -insistio.
– Un momento -le dijo el antes de dirigirse al principe-: Su criado ha despertado mi curiosidad -comento-, porque no habla ingles, ?verdad? ?Como ha seguido la declamacion?
El principe y Vladimir mantuvieron una breve conversacion en ruso y entonces el primero se volvio hacia Sebastian y dijo:
– Me ha comentado que puede percibir la emocion de su voz.
Sebastian parecia encantado.
– Y que ademas sabe unas cuantas palabras -anadio el principe.
– Aun asi… -murmuro Sebastian.
– Portugues -dijo Olivia mientras se preguntaba si alguien tenia la intencion de hacerle un poco de caso esa tarde-. Seguramente aprendio algo de portugues en el ejercito. ?Como se dice «gracias» en portugues?
–
Ella se giro hacia el un tanto sorprendida.
Harry se encogio ligeramente de hombros.
– Yo tambien aprendi un poco.
–
– Usted tiene que decir
No era el mas halagador de los cumplidos, pero a pesar de eso decidio aceptarlo.
– ?Cual es la lengua mas rara en la que sabe dar las gracias? -le pregunto Olivia a Sebastian.
Este penso en ello unos instantes y luego dijo:
–
Olivia lo miro con expectacion.
– Es magyar -dijo el, y al ver su cara de perplejidad anadio-: Lo hablan en algunas zonas de Hungria.
– ?Como sabe eso?
– No tengo ni idea -contesto Sebastian.
– Se lo enseno una mujer -dijo el principe con picardia-. Por si no lo recuerda, se lo enseno una mujer.
Olivia decidio que no valia la pena gastar energias en ofenderse por eso.
–
– Mi agradecimiento mas sincero -repuso Sebastian-. Mi repertorio es ahora de quince idiomas.
Olivia penso en decir
– ?Que idiomas habla usted? -le pregunto el principe a Harry.
– Si, Harry -dijo Sebastian-. ?Que idiomas sabes?
Harry miro a su primo con frialdad y despues respondio:
– Me temo que no tengo ningun talento especial.
A Olivia le dio la impresion de que entre los dos primos habia fluido cierta clase de dialogo no hablado, pero no tuvo ocasion de darle mas vueltas porque Sebastian se giro hacia el principe y le pregunto:
– ?Como se dice «por favor» en finlandes?
–
– Magnifico. -Asintio una sola vez, aparentemente archivando esa informacion en algun rincon de su mente-. Uno nunca sabe cuando se puede topar con una preciosidad finlandesa.
Olivia se preguntaba como podria recuperar el control de su salon cuando oyo que llamaban a la puerta principal. Huntley se retiro en el acto para ir a abrir.
Regreso instantes despues con un joven al que ella no conocia. Aunque… de estatura un poco superior a la media, pelo castano oscuro… Casi con toda seguridad seria…
– Es Edward Valentine -anuncio Huntley arqueando las cejas-. Ha venido a ver a sir Harry Valentine.
– ?Edward! -dijo al instante Harry, levantandose-. ?Va todo bien?
– Si, naturalmente que si -contesto Edward mientras echaba un vistazo a la sala abochornado. Era evidente que no se habia imaginado tanta concurrencia. Le entrego un sobre a Harry-. Ha llegado esto para ti. Me han dicho que era urgente.
Harry cogio el sobre y se lo introdujo en el bolsillo de la chaqueta, y a continuacion presento a su hermano a todos los asistentes, incluyendo las tres criadas, que seguian sentadas en el sofa formando una ordenada fila.
– ?Que hace Sebastian subido a una mesa? -inquirio Edward.
– Estoy entreteniendo a la tropa -contesto el mismo saludandole a lo militar.
– Sebastian nos estaba leyendo La senorita Butterworth y el baron demente -explico Harry.
– ?Ah…! -exclamo Edward, y se le ilumino la cara de entusiasmo por primera vez desde que habia entrado en la sala-. Ya lo he leido.
– ?Te gusto? -le pregunto Sebastian.
– Es brillante. Divertidisimo. El lenguaje es un poco caprichoso en algunos pasajes, pero la historia es fantastica.
Al parecer, a Sebastian eso le parecio muy interesante.
– ?Fantastica por buena o fantastica porque es imaginaria?
– Un poco ambas cosas, supongo -contesto Edward. Recorrio la habitacion con la mirada-. ?Les importa que me quede?
Olivia abrio la boca para decir: «Naturalmente que no», pero Sebastian, Harry y el principe se le adelantaron.
Pero ?bueno! ?De quien
Edward alargo la mirada hacia ella (era curioso, porque no guardaba ningun parecido con Harry salvo por el colorido, que era identico) y dijo:
– Mmm… ?piensa entrar, lady Olivia?
Olivia se dio cuenta de que aun estaba de pie cerca de la puerta. El resto de caballeros estaban sentados, pero era poco probable que Edward, que acababa de conocerla, se sentara si ella permanecia de pie.
– De hecho, habia pensado en salir quizas al jardin -dijo, pero su voz se fue apagando cuando se dio cuenta de que nadie protestaba por su marcha-. Pero me sentare.
Encontro un sitio en un lateral, no muy lejos de las tres criadas, quienes la miraban con inquietud.
– Por favor -les dijo-, quedaos. Soy incapaz de pediros que os perdais el resto de la representacion.
Ellas se lo agradecieron con tal efusividad que Olivia no pudo sino preguntarse como se lo explicaria a su madre. Si Sebastian venia cada tarde a leer (ya que seguramente no intentaria ventilarse la novela entera de un tiron) y las criadas se acercaban a escuchar, eso implicaria que dejarian de limpiarse bastantes chimeneas.
– Capitulo dos -anuncio Sebastian. Se apodero de la sala un reverencial silencio que le arranco a Olivia una risita de lo mas irreverente.
El principe le lanzo una mirada asesina, al igual que hicieron Vladimir y Huntley.
– Lo siento -mascullo ella, y coloco las manos recatadamente sobre el regazo. Por lo visto el momento requeria un comportamiento impecable.
Finales aceptables para La senorita Butterworth,
por Olivia Bevelstoke.
El baron esta totalmente cuerdo, pero ?Priscilla se ha vuelto loca!
Reaparece la viruela. Es una cepa nueva mas virulenta.
Priscilla deja al baron y consagra su vida al cuidado
y la alimentacion de palomas mensajeras.
El baron se come las palomas.
El baron se come a Priscilla.
El ultimo final seria un tanto forzado, pero no habia ninguna razon por la que el baron no hubiera podido volverse loco explorando la selva mas recondita, donde se relacionaria con una tribu de canibales.
Podria pasar.